Amber Amour estaba en Sudáfrica cuando aseguró haber sido violada. La joven de 27 años y residencia en Nueva York documentó a través de su Instagram los brutales momentos posteriores al ataque.
Lo más atroz de la historia es que Amber inició la campaña/fundación #stoprapeeducate (Alto a las violaciones, educa) hace un año luego de sufrir un asalto sexual, lo que motivó en ella la cruzada de viajar por el mundo apoyando a víctimas de violaciones y de crear conciencia al respecto. Estaba en eso, en Sudáfrica, cuando fue atacada.
Una foto publicada por Amber Amour (@ambertheactivist) el
El relato es bastante explicito. Cuenta que la foto en la que aparece llorando fue subida sólo minutos después de sucedidos los hechos. Que le cuesta recordar los detalles. Dice que llevaba un par de días enferma. Que salió a su antiguo hostal a ver a su amigo Nick. Allí estaba otro tipo, Shakir, que estaba intentando acercarse a ella desesperadamente. Dice que se besaron pero que ella le pidió dejar las cosas hasta ahí porque él estaba borracho. Antes de salir, subió a despedirse de otro amigo, Clyde, estadounidense. Shakir entonces la siguió y le dijo que se iba a duchar. La invitó a acompañarla. Amber dice que aceptó, porque llevaba dos días enferma y que en su lugar de alojamiento sólo había agua helada y necesitaba una ducha caliente. Apenas entró al baño Shakir la violó hasta que se desmayó. Después posteó una foto cuando estaba en el hospital luego de denunciar lo ocurrido.
En este post se excusa por lo brutalmente honesto de su relato. Agradece las muestras de apoyo y responde a quienes la critican por supuestamente haber incitado a su agresor al aceptar ducharse con él.
Acá Amber cuenta que pese a que debería haber continuado su gira en Australia y luego regresar a Estados Unidos, pero que se quedó en Sudáfrica apoyando la investigación para poder poner tras las rejas al hombre que la violó. Dice que pese a tener una sonrisa en su rostro tiene el corazón roto.
Una foto publicada por Amber Amour (@ambertheactivist) el
En esta imagen Amber comparte una fotografía con nada más ni nada menos que el hombre al que acusa de haberla violado. Dice que lo había conocido hace una semana y que incluso la había acompañado a pintar con tiza el nombre de su movimiento. Que cuando la estaba abusando le dijo “me gustabas, esto no tiene por qué suceder así”. Termina con la siguiente reflexión: “A veces la vida tira mierda en tu camino y no queda otra que tratar de sacar lo mejor de eso. Los amo mucho”.