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9 de Marzo de 2016

Daniel Hidalgo, escritor: "Todo chileno tiene derecho de robarle a Paulmann"

"Manual para robar en el supermercado", el último libro del autor nacional, invita a volver a la adolescencia en un ambiente precario en dinero, pero rico en ideas.

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No es primera vez que Daniel Hidalgo se dedica a contar historias. Un atisbo fue “Canciones punk para señoritas autodestructivas” (2011), colección de cuentos que rozan la temática anarco y la literatura social En el caso de “Manual…”, Hidalgo se aventuró en la novela.

“Me gusta agarrar bases de canciones y poner otras melodías encima, como en un mashup, y quise parafrasear cosas como la narrativa marginal, una literatura social, y también jugar con la comedia indie romántica”.

Su libro, publicado en diciembre de 2015, narra la historia de Manuel, un joven universitario de Valparaíso, fanático de los cómics y la banda estadounidense Weezer. En sus páginas, el texto (ambientado en la mitad de los años 90) enlaza a Manuel con Lucy, una chica que vive en una casa okupa, no sigue convenciones en cuanto al trabajo y al estudio y, desde luego, practica el robo en supermercados de manera habitual.

Además de escritor, Daniel es profesor de Lenguaje en un liceo técnico de la capital. Desde su mirada como ex estudiante devenido docente, Hidalgo quiso retratar la voz de un sector de su noventera generación. “En ese tiempo, peleábamos para tener más derecho a endeudamiento, como ser más parte de los créditos. A nadie se le ocurría pedir educación gratuita, de calidad e igualitaria. Quería poner eso en juego”.

143112_supermarketExiste otra arista desde la que el novelista logra una conexión con el personaje principal, en especial atendiendo a su situación socioeconómica. “Vengo de una familia que, si vemos en temas de quintiles, pertenecería a la clase media, pero mis padres no son profesionales, inventaron maneras de subsistir para criarnos a mí y a mis hermanos en el Cerro Playa Ancha. Quería rescatar esa fantasía de que somos una clase emprendedora. Somos, más bien, la clase endeudada”.

Un acto de justicia

Deteniéndose en un aspecto de la mencionada clase endeudada (aquella que ante el Estado no pasa peripecias, por lo que tampoco recibe ayuda de otros desposeídos), el profesor y escritor repara en el aspecto que da título a su obra. “Es por esa fantasía que nos venden tan bien de que el supermercado nos da ‘acceso a todo’, pero ese acceso se consigue con dinero, y si no tienes, ahí quedaste. Si un espacio te está dando el acceso, ¿por qué no tomarlo? Creo que todo ciudadano chileno tiene el derecho natural de robarle a Horst Paulmann, uno de los grandes nefastos que nos tiene cómo estamos en el país”.

El escritor ve con ojos propios la generalizada práctica de extraer artículos del supermercado sin pagarlos. “A las siete de la tarde es como ‘Game of Thrones’ en el súper. Como no te pueden llevar preso por una lata de atún o una mayonesa, aparecen diez guardias desclasados y te encierran en una pieza. Es un fascismo que recuerda a lo peor de la dictadura en días de democracia”.

El libro está basado en una era previa a Internet, en aquellos años cuando lo que aparecía en MTV era ley. “Uno tomaba esa información incluso leyendo mal, quedándose con una idea quizás equivocada, pero te sentías más inteligente”, explica Daniel.

El calvario del patrimonio y del amor idealizado

Hidalgo reconoce que su ciudad natal n0 ofrece las mejores condiciones para el desarrollo de las artes. “Valparaíso es una ciudad miserable en términos culturales. Las posibilidades de hacer proyectos tienen que ver con la institucionalidad, que es muy poca, y siempre con el tema patrimonial”. ¿Qué opción queda? Lo anarco, que, a juicio del autor, se queda en la caricatura, cuestión que quiso retratar en dos personajes de la historia, que “terminan no casándose con nada, representan a las políticas culturales y los artistas allí, mucho perogrullo y retórica, pero poca acción”.

Con respecto al amor retratado en el texto, Daniel reconoce el puzzle emocional que representó Lucy, la mujer en que se centra la atención del personaje principal: “Es un Frankenstein de niñas que me han gustado, que vi en la tele y pololas, además de canciones de Weezer. Ella es una extraterrestre en todos lados, pero está obligada a vivir en la rutina en que vivimos todos”. La chica escapa, en todo caso, del estereotipado rol que cumplen íconos como Summer (50 Days of Summer) o Ramona Flowers (Scott Pilgrim vs The World), gracias al retrato que se ofrece de su vulnerabilidad.

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Quien sí ve a Lucy como si ésta pendiera de un altar es Manuel, el protagonista, quien representa a la juventud universitaria y medio apática, pero el escritor insiste en que no es un retrato generacional. “Alguien dijo por ahí que esto es una novel de aprendizaje, pero más bien tiene que ver con el descubrimiento, Manuel recién está cumpliendo 18 años. Es sobre despertar y crecer en un momento súper específico. Está en un tiempo y lugar muy acotados, casi no salen del Cerro Playa Ancha”.

El boicot y el fascismo

Daniel Hidalgo tiene clara la diferencia que puede hacer desde su tribuna en las aulas. “Creo que uno es un agente de cambio muy mínimo, pero es como en ‘Inception’: siembras la idea en el inconciente”. Desde la exigencia del Estado en cuanto al currículum académico y las presiones para alcanzar altos puntajes en las pruebas estandarizadas, el profesor y escritor sabe que hay pequeños espacios de cambio dentro de sus posibilidades. “Cuando les haces clases, ese momento en que golpeaste la mesa y dijiste “dejen de mirar la pizarra, miren acá, tenemos que conversar de algo que está pasando”.

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Luego de vivir las movilizaciones del 2011 como docente, el autor de “Manual…” comprende que puede hacer la diferencia como profesor, y las trabas que pone el sistema para lograr que eso no ocurra. “Por eso nos tienen tanto miedo, y hemos sido ninguneados históricamente. Los maltratos y el agobio laboral tienen que ver con quitarle el piso al profesor, porque es un ser peligroso cuando quiere serlo”.

Retornando a la temática del texto, Hidalgo quiso retratar una estética de los hijos de la dictadura, que criaron hijos en democracia. “En ese tiempo, sabías que el enemigo era el milico en la calle. Hoy, el enemigo es mucho más complejo e invisibilizado. Uno ve a un paco en la calle y tiene miedo. ”

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“Manual para robar en el supermercado” fue publicado por la editorial Hueders, que organizó una fiesta de lanzamiento este 11 de marzo. Aquí puedes leer un extracto del texto con el que Daniel espera llegar a jóvenes apasionados por leer.

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