El día en que la BBC le mostró al mundo el “peor censo de la historia” de Piñera
El medio destacó que la medición hecha por el gobierno de Piñera omitió al menos al 9% de la población chilena y se convirtió en un verdadero fracaso.
Por Redacción EL DÍNAMO
Si hay una razón del por qué se está haciendo un censo en 2017 y no en 2022, como originalmente debió haber sido, es por el fracaso del censo organizado por el gobierno de Sebastián Piñera. El mandatario anunció la medición como “el mejor censo de la historia”, pero por errores en la implementación, terminó siendo todo lo contrario y obligando a realizar nuevamente el proceso en 2017 para subsanar algunas de las falencias.
Para vergüenza de todos, el error del gobierno no pasó inadvertido en ningún lugar del mundo y la prensa internacional cuestionó la reputación del país. El Financial Times escribió: “Chile, el país latinoamericano con la reputación por tener una precisión teutónica, está envuelto en un vergonzoso escándalo estadísticos. Meses antes de una elección que se espera dar paso a un nuevo gobierno de izquierda”.
The Economist también fue duro: “La reputación de Chile ha recibido una serie de maltratos en el último tiempo. La credibilidad de la encuesta de pobreza del país del año pasado, la Casen, fue puesta en duda. Ahora es el turno de las cifras del Censo y la inflación”.
“La reputación de Chile de proporcionar algunas de las estadísticas oficiales más sólidas en América Latina se ha visto afectada por las preguntas que rodean la recopilación de los datos del censo”, dijo The New York Times.
En un extenso reportaje, la BBC destacó que se empelaron casi 60 millones de dólares en una medición con resultados inválidos. Y que los errores podrían tener consecuencias serias relacionadas “con la correcta asignación de fondos públicos para la población y la focalización de las políticas públicas”, además aseguran que este error “empaña la confianza en las cifras de Chile, país que forma parte de la OCDE”.
La BBC recordó que uno de los principales factores que ayudó a fracasar el censo fue la decisión del entonces director del INE, Francisco Labbé, de hacer un “censo de derecho”, es decir, tomar en cuenta a la gente que está empadronada en su lugar de residencia estén presentes o ausentes al momento del censo, sin haber hecho la planificación correspondiente.
Según un reportaje de Ciper, Labbé “habría manipulado las cifras del censo” y presentó habitantes “estimados” como efectivamente empadronados. El Presidente Piñera pidió perdón a los chilenos por estos errores.
