Delirante crónica relata cómo es un “after office” de ocho chilenos egresados de una escuela de seducción

Dicen que seducir es un arte, y así como existen escuelas de arte, también existe una escuela de seducción: Se llama LevantArt, que imparte cursos de tres meses y de distintos niveles, además de seminarios y conferencias sobre cómo tener éxito en el flirteo. La Segunda acompañó a ocho egresados de la escuela en una visita a la fiesta “After Office”, y retrataron algunos de sus tips y experiencias de seducción. 

Turbo, el apodo de uno de los seductores profesionales, recomienda ser “arrogante simpático” y de vez en cuando decirles una frase negativa “para que no sientan que tienen el dominio”. De hecho, en la visita, un compañero le recomendó a Turbo que le diera la espalda a una mujer. “No pueden creer que eres un Típico tipo fracasado”.

Los egresados dicen ser tan profesionales, que uno de ellos confesó que es tan pero tan seductor que en una entrevista psicológica no pudo evitar seducir a la entrevistadora. “Debes medirte”, le aconsejó un compañero. Un tip importantísimo para dosificar el don. 

Uno de los “guerreros de la noche” hizo una jugada maestra elogiando la mirada de una morena en vez de sus ojos, y otro, al estilo Garay, inventó que había estado en 35 países. Pero lo más importante es estar preparado siempre para la derrota y las cachetadas. Uno de los seductores que no pudo obtener un triunfo esa noche, dijo con convicción: “Si no es hoy, caerá otro día”