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16 de Octubre de 2017

Empleabilidad y práctica: cómo las carreras técnico profesionales ganan terreno en el mundo del trabajo

La mayor demanda es un factor que hace atractivos estos programas de estudio, pero los expertos también hacen hincapié en la formación, la que desarrolla las competencias y habilidades antes de ingresar al mundo laboral.

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Con la llegada del último trimestre del año, “la recta final” del período académico, muchos estudiantes de enseñanza media deben enfrentarse a la difícil decisión sobre qué hacer de su futuro. Y en esa línea, para quienes optan por continuar sus estudios, las carreras técnico profesionales aparecen como una opción cada vez atractiva, sobre todo por los altos índices de empleabilidad.

Alguna vez “miradas en menos”, estos programas de estudio hoy son altamente valorados. No por nada, en cinco años (2010-2015), el ingreso a Institutos Profesionales (IP) y Centros de Formación Técnica (CFT) creció un 48,1%, frente a un 25,6% de las universidades. Esto se da porque, según el Ministerio de Educación, la formación técnica profesional no solo es una opción vocacional para muchos jóvenes que encuentran en los estudios técnicos las herramientas para desarrollar sus intereses, sino porque también las carreras técnicas profesionales son competitivas en el mercado laboral.

Según datos de MiFuturo.cl -portal gubernamental sobre carreras, empleabilidad e ingresos-, los últimos datos disponibles correspondientes a 2015 reflejaban, por ejemplo, que las carreras de mayor empleo de un IP (93,2%) superan el empleo medio de las universidades (83,1%). Esto, en parte, porque se valora también la formación que están teniendo los técnicos en el país.

Desde el Mineduc explicaron a El Dínamo que una de las ventajas de la formación técnica profesional es que es “un tipo de formación de carácter inclusivo, que busca que todas y todos desarrollemos nuestras habilidades y talentos, para ingresar de mejor forma al mundo del trabajo. Además, se ajusta a las necesidades de quienes estudian y trabajan, además de dar más opciones de inserción laboral y ofrecer carreras de menor duración”.

El incremento de la matrícula en CFT e IP es una tendencia que se inició con fuerza de 2006 en adelante. Y es que el escenario que hoy enfrentan estudiantes y trabajadores es radicalmente distinto al de hace unos años. “Este dinamismo se refleja en que quienes ingresan al mundo laboral cambiarán numerosas veces de ocupación. Es por eso que se requiere que las personas sigan actualizando sus conocimientos y competencias a lo largo de su vida, siendo importante que esto esté acompañado por un reconocimiento social del valor y del rol que los profesionales técnicos juegan en la sociedad”, recalcan desde la cartera.

Una visión similar tiene Gastón Ramos, director de Empleabilidad y Vinculación con el Medio de Duoc UC. Según cuenta, la educación técnico profesional, “más que ganar terreno, ha comenzado a ocupar el espacio que le corresponde. Si uno mira países con mayor desarrollo que el nuestro en materia educacional, la formación técnica supera a la universitaria en número de titulados, entendiéndose como roles y funciones complementarias en el puesto de trabajo”.

“Ese es el fenómeno que, a mi modo de ver, más ha pesado en Chile; la valoración de la educación técnico profesional como un camino paralelo y complementario al universitario, y no como una educación de segundo orden, como se percibía hasta hace algunos años. Esa valoración da espacio a la vocación. No todas las personas esperan seguir el mismo camino, y el reconocimiento de la importancia de la educación técnica al desarrollo del país ha permitido, a todos quienes tienen una orientación en esa línea, a tomarla sin los prejuicios o complejos del pasado”, complementa Ramos.

Y si bien en Chile hay un déficit de técnicos -según datos de la Sofofa, en el país faltan cerca de 600 mil técnicos profesionales- Ramos cree que “la alta empleabilidad se debe al cambio en la composición del mercado laboral y al dejar el paradigma de que ‘un universitario hace lo de un técnico y más’. Tan importante como la adaptación al cambio, versatilidad y capacidad de desenvolverse en distintos ambientes laborales, cosa que educación técnica no debe desconocer al momento de formar personas, es el mayor desarrollo de las industrias –apoyado en gran parte por la incorporación de la tecnología- que ha obligado a tener personas con conocimientos más específicos en tareas más complejas, valorando aún más la formación técnica principalmente por el efecto positivo que esta tiene en la productividad”.

