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9 de Octubre de 2015

Adelantando las vacaciones: Ocho cosas que te pueden arruinar un viaje y cómo evitarlas

Aunque las vacaciones casi siempre son sinónimo de placer, hay ocasiones en que se pueden arruinar tus planes: tu vuelo se retrasó, tu maleta no está, te enfermaste o quedaste varado en un país que no conoces. Uno nunca piensa que esas cosas le pueden pasar a uno, pero pasan. ¿Qué hacer en esos casos?

Por El Dínamo
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Tres semanas de vacaciones después de todo un año trabajando. Preparaste con anticipación un viaje que siempre habías soñado. Pero de pronto la Ley de Murphy se hace presente. Acá ocho testimonios con algunos de los imprevistos más comunes con los que se topan los viajeros, que aunque a veces son inevitables, podrías evitar que se conviertan en un mal rato.

1.- Esa comida exótica que te cayó mal

Uno de los mejores placeres a la hora de viajar, es probar comidas que sólo habías visto en un capítulo de “Anthony Bourdain: Sin Reservas”. O probar la versión original de algún plato que comiste en un restaurante internacional en Chile.

Imagínate en el calor de Guayaquil comiéndote una piña de un colorido carrito callejero. Y terminar con un fuerte dolor de estómago y una diarrea inolvidable que no te deja ni caminar.

Quesadilla_de_huitlacoche

Eso le pasó a Gonzalo, sociólogo, que había organizado un viaje con sus amigos a Lima y Ecuador. Su caso es muy común en los viajeros que confiados en que “nunca les ha pasado nada”, se exponen a comer alimentos en la calle que pueden estar mal preparados.

A pesar de no contar con un seguro de asistencia en viajes, Gonzalo tuvo algo de suerte: uno de sus amigos tenía un contacto con una parroquia ecuatoriana y lo dejaron alojar ahí. “Quedé tirado en una casa de curas ecuatorianos que nos hospedaron. Y ellos llamaron a una médico que fue a visitarme allá. Estaba con fiebre y mucha diarrea, así que me dejaron con suero a la vena”, relata. Su diagnóstico: salmonelosis, una de las enfermedades más comunes por consumir agua o alimentos contaminados.

Como no tenía un seguro de viajes que reembolsara gastos por el cambio de fecha y regreso anticipado, perdió el dinero del pasaje. Y como tampoco tenía un seguro de asistencia médica, ni de extensión de cobertura por hospitalización, no le quedó otra que devolverse. Apenas tuvo algo de fuerzas, Gonzalo compró pasajes a Santiago y volvió antes que sus amigos. Vacaciones arruinadas.

/Foto de referencia/ cascada.travel

2.- No es una aventura hasta que algo sale mal

Cuando te gusta viajar a la naturaleza, ¿cómo no arrendar unas bicicletas para hacer descenso? ¿O caminar por alguna playa a pies pelados? ¿Hacer una caminata, escalar una pared de hielo, hacer snorkel en medio de coloridos cardúmenes o surfear una ola cálida y perfecta?
A veces son oportunidades únicas en la vida. Sin embargo, algo puede salir mal: tropezarte, pisar un erizo de mar, torcerse el pie, etc. Uno nunca piensa que le va a pasar a uno, pero pasa.

Río+de+Janeiro,+Brasil

Es que los accidentes te pueden suceder, aún cuando no seas un aventurero. Eso le pasó a un viajero llamado Omar que fue por cinco días a Río de Janeiro: recién llegado, camino a la playa, un taxista le cerró la puerta del auto en su dedo.

“Comenzamos a recorrer hospitales, en varios nos encontramos con avisos que decían que no atendían urgencias. En resumidas cuentas, pasé tres de los cinco días que tenía en Rio con un dedo entablillado y casi sin poder entrar al agua”, cuenta.

Para este tipo de casos, existen seguros que brindan asistencia médica por accidentes y que guían al cliente. Incluso ayudan a costear los medicamentos recetados.

Aeropuerto

3.- Mi vuelo no llegó

De vuelta de vacaciones desde Nueva York, Carla tuvo que hacer escala en Lima. Sin embargo, la aerolínea canceló su vuelo. Cuando pasa algo así, la mala suerte suele aumentar como una bola de nieve: quieres viajar de vuelta a tu país, no tienes asiento, no sabes cuánto tiempo estarás en esa situación o si llegarás a tiempo de vuelta a tu país. Y lo peor de todo: a veces las aerolíneas no se hacen cargo y tienes que costear gastos extra.

