Cadem: “Realismo sin renuncia” no revierte baja aprobación de Bachelet

Fueron dos cosas de la mano. La economía provocó que el gobierno girara el timón y anunciara tanto “jerarquización” como “priorización” en sus reformas emblemáticas, al enfrentar un adverso escenario, ya que el país crecería menos que lo proyectado en los cálculos iniciales cuando se llevó adelante la reforma tributaria.

Hace un par de semanas, la Presidenta Michelle Bachelet intentó tomar el control de la agenda, después de semanas de cuestionamientos por la falta de nombramientos, y ante los embates de un pobre crecimiento económico. “Realismo sin renuncia” sería la expresión instalada como el inicio de este segundo tiempo, considerado incluso como una suerte de “tercer gobierno” de la mandataria, donde sinceraría cómo se llevarían adelante sus promesas de campaña.

Eso no fue suficiente para cambiar la percepción de la gente respecto del gobierno.

La aprobación presidencial, según esta edición del sondeo semanal Plaza Pública-Cadem, no logra despegarse del 25%, histórico fondo para la mandataria, en tanto que su desaprobación se alza por el 66%.

La economía no sólo influenció potentemente la política sino que también la percepción del país por parte de los encuestados, ya que tras el anuncio del Índice Mensual de Actividad Económica de un 0,8%, el porcentaje de gente que consideraba que Chile estaba en una buena o muy buena posición económica presentó una fuerte caída de 10 puntos, de 40 a 30%, mientras un 51% considera que ésta es “mala o muy mala”.

En la misma línea, la percepción de la propia situación económica familiar presenta una caída de 9 puntos, de 52 a 43%, y las expectativas de consumo -quienes consideran que están en una buena posición para comprar- bajaron también de 39 a 33%.

Bolivia e intromisiones del Papa

Un 70% de los consultados está en desacuerdo con los dichos del Papa Francisco, quien en diversas ocasiones la semana pasada se manifestó respecto del diferendo marítimo con Bolivia. Indicó que ambos países debían dialogar, y que la ambición de tener salida al mar “no es injusto”. En esa misma postura, un 85% considera estar en desacuerdo con una mediación.

Asimismo, 46% cree que no se les debe dar nada a Bolivia, mientras que un 8% cree que el país vecino debe tener una salida al mar con soberanía.