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7 de Diciembre de 2010

Luces y sombras de la nueva Corfo de Fontaine

La Corporación de Fomento a la Producción (Corfo) nació hace más de 70 años luego del desastre dejado por el terremoto que golpeó al centro sur de Chile. Había que  reconstruir el país y sacarlo de la crisis económica internacional que aún lo afectaba. ¿Suena conocido? Las coincidencias no terminan ahí. Tanto es así que si en 1939 se fundó la Corfo, en 2010 bien puede hablarse, como se especula en sus pasillos, de una "refundación".

 

 

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La Corporación de Fomento a la Producción (Corfo) nació hace más de 70 años luego del desastre dejado por el terremoto que golpeó al centro sur de Chile. Había que  reconstruir el país y sacarlo de la crisis económica internacional que aún lo afectaba. ¿Suena conocido? Las coincidencias no terminan ahí. Tanto es así que si en 1939 se fundó la Corfo, en 2010 bien puede hablarse, como se especula en sus pasillos, de una “refundación”.

 

 

Mientras funcionarios, tijera en mano, sacan las hojas del libro “Geografía Industrial y Tecnológica” donde aparece la ex presidenta Bachelet, al interior de la Corporación se preparan los cambios más importantes vividos en  años.

 

 

A la baja presupuestaria para el 2011, todavía se espera una disminución radical  de los casi 100 instrumentos actualmente disponibles. Para ello será vital la reunión que el Consejo General sostendrá el próximo 10 de diciembre. En ella se espera se concrete el dibujo definitivo de las herramientas, lo cual, se especula, podría significar la reducción de al menos, dos tercios de los actuales programas. 

 

 

Las críticas públicas son pocas. La gran mayoría de las fuentes al interior de la Corporación, y que fueron contactadas por El Dínamo, prefirieron mantener en reserva sus nombres, pues hay temor ya que en estos días se hace una reevaluación muy profunda de los instrumentos disponibles y de quiénes y cómo se ejecutarán.

 

 

Pero hay cambios que son de abierto conocimiento. En los últimos años el presupuesto de Corfo venía aumentado considerablemente, pero la tendencia se revirtió para el 2011. De los más de 1.100 millones del 2010, se pasará a algo más de 800 para el próximo año. Paradójicamente, el gerente Corporativo de Corfo, Matías Acevedo, asegura a El Dínamo que “aumentaremos el número de beneficiarios en un 30%” y que se incrementarán “los recursos hacia las Pymes en un 12%”. ¿Cómo aumentar cobertura con menos recursos? “No es magia”, asegura Acevedo, sino que “pasaremos de tener líneas de financiamiento a entregar garantías”

 

 

En palabras simples, “garantizar” significa disminuir el dinero que se entrega a los bancos para que lo coloquen en las empresas (cosa que hasta ahora había funcionado con gran dificultad) y, por ende, transformar al Estado en un simple garante de los créditos solicitados

 

 

Para algunos, este giro  responde a un cambio de paradigma al interior de la institución, impulsada por un tipo de gerente hasta ahora inédito en un organismo como éste. Se trata de un equipo conformado en su mayoría por profesionales provenientes del mundo financiero y que, como reclama un ex colaborador, “no conocen el fomento productivo”.

 

 

El cambio de mano se dejó sentir fuerte. A diferencia de otras administraciones, la vicepresidencia ejecutiva ahora reporta directamente al ministro de Economía sin rango de dudas. Si bien en lo formal siempre fue así, antes la cabeza de Corfo participaba como uno más en el equipo económico del Gabinete ministerial. Una funcionaria aclara que hoy “se nota más que nunca que se trata de un organismo ejecutor de las políticas emanadas del ministerio”.

 

 

Quien está a la cabeza de estos cambios es Hernán Cheyre. Fundó Econsult, empresa dedicada a la asesoría económica y financiera, de la cual se desvinculó en marzo para asumir la dirección de Corfo. Economista con un MBA en la Universidad de Chicago, es muy cercano al ministro de Economía, Juan Andrés Fontaine.  Su mano derecha es Matías Acevedo, gerente Corporativo. Según cuentan, es este último quien está a cargo de las decisiones en el día a día, ya que Cheyre tendría un “estilo gerencial”. 

 

 

Acevedo también es un nuevo “chicago boy” y antes de asumir en Corfo se desempeñaba como gerente de Finanzas en Enjoy y en la calificadora de riesgo Fitch Ratings. En tanto, como jefe de Gabinete ejerce Felipe Commentz, también proveniente de Econsult y quien tiene a su cargo la recientemente creada Gerencia de Estrategias y Estudios. 

 

 

Completan el equipo Juan Antonio Figueroa, gerente de Desarrollo Empresarial y Cristóbal Undurraga, a cargo de Innova Chile. Ambos son familiares, pues están casados con dos hermanas. El primero cumplía labores a cargo de la Family Office Los Lagos y el segundo desarrollaba e implementaba  proyectos para la reducción de emisiones de carbono en Calera Company.

 

 

El marcado origen financiero del equipo director no deja indiferente al sector. Algunos critican la “poca visión de Estado” que tendrían y la falta de experiencia en el mundo del fomento. “Un tipo que viene de ese ambiente no entiende la lógica de los subsidios y de los créditos que se entregan”, asegura un ex funcionario. “El problema es que pusieron a cargo de Corfo a quienes no creen en ella”, asegura un economista de una reconocida universidad, que pide guardar el anonimato. En cambio, para otros es la única manera de dotar de eficiencia a un organismo que había perdido músculo.

 

 

Una de las acciones ya implementadas y que demostraría el espíritu de los nuevos tiempos es la desactivación de  la estrategia en favor de los cluster de alto potencial. Acevedo explica que “no tendremos política nacional de cluster. No se priorizará un sector en particular, se les dará a todos la oportunidad por igual”. Para ello ya han ido traspasando la institucionalidad a los ministerios del área, alivianando la estructura de Corfo. De hecho, ya han emigrado los clusters minero, acuícola y agroalimentario. Los opositores a la medida atribuyen el cambio a una mirada “excesivamente liberal” y que “desperdicia las capacidades instaladas”.

 

 

Pero no todo son reparos. Un alto dirigente empresarial, que prefirió guardar reserva de su nombre, cree que lo hecho va por buen camino. Coincide en la idea de que a Corfo le faltaba monitorear más sus programas, y, por ende, evaluar el “impacto real de la política” algo que una estructura más liviana permitiría. También hay ex funcionarios de la era Bachelet que ponen paños fríos. “Cuando nosotros llegamos
también quisimos reducir instrumentos y mejorar los monitoreos, y algo lo logramos. Lo que pasa es que estando dentro la cosa es muy diferente”, aseguró una alta ex ejecutiva que reconoce lo necesario de alguna de las iniciativas. De hecho, consultado por la transformación de Corfo en un ente “garantista”, Eduardo Bitrán, ex ministro concertacionista y ex director de InnovaChile, admite que es “adecuada” mientras exista, tal como hoy, financiamiento disponible en la banca.

 

 

En lo orgánico, ya se implementó una nueva estructura que quedó plasmada en la reunión del Consejo General de la institución en julio pasado. En ella, se resolvió fusionar y eliminar gerencias. Es así como se unió  Fomento con  Desarrollo, creando la Gerencia de Desarrollo Empresarial. También se aglutinó la Subgerencia de Cluster con la de Agencias Regionales de Desarrollo Productivo. Se renombró a la Gerencia de Intermediación Financiera por la de Inversión y Financiamiento, así suma y sigue.

 

Al interior del organismo hay nerviosismo. Las miradas están puestas en la nueva reunión del 10 de diciembre. Se espera que en ella se concreten las reducciones que se vienen esperando hace nueve meses. Sólo ahí se sabrá el alcance de los cambios por venir y la dirección definitiva que tomará una de las instituciones más emblemáticas de la economía nacional.

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