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4 de Junio de 2014

De la zarzamora a la chaqueta amarilla: 128 especies que amenazan la biodiversidad chilena

El Ministerio del Medio Ambiente, bajo el marco del proyecto GEF y con apoyo de CONAF y SAG, trabaja en la elaboración de un Plan de Acción Nacional para controlar especies introducidas emblemáticas como entre las que se cuenta al aromo, dydimo (alga), castor y visón, entre otras.

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El sur de Chile y más específicamente los bosques templados albergan la mayor cantidad de Especies Exóticas Invasoras (EEI), un problema global que está íntimamente implicado en la extinción de la biodiversidad en el mundo.

Un estudio dado a conocer este miércoles por el Ministerio del Medio Ambiente detalla que a lo largo de Chile existen al menos 128 especies exóticas invasoras distribuidas. De ellas, 27 han sido priorizadas como una amenaza para la biodiversidad del país: avispa chaqueta amarilla, el dydimo (o moco de roca), el visón, el castor, ulex o espinillo alemán y la zarzamora, entre otras.

“La confrontación de una especie invasora con una nativa es siempre fatal para esta última, en la mayoría de la veces, por lo tanto, el control de las EEI es cada vez más importante ya que amenaza nuestra biodiversidad. Cuando hay ausencia de los servicio ecosistémicos que otorgan los diferentes ecosistemas, como el agua o agentes de polinización por ejemplo, logramos darle el verdadero valor que tiene para la humanidad”, explicó Marcelo Mena, subsecretario del Medio Ambiente.

El estudio realizado por el Centro de Análisis de Políticas Públicas (CAPP) de la Universidad de Chile, es lo más cercano a un catastro de Especies Exóticas Invasoras que se ha realizado en Chile. Su desarrollo consideró la percepción de 260 personas que trabajan en este tema en servicios públicos, universidades y Ongs, a través de 15 talleres regionales. Ellos identificaron cuáles son las especies exóticas invasoras a las que más se debe poner atención desde los instrumentos públicos. Todos coincidieron en que las EEI son un problema para la biodiversidad de especies, genes y ecosistemas.

De acuerdo a la doctora en ecología Petra Wallem, del CAPP, “esta investigación nos permitió conocer cuál es el impacto de las EEI y así priorizar estrategias de manejo de ellas. Sabemos que en la medida que las especies introducidas pertenecen a una escala trófica mayor el impacto es más negativo, alteran el hábitat, consumen especies nativas y desarticulan las biotas y los servicios ecosistémicos”.

Los impactos más graves

Lo más preocupante aún es que son especies que “compiten” con la flora y fauna nativa al ser vectores de enfermedades y facilitar la propagación de otras EEI.

“Dado el exponencial crecimiento del intercambio económico, lo que está haciendo el ser humano es movilizar estas especies invasoras en todas las biotas y todas las regiones, y está reconfigurando la biodiversidad y generando impacto en los espacios donde son introducidas”, agregó la experta.

Y como ejemplo se menciona que la chaqueta amarilla, generó pérdidas cercanas a los $100 millones de pesos a la Reserva Río Clarillo en la Región Metropolitana. Esto porque su presencia hizo caer notablemente el número de visitantes durante el verano, según explicó Miguel Díaz, Encargado Nacional del Programa de Control de Amenazas del Snaspe de CONAF.

En otro caso, la zarzamora, que fue introducida al país como cerco vivo, es una verdadera plaga que se distribuye en casi todo el país y que avanza a pasos agigantados “ahogando” a las especies vegetales nativas. “Las cubre de tal manera que les impide realizar la fotosíntesis y termina por secarlas y eliminarlas”, señaló Iván Leiva, administrador del Parque Nacional Archipiélago Juan Fernández, que también sufre los impactos de esta especie exótica invasora.

“El caso del dydimo (alga unicelular) fue una sorpresa”, explicaron los autores del estudio. Pues se pensaba que esta alga invasora sólo estaba presente en la X región, pero también se identificó en las regiones 9, 11, 12, 14 y 12, lo que indica que avanza muy rápidamente generando pérdidas económicas tanto para la pesca como el turismo.

Por último, los perros asilvestrados o vagos, también constituyen una amenaza que está presente en todo el territorio. Cazan aves endémicas y se comen sus huevos, disminuyendo sus tasas de crecimiento. También hay evidencias de que atacan a huemules y pudúes en el sur. De ahí la relevancia de contar con un Plan Nacional de Esterilización, así como la creación de un reglamento para normar el control reproductivo de perros, como la anunció la Presidenta Michelle Bachelet en su discurso del 21 de mayo.

Plan de Acción Nacional

En este contexto, la cartera de Medio Ambiente junto a la Corporación Nacional Forestal (Conaf) y el Servicio Agríola y Ganadero (SAG) ya están trabajando en la elaboración de un Plan Nacional de las EEI, con la meta de que se transforme en una política pública de largo plazo. La iniciativa es financiada por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF) y dirigido por el Ministerio del Medio Ambiente y tiene como agencia implementadora el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Este plan para el control y erradicación de especies exóticas invasoras busca fortalecer la regulación existente, mejorar la gestión público-privada, establecer barreras de bioseguridad y sistemas de alerta temprana, especialmente entre las islas y el continente. También pretende fortalecer la investigación, preparar planes de control y principalmente, crear conciencia y compromiso público a través de campañas de sensibilización.

Paralelamente se están poniendo en funcionamiento un sistema integrado de control de especies exóticas invasoras en el Archipiélago Juan Fernández como proyecto piloto, para luego ser replicado a nivel nacional.

Fernando Baeriswyl Coordinador Nacional del proyecto, declaró “que es de suma importancia para avanzar en una gestión integrada de las especies exóticas, implementar acciones en terreno que permitan establecer modelos de barreras de biodiversidad en territorios frágiles como lo son los ecosistemas insulares ya que es las EEI son la principal acuda de extinción de especies endémicas”.

Ojo con ellos

Las 27 especies exóticas invasoras priorizadas como una amenaza para la biodiversidad local, son el aromo, burro, cabra, caña, castor, chaqueta amarilla, ciervo rojo, conejo, cotorra argentina, dydimo, hierba del rocío, jabalí, langosta azul, liebre europea, mostacilla negra, paloma, perro, pilosela, retamilla, roedores sinantrópicos, rosa mosqueta, sapo africano, tortuga de orejas rojas, trucha arcoíris, ulex, visón y zarzamora.

 

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