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8 de Abril de 2015

Historia de una "renuncia presidencial": el rumor que enfrentó a Mosciatti con la Presidenta Bachelet

Con una pregunta en el noticiero de Mega y una editorial en Radio BíoBío, Tomás Mosciatti hizo masivo un rumor que ya había sido difundido en las redes sociales: la Presidenta habría amenazado en dos oportunidades con renunciar, dato desmentido hoy por Bachelet. En medio de un clima de desconfianza, académicos y cientistas políticos analizan los efectos de difundir rumores como información cierta, práctica que juzgan de “irresponsable” y “paranoica”, además del uso político que se puede esconder por parte de quienes los originan.

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“¡Escúchame bien: el que te dijo eso es un demente. Es un lunático!”, respondió a El Dínamo el director de un conocido canal de televisión, tras ser consultado si era efectivo que en una reunión con Anatel la Presidenta había amenazado con renunciar a su cargo. Lo mismo aseguró el timonel de un canal de alcance más limitado: “No sé quién te lo dijo. Yo nunca escuché eso”.

El rumor a ser verificado era el siguiente: el 18 de marzo en medio de una reunión en la que participó la Presidenta, el ministro Álvaro Elizalde y la directiva de la Asociación Nacional de Televisión, donde ambos consultados estuvieron presentes, se habría tocado el tema del nuevo rol de las redes sociales en la televisión. Cuando se mencionó Twitter, el rumor contaba que la Presidenta-cuestionada furibundamente en esa red social por el caso Caval- habría dicho: “¿En Twitter no es donde se pide que se vayan todos? Bueno, si no les gusta mi gobierno, entonces me voy”. 

Una historia que llegó a algunos periodistas, que pronto pasó a ser comentada en redes sociales y que sólo se hizo carne cuando en una columna de opinión de Tomás Mosciatti, el dueño de radio Bío-Bío aseguró que “es tal la hecatombe, que Michelle Bachelet ha hablado de renunciar. Y no ha sido cauta porque lo ha dicho frente a personas que no son de su confianza e incluso ante desconocidos”.

Fue tal el alcance del rumor, que hoy la Presidenta lo desmintió. “No he pensado en renunciar ni pienso hacerlo”, dijo la mandataria.

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El chisme tuvo su mayor amplificación mediática cuando Tomás Mosciatti, quien no es periodista pero ejerce como entrevistador, se lo preguntó al ex senador Camilo Escalona en Mega, el canal con mayor rating del momento, esta vez en condicional. “¿Usted ha escuchado acerca de que la Presidenta podría haber dicho que podía renunciar? ¿Lo ha escuchado?”.

Escalona, lejos de desmentir la historia, perpetuó la sospecha: “Lo he leído”, seguido de un “no, no puedo desmentirlo”. A partir de ahí, la teoría de la renuncia se instaló masivamente en las redes sociales y tal como expresó Nicolás Copano en una columna, ha sido replicada en blogs y comentada en las micros. El diputado del PC, Daniel Núñez incluso afirmó que tanto ese rumor como otros fueron propagados por “gente poderosa que los echa a correr justamente para debilitar este ciclo de reformas”.

La reunión de Anatel es sólo una de las tantas versiones que circulaban durante la semana pasada acerca de una supuesta amenaza de renuncia de la Presidenta Bachelet. Otra versión dice que en un comité político con sus ministros a fines de febrero,  la Presidenta se habría negado a abordar el caso Caval para luego amenazar con renunciar si es que se lo seguían pidiendo. Incluso Patricio Navia a través de Twitter escribió: “Rumor en la clase política es que Bachelet (ha) renunciado dos veces y no quiere más guerra. Que Insulza vendría al rescate. Rumor infundado”.

Historia de una “renuncia presidencial”: el rumor que enfrentó a Mosciatti con la Presidenta Bachelet

Hacerse cargo de los rumores: uso político y la falla ética de avalarlos

Lo único que aún no ha sucedido con la historia es lo esencial en términos periodísticos: que alguien la haya comprobado. Algo parecido ha sucedido con la denuncia de Radio Bío Bío de que habría 50 parlamentarios y tres ministros involucrados en el caso SQM. A casi una semana de la publicación, sus nombres aún no han sido dados a conocer. Fuentes en La Moneda afirman que están tranquilos, ya que hasta el momento no hay secretarios de Estado involucrados y que incluso desde la Presidencia instaron a Radio Bío Bío -y a otros medios- a que demostraran las fuentes y la veracidad de sus afirmaciones, asegurando que de ser ciertas, esos ministros saldrían inmediatamente del Gabinete.

