9 claves para entender la filosofía Sampaoli que aterrizaría en la ‘Roja’

1. AMOR A LA CAMISETA

“Yo creo que la única forma de ser exitoso es unificando a los jugadores desde el amateurismo. Hay que tratar de encasillarlos en el amor a la camiseta, desde el goce, no desde la obligación. Cuando uno logra que en esta sociedad individualista haya compromiso a algo intangible, con humildad, permite que todos se junten: da lo mismo el origen social o cultura de las partes. Si se abandona ese amateurismo, los profesionales se olvidan de dónde salieron, y así es imposible que lleguen a un lugar muy alto”.

2. REBELDE DECLARADO

“Es una rebeldía que traigo desde siempre. No me gustan las estructuras, lo que está determinado. Trato de rebelarme a todo. Por alguna razón me gusta lo que parezca directamente imposible, hacer que haya una posibilidad. Es algo natural, y diría que con el tiempo sólo lo he profundizado”.

“Yo viví en una época en que la tendencia era más de izquierda, pero en el fondo yo era más un reaccionario. Si la dictadura hubiese sido de izquierda, quizás hubiese sido lo contrario”.

3. APOYO A LAS BARRAS

“No me gusta que se utilice el deporte mediáticamente, como se hace con el tema de las barras. No son todos los barristas son delincuentes; los que cometen delitos son los delincuentes. Que se suspenda un banderazo porque dicen que va a generar violencia, cuando nunca ha pasado algo, es grave. O prohibir el ingreso de paraguas. Yo entiendo a los chicos, porque yo fui igual, y sin eso, sin ese folclore, este deporte no sería igual. Esto, si sigue así, no va a tener límites, se va a generar una paranoia muy grande. (…) Éste es un tema social: hay un resentimiento de mucha gente que se ha sentido discriminada y relegada por años, probablemente desde el momento que nació Para ellos delinquir es un paso natural, ni siquiera saben qué es lo que están haciendo. Hay que mirar el asunto desde más arriba. Con este tipo de políticas de gobierno, de poder, es más la reacción. Los chicos van a estar esperando el momento para reaccionar. Cuando limitás, limitás, limitás, van a reaccionar. El estadio es el único momento de libertad de expresión para ellos”.

4. ADICTO A BIELSA

No es un secreto que es un declarado admirador de Marcelo Bielsa, ex técnico de la selección chilena. Sampaoli confiesa que espiaba los entrenamientos del ‘Loco’ cuando dirigía Newell’s Old Boys y que logró entrar en su entorno más cercano para poder ingresar a las prácticas. “Puedo decir que durante mucho tiempo fue una especie de ídolo. Pasaba al menos 14 horas al día pensando en él; viendo videos de charlas suyas, partidos. Me acuerdo que salía a trotar y en el walkman llevaba grabaciones de conferencias de Marcelo y yo trataba de automatizar lo que escuchaba. Estaba todo el día con mi cabeza en Bielsa”.

“Nosotros intentamos imitar la metodología de Marcelo con la misma convicción en la defensa de una idea. Intento sentir los mismo que siente él, para tratar de generar que los equipos funcionen a través de esa idea. Él es uno de los mejores del mundo, si no el mejor. Nosotros tratamos de lograr lo mismo con una creencia desmedida en esa idea de él. Para mí, Bielsa ya es como un mito (…) Prefiero tenerlo como ese mito que me genera un respeto terrible. Yo lo veo como el mejor y quiero quedarme con esa idea”.

5. EL BIELSA CHINO

Sampaoli pasó por 4 equipos en Perú. En medio de su estadía vio huelga de jugadores y debió mandar a sus colaboradores a grabar partidos de sus rivales con una Handycam (cámara de video), ante la inexistencia de transmisiones oficiales. El 2007, cuando llegó a Chile, con la confianza de Ricardo Abumohor, tuvo a un ex editor de la selección argentina revisando y elaborando videos 10 horas al día. Un trabajo que le significó que muchos de sus pares lo ridiculizaran llamándolo “el Bielsa chino”.

“He aprendido a no prestarle tanta atención a lo que dicen de mí: no me gusta que me alaben ni me critiquen, así que simplemente dejé de leer. La verdad es que la gran razón para venirme a Chile fue porque Bielsa estaba trabajando en el país, nada más”.

6. ABIERTO AL DIÁLOGO

“Yo exploto, y es algo que tengo que aprender a controlar. Es extraño, porque por otro lado siento que tengo que delegar más (…) Mis ojos son los de mis colaboradores. Yo necesito que la gente en nutra con el diálogo”. Consultado si es que acepta opiniones distintas, el trasandino confiesa que “con el paso del tiempo me he dado cuenta de que es muy difícil convencer al que piensa distinto. Uno lo puede hacer por un rato, pero en el momento de crisis, inevitablemente se separan. Si trabajas con gente que piensa igual a ti, te evitás eso. Con los que piensan distinto los debates son totalmente irrelevantes”.

7. RELACIÓN CON LOS JUGADORES

“Marcamos referencia de quiénes somos y de lo que queremos. No nos sentimos superiores a los jugadores, estamos en un lugar diferente, y así se ha hecho una convivencia muy amena. Nosotros entendemos todo: las salidas, las discoteques. Estamos dando libertades desde las obligaciones. Trato de explicarles esto a los jugadores: el fútbol es tan seductor, tan interesante, como escuchar música o bailar. Nosotros partimos de esa base: el fútbol tiene que gustarte tanto como otras cosas”.

8. OBSESIONADO Y ANTISOCIAL

Al analizar su carrera, Sampaoli asume y lamenta los costos que le acarreó: “Me costó un matrimonio. Todo esto me ha hecho ser un antisocial natural, porque el estar lejos de mi casa y concentrarme sólo en mi objetivo de vida tampoco me ayudó para tener amigos. Tengo muy pocos, a nadie te diría. He vivido encerrado, viendo lo que necesitaba para no fracasar como técnico, igual que como hubiera ocurrido siendo futbolista. Eso me generó una obsesión, y esa obsesión me provocó ser antisocial. Me gustaría recuperar todo lo que perdí, pero sé que ya es imposible”.

9. INFELIZ Y CULPABLE

Al preguntarle si lo que más le gusta lo hace infeliz, Sampaoli responde: “Más que haber talento, ahí lo que veo hoy con distancia es mucho egoísmo de mi parte. Prioricé mi objetivo de vida sobre la gente que me quería, y eso no es bueno”.