Aprendiendo en la práctica

Una de las frases que se suele ocupar cuando se habla de la formación técnico-profesional es la de “aprender haciendo” y es que los estudios no sólo tienen un enfoque teórico, sino que también impulsan a los futuros técnicos a desarrollar sus talentos a través de prácticas profesionales y trabajos en terrenos que el día de mañana impulsarán su trabajo profesional.

“La Formación Técnica está orientada a formar los mejores técnicos y profesionales para el mundo del trabajo, con el fin de que se desarrollen personal y laboralmente.

Así, las instituciones presentan dos tipos de calidad: la centrada principalmente en procesos, desarrollada por la Comisión Nacional de Acreditación, y la entregada por el mundo del trabajo, basada en resultados, y reflejada por la alta tasa de empleabilidad de sus egresados”, afirma el Mineduc.

En esa línea, al momento de elegir una institución, es importante fijarse si el centro de formación técnica o instituto profesional tiene las condiciones para cumplir con las necesidades de los estudiantes.

“Las instituciones de educación deben necesariamente contar con la infraestructura y equipamiento necesarios para crear espacios simulados lo más parecidos a la realidad a la que se enfrentarán en el mundo laboral, estando a la vanguardia en tecnología y desarrollo con la mirada puesta en el futuro”, explica Ramos.

La vinculación con los sectores productivos y el involucramiento de la industria también es importante. Según el directivo de Duoc UC, esto influye en la formación de los futuros técnicos y profesionales, “tanto desde el apoyo en la creación de los planes de estudio hasta en la participación como espacios de práctica y aplicación de conocimientos en ambientes reales. Sólo así es posible contar con técnicos y profesionales con una formación más pertinentes a los requerimientos de la industria y, por consecuencia, con alta empleabilidad”.

“En este punto creo que se ha avanzado mucho y hay muy buenos casos de éxito, pero se ven como iniciativas aisladas existiendo aún una gran brecha respecto a países como Canadá y Alemania”, agrega.

Con esto como base, hace casi dos años se dio inicio al proyecto Campus Arauco junto con Duoc UC, el cual trata del primer proyecto en Chile que integra la educación superior con la empresa privada, a través de un modelo único que desarrolla una estrategia de aprendizaje dual, adaptada a Chile a partir de la experiencia alemana.

De acuerdo a lo que indicó la empresa a El Dínamo, este 2017 se registró una matrícula de 409 alumnos considerando primer y segundo año. De este total, 60 alumnos de dos carreras en la modalidad de alternancia dual que comenzó en agosto de este año, donde se pone en práctica todo lo aprendido en las plantas del complejo Arauco, guiados por trabajadores que han sido especialmente capacitados como tutores, logrando así un aprendizaje integral que vincula los aspectos teóricos con los prácticos inmersos en los procesos productivos.

Rodrigo Viveros, director de la sede Campus Arauco de Duoc UC, manifiesta que este proyecto “permite revalorizar y posicionar a la educación técnico profesional en sintonía con el desarrollo productivo, formando alumnos con un nivel de competencias que le permitirá ser un aporte en cualquier industria en que se desempeñen”.

Asimismo, manifestó que esta formación de calidad está abierta a todos los jóvenes de la región, quienes pueden acceder a estudiar con apoyo del Estado como becas, gratuidad y créditos, por tratarse de una institución acreditada.

Patricio Eyzaguirre, subgerente Asuntos Públicos y RSC, destacó que el fin de esta formación es que “permita que los jóvenes de la región se inserten de manera más productiva al mundo laboral y que por otro lado, nuestros profesionales se puedan capacitar de mejor manera frente a los desafíos que impone la industria cada día”.

“En el mundo actual la práctica es algo sumamente relevante. Sobre todo en el mundo laboral. Por eso, surgió la necesidad de dar este atributo innovador al Campus Arauco, considerando que la oferta de carreras profesionales no contaban con esta característica y que existe una alta demanda por parte de las empresas de contar con profesionales con más experiencia en los rubros industriales”, explica.

Por su parte, Ramos concluye: “Flexibilidad y adaptación al cambio, trabajo en equipo, resolución de problemas o aprender a aprender son algunas de las competencias claves para ser profesionales integrales con éxito en el mundo laboral, y que hoy son cada vez tomadas más en serio, tanto por los profesionales, como por las instituciones de educación. Para formar mejores profesionales no sólo debemos entregar conocimientos, sino que las herramientas para que ellos construyan su propio camino profesional en base a sus intereses y las competencias de empleabilidad constituyen gran parte de esas herramientas”.

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