Ponce Lerou tiembla: multas en EE. UU. podrían llegar a los 800 millones de dólares y piden su salida del directorio

Cuando los representantes de la firma canadiense Potash decidieron renunciar al directorio de SQM, saltaron de un barco que iba camino a una tormenta de proporciones monumentales. Y los efectos de esta ya se están sintiendo.  Esto porque las investigaciones a la minera por posibles financiamientos ilegales de campañas políticas y eventuales sobornos, no solo complican su panorama con la justicia chilena si no que también con la legislación estadounidense.

Patricio de Solminihac, actual gerente general de SQM, reconoció pagos irregulares de la sociedad por 11 millones de dólares, lo que los complica aún más en EE. UU. Un antecedente más para el grupo de accionistas estadounidenses que presentó una demanda colectiva en contra de SQM acusándola de presentar “información engañosa” y argumentando que producto de estas irregularidades, “las acciones de SQM cayeron más de 15,6% en volumen muy alto”.

Junto a eso, una administradora de fondos en EE. UU., SailingStone Capital Partners, envió una carta a la SEC, el equivalente a la Superintendencia de Valores y Seguros en el país norteamericano, con copia a la NASDAQ, la bolsa de valores electrónica más grande de ese país, para exigir la salida de Ponce Lerou de la presidencia de la sociedad y la re estructuración de todo el directorio. 

El fondo argumenta que la salida del yerno de Pinochet es necesaria “debido a sus conflictos de interés personales con otros accionistas” y por su “fracaso como presidente para crear y hacer cumplir las prácticas razonables de gobierno corporativo”. Junto a eso, piden la renuncia inmediata de Patricio Contesse hijo, por los”conflictos de interés asociados a la salida de su padre”, ex gerente general de SQM, y solicitan que el Comité Ad Hoc creado en la minera para investigar irregularidades sea “verdaderamente independiente”.

Pero lo que verdaderamente preocupa a SQM y asustó a sus socios canadienses, es una posible acción legal de parte la SEC, que ya se encuentra investigando antecedentes de la empresa de Ponce Lerou.

Para casos como el de SQM, la SEC invoca la “Ley de Prácticas corruptas en el extranjero” (o FCPA, en inglés), que es el instrumento legal creado en 1977 que permite sancionar a empresas –estadounidenses o extranjeras- que transan en la bolsa de Nueva York como SQM, y que están acusadas en el extranjero de soborno o de cualquier tipo de pago irregular a funcionarios públicos, o de irregularidades contables, como por ejemplo, pagar con boletas ideológicamente falsas.

Las multas que ha aplicado la FCPA en algunos casos son estratosféricas y a juicio del abogado Rodrigo Reyes, director jurídico de Prelafit Compliance y experto en la legislación económica estadounidense, “podrían ser desastrosas para SQM”.

Por ejemplo, la firma francesa de energía y transporte, ALSTOM, acusada de infringir la FCPA con irregularidades contables y pago de sobornos en distintos países, terminó llegando a un acuerdo con el Departamento de Justicia de EE. UU. en 2014 y pagando una multa de 772.3 millones de dólares. Esto sin contar las multimillonarias pérdidas de la empresa, que debió desembolsar varios cientos de millones de dólares en una investigación interna.

Otro caso de manual es el de la empresa alemana Siemens, que pagó 4.283 sobornos en distintos países y que -a juicio de los expertos y de la prensa estadounidense-, terminó “salvándose de una multa mayor” y pagando una multa récord de 800 millones de dólares.

Dentro del top 10 de las multas más altas por violaciones a la FCPA  se encuentran diez empresas extranjeras, la última de ellas es Daimler AG, de origen alemán, que terminó pagando 165 millones de dólares por financiamiento irregular a funcionarios públicos en Rusia. “En el caso de SQM es difícil calcular a cuánto podría llegar la multa, porque son proporcionales a los beneficios obtenidos. Y no está aún tan claro cuales fueron estos beneficios”, explica la experta en derecho económico,  Fernanda Juppet. En tanto, el directorio de la empresa podría pagar multas de su propio bolsillo cercanas a los 2 millones dólares, ya que también se sanciona a las personas naturales.

La FCPA también contempla penas de cárcel en EE. UU. que pueden llegar hasta los 20 años, previa extradición de los responsables. “Por el escenario, eso lo veo un poco más complicado. Pero eventualmente podría haber presidio efectivo para los responsables”, explica un abogado de la Universidad de Chile cercano al caso. Además, la SEC puede suspender todas las ADR’s o acciones de la compañía en EE. UU. e impedirle que pueda participar en este mercado.

Esto independiente a las “demandas de clase” o demandas colectivas presentadas por grupos de accionistas estadounidenses, que buscan una indemnización de varios millones de dólares por la pérdida de valor de las acciones. Esta última situación hace aún más crítica la tormenta que  SQM ya está empezando a enfrentar.

El naufragio de las acciones

Los abogados coinciden en que uno de los efectos más complejos que puede tener la investigación y que ya se está sintiendo, es la pérdida de valor de las acciones de SQM, que han caído casi un 20% y la semana pasada registraron su valor más bajo desde 2008. “Uno se fija mucho en las multas y las penas de cárcel, pero el daño reputacional que está teniendo SQM en EE. UU., en la cotización en bolsa que va a la baja, o cuanto de eso va a impactar a sus negocios futuros son pérdidas millonarias también”, observa el abogado Rodrigo Reyes.

Cuando WalMart fue investigado por la SEC en 2012, sin siquiera haber sido multado, tuvo pérdidas por 10 mil millones de dólares solo por la pérdida de su reputación. Avon, que también fue multada por el organismo por 132 millones de dólares, perdió 300 millones de dólares mientras duró la investigación.

“Las expectativas con respecto a SQM están a la baja. No cabe duda que nadie quiere comprar esas acciones y van a esperar a que caigan hasta el fondo”, explica Víctor Salas, economista y académico de la Usach, que agrega que esto “afecta a las AFP que compraron paquetes de acciones de SQM”. Incluso, el experto asegura que Ponce Lerou podría “perder el control de la sociedad. Como lo que les ocurrió a los de Penta, que han tratado de vender el banco pero nadie quiere comprarlo”.