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8 de Agosto de 2017

Gonzalo Winter (MA), precandidato por Santiago: “Mayol no es el modelo de político al que aspiramos”

El abogado, miembro del círculo de Gabriel Boric, también siembre dudas sobre la candidatura de Francisco Figueroa. "La Izquierda Autónoma es un movimiento que no está distribuido territorialmente y que hoy en la RM gira en torno a él", señala.

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“Toda mi vida está vinculada al distrito 10, donde vivo, trabajo y milito. Y creo que es un desafío enorme porque acá se expresa toda la desigualdad del país”, afirma Gonzalo Winter, precandidato a diputado por esta zona, que unirá a Santiago, Ñuñoa, Providencia, Macul, La Granja y San Joaquín, y que va en pacto con el diputado Giorgio Jackson y Natalia Castillo.

Abogado, militante del Movimiento Autonomista (MA) -parte del Frente Amplio- y del círculo de Gabriel Boric, Winter afirma que hoy se encuentra haciendo puerta a puerta “en lugares donde el FA no está tan establecido, con juntas de vecinos y sindicatos” y que el trabajo territorial que hace el MA puede dar una sorpresa en las elecciones.

En conversación con El Dínamo, el precandidato cuestiona definiciones como la de Alberto Mayol, que ingresó a la competencia por el distrito 10 y asegura que “el problema de Mayol es que él se construye desde el personalismo, (…) dando golpes mediáticos, una forma de construcción que no entiendo”.

“Yo tengo entre 10 y 12 años de experiencia política en la izquierda y en la lucha social, y sé que esto no se construye de un día para otro. El Frente Amplio no se inventó de un día para otro, sino que es heredero de luchas de muchos años y la campaña también está suscrita a eso, a ver más allá de noviembre y ser capaces de articular un movimiento capaz de hacer transformaciones”, dice.

-Siempre se critica que el FA tiene un votante de sectores altos, jóvenes y usuario de redes sociales ¿Cómo lo ves tú?

-Eso es un error, es desconocer la realidad del Frente Amplio, de cómo se compone y del rol que han tenido los medios frente a que determinadas personas cobren mayor relevancia. Hay un problema de destrucción del tejido social en los sectores populares y eso es culpa del modelo neoliberal, que ha hecho separarnos entre seres humanos, desde desconfiar de tu compañero de trabajo para que no se hagan sindicatos hasta no tener confianza en tu vecino para que no hagas juntas de vecinos. Nuestra intención es poder romper con eso.

-En primarias, el FA sacó menos votos que Manuel José Ossandón ¿Cómo penetrar las zonas populares que se alejan del perfil de votante que hoy tienen?

-Ahí hay algo que nadie devela: que la desvinculación de la gente con la política no es tan real como se plantea, sino que hay un vínculo fuertísimo con el clientelismo