En India se utilizará la sangre de los mataderos para producir energía

Una nueva iniciativa permitirá producir biogás a partir de la sangre y residuos de los mataderos gestionados por los pastores masai en Kenia. Además de producir energía para estas fábricas y hoteles del sector, también se almacenará biogás en bombonas de seis kilos para distribuir energía a otras zonas y así satisfacer las necesidades locales.

El proyecto es financiado por el Banco Mundial a través del Kenya Climate Innovation Center, y desarrollado por el Kenya Industrial Research and Development Institute (Kirdi).

Todo comenzó en 2008 cuando la empresa Keekonyokie instaló dos digestores con producción de biogás en la ciudad de Kajiado para utilizar los residuos de sus mataderos, lugar en el que se sacrifican diariamente 100 vacas procedentes de tribus masai. Tras darse cuenta que la producción de energía que generaban era más de la que pensaban en un momento y hasta le sobraba, comenzaron a compartirla con hoteles cercanos.

Una vez que el Instituto industrial de desarrollo de Kenia se percató de esto buscaron los recursos necesarios para comenzar la iniciativa y desarrollar la tecnología para poder almacenar el gas en bombonas de seis kilos. Fue en ese momento que el Banco Mundial se enteró de la idea y comenzaron a participar.

Según informó InfoDev, del Banco Mundial, Keekonyokie fue una de las primeras empresas en desarrollar la iniciativa centro de innovación climatológica de Kenya (KCIC, por sus siglas en inglés), que se comenzó en 2012. Con el apoyo de las diferentes instituciones se comenzaron a probar diferentes alternativas y a perfeccionar los sistemas de producción y distribución de biogás. Para facilitar el almacenamiento y transporte del excedente energético se comenzó a utilizar bombas reutilizadas y neumáticos usados.

La compañía está lista para ingresar al mercado nacional con la venta de las primeras bombonas a un costo inicial $28.000, los que podrán ser recargadas luego por menos de 5 mil pesos, lo que corresponde a  la mitad del valor que se paga por gas licuado.

La iniciativa también ha tenido una acogida importante entre las cooperativas de mujeres, principalmente proveniente de las productoras de yogurt, que ven en el nuevo sistema la posibilidad de reducir costos y eliminar el uso de la leña, lo que provoca smog y deforestación de los bosques.

Es tanto el agrado de la cooperativa de mujeres, que incluso quieren asociarse con Keeko biogás (nombre que se le dio al combustible) y así poder comprar 100 bombonas diarias para que su planta sea energizada en su totalidad por Keeko.