Para el cientista político, Patricio Navia, estas informaciones provienen de un clima de paranoia que afecta a la clase política: “En las conversaciones que he tenido con los políticos hay gente muy asustada porque no saben si van a salir sus nombres en alguna de las revelaciones de SQM. O si participaron en alguna consultora que prestó servicios a la minera y puedan ser vinculados”.

/ @patricionavia - twitter.com

Faride Zerán, Premio Nacional de Periodismo y académica de la U. de Chile: “Dentro del clima de suspicacia puedo preguntarme qué es lo que pretende alguien que se supone que adhiere a estándares éticos elementales del ejercicio de periodismo y que se hace eco de un rumor de ese calibre”

Por eso, Navia quita responsabilidad al entrevistador de Mega en la propagación de la historia: “Mosciatti se hizo cargo de un rumor que ha sido ampliamente difundido en la clase política. De hecho yo ni siquiera sabía que Mosciatti lo había dicho”.

La académica de la Universidad Alberto Hurtado, Lyuba Yez, experta en ética periodística, cree que en el actual clima “hay políticos de todos los bandos interesados” y que obviamente, “los rumores que se echan a correr se hacen de manera interesada”. “Hay varias autoridades que lo dicen en la cara, que supuestamente saben lo mismo. El periodista debe estar más atento para juzgar bien cuál es la intención que hay detrás”.

Para la docente, la arremetida de este tipo de información también tiene que ver con el mal manejo comunicacional de las autoridades que “guardan silencio” y dejan espacio para que los vacíos se llenen con especulaciones y que la gente “use su imaginación”. “La historia uno la va completando porque es tan deseable que ocurra, que la película es mucho mejor basada en rumores que basada en periodismo. Pero esto no es ficción. Entonces finalmente creo que el público demanda más, porque ya le dijeron que había ministros involucrados, autoridades involucradas, y quieren llegar al fondo. Pero estos no son procesos que duren una semana, demorará mucho tiempo”, dice Yez.

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Lyuba Yez, académica, experta en ética periodística: “La historia uno la va completando porque es tan deseable que ocurra, que la película es mucho mejor basada en rumores que basada en periodismo. Pero esto no es ficción”

La integrante del Consejo de Ética de los Medios de Comunicación Social en Chile, Francisca Alessandri, cree que en el contexto de la sección de Mosciatti, donde se emiten constantemente opiniones, “hay un espacio de mayor libertad para hacer preguntas de este tipo” y para “hacerse eco de opiniones de redes sociales y de otros lados”. Lejos de creer que hay una intencionalidad política, atribuye la entrega de información no confirmada a “dar cuenta de que se está más informado que el de al lado. De querer golpear con la noticia y sacar dividendos periodísticos y decir que yo sé más”.

Algo que no comparte la académica de la Universidad de Chile, Faride Zerán, que es crítica frente al rol que han tomado algunos medios en la crisis institucional: “Dentro del clima de suspicacia puedo preguntarme qué es lo que pretende alguien que se supone que adhiere a estándares éticos elementales del ejercicio de periodismo, y que se hace eco de un rumor de ese calibre y lo echa a correr”. Incluso, la docente va más allá: “Una vez más, el periodismo hace eco de la crisis ética que tiene Chile en todos sus niveles”.

Bachelet

Lyuba Yez: “El periodismo tiene que tener mucho ojo: puede ser utilizado y puede ser manipulado por las propias autoridades para fines que no son periodísticos, si no que para intereses personales”

Hasta el momento, y más allá del desmentido de la Presidenta, nadie ha podido comprobar la veracidad de la historia sobre su renuncia. Pero cercanos y analistas políticos que conocen su carácter, ponen en duda la veracidad de la información y argumentan que “es muy improbable debido a su sentido de responsabilidad”. El analista Robert Funk cree que la información -aunque la cataloga como falsa-, pudo haber tomado fuerza por el caso Caval, ya que “la Presidenta estaba muy afectada y desanimada”. Por lo tanto, a través del rumor, “se pudo hacer un uso político”.

No es primera vez que la prensa hace eco de rumores en el mundo político. Ya había sucedido en los 90′ con el caso drogas en el Congreso; y hubo un vendaval de información no comprobada en el caso Spiniak. Zerán atribuye el uso de rumores a “estrategias de desestabilización” y también a “irresponsabilidades periodísticas”.

Para Lyuba Yez, estas historias que a veces son filtradas por las mismas autoridades, son útiles para conseguir fines políticos. “El periodismo no tiene que esconder la mano, tiene que ser súper fiscalizador y más activo que nunca. Pero también tener ojo, porque puede ser utilizado y puede ser manipulado a veces por las propias autoridades para fines que no son periodísticos, si no que para intereses personales”, afirma. 

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