Todo es evitable con un seguro que reembolsa los gastos por vuelo demorado. Pero Carla no lo tenía:”Me hicieron esperar mucho el bus que me llevaba al hotel. Nadie me ayudó, lo pasé pésimo, hasta me puse a llorar porque mi familia no sabía que no iba a llegar y no tenía cómo avisar. No me dieron ni una tarjeta para llamar a mi familia que me esperaba”.

Concurso Sernatur para viajar por Chile

4.- Todo fue culpa de la azafata

Antes de que despegue el avión, las aerolíneas pasan un video con recomendaciones para el vuelo: abrocharse el cinturón, no transitar por los pasillos y cómo utilizar de forma adecuada las mascarillas de oxígeno.

Pero no es necesario que se caiga el avión para tener un accidente a bordo. De pronto, puedes sufrir un golpe en la cabeza por alguna turbulencia, o se te puede dar vuelta el café en tus manos o torcer el tobillo caminando hacia el baño. Todos momentos desagradables. Y a muchos metros de altura.

Imagínate, ni has llegado a tu destino y ya no sabes a qué hospital ir. La asistencia en viajes te puede ayudar a coordinar a que un médico te espere en el aeropuerto, para atenderte apenas aterrices. Eso, a menos que tengas un seguro.

/ agenciaUno referencial

5.- Los delincuentes aman a los turistas

Los ladrones saben reconocer turistas, es así en todo el mundo. Un momento de relajo o de distracción y te sacaron la billetera con tus documentos y dinero.

Pablo, por ejemplo, caminaba por una calle de Cuzco cuando un auto pasó por su lado y desde la ventana le robaron la mochila con sus documentos. Casos así hay muchos y lo peor de todo, son los trámites que hay que hacer después. Lo suficientemente burocráticos y angustiantes como para arruinar el día por completo.

La única alternativa para alivianarte el mal rato es haber contratado un seguro de viajes: llamas al servicio de información y pides asistencia en caso de extravío de documentos.

Te ayudarán a bloquear tus tarjetas y a conseguir un salvoconducto que reemplaza al pasaporte. Incluso se puede solicitar transferencia de fondos, para que no te quedes sin dinero en medio de un país ajeno. Algo que no hará tu día más feliz, pero sí menos gris de lo que fue por el robo.

Aviso de Bomba en el Aeropuerto de Santiago

6.- Perdieron tu equipaje

Llegaste a tu destino pero tu maleta no está. Afuera hace frío y tú andas de polera. La demora no es lo peor de todo: en algunos casos incluso se pierde definitivamente el equipaje.
Es lo que le pasó a Andrés en su luna de miel. Compró pasajes a Buenos Aires, pero el vuelo se atrasó dos horas. Cuando por fin llegaron, no estaban sus maletas. Y por buscarlas, perdieron el taxi que los llevaba al hotel.

“Al final nunca llegaron. Y para más remate, llegué al hotel y me dijeron que no había reserva a mi nombre”, cuenta.

Andrés pudo haber ocupado algún servicio de localización de equipaje, recibido una compensación por demora en su equipaje de vuelo regular o por la pérdida de equipaje complementario si hubiese tenido un seguro de asistencia en viajes. Pese a todo, al menos aún sigue casado.

Turismo en Viña del Mar en primer feriado del año

7.- Arena y sol, el mar azul

Un clásico: viajaste a un lugar con playa, empezaste a tomar sol, se te olvidó ponerte bloqueador y te quedaste dormido en esa playa vacía y relajante.
Resultado: terminaste en otro país insolado, con la piel roja, fiebre, ronchas y quemaduras.

Obligado a sobrevivir intentando no tocar tu espalda ni siquiera con la polera. Y a recorrer lugares que no conoces, buscando asistencia médica en la que no sabes si confiar o no. Entonces te acuerdas que leíste este artículo y a pesar de ello no contrataste un seguro porque pensaste: “Seguro a mí no me va a pasar”.

treekb.com

8.- No me moleste mosquito

País tropical. Te bañaste en repelente, pero aún así, te das cuenta que tienes una picadura de insecto. Lo peor es cuando tienes una reacción alérgica y esta se hincha, se infecta o te da fiebre.

Lo único que debes saber para escoger un seguro de viajes, es por cuánto tiempo y para qué lo necesitas. Existen algunos para viajes cortos, para solicitar una Visa, para ir de intercambio, entre otras alternativas.

Las prestaciones también incluyen traslado y estadía de un familiar por casos de hospitalización, repatriación de restos mortales (nos pusimos dramáticos) y gastos odontológicos. Si quieres evitar el riesgo de arruinar tus vacaciones, puedes consultar en EstoySeguro.cl, una de las compañías con mayor experiencia en este rubro.

Este contenido patrocinado llegó a ustedes cortesía de EstoySeguro.cl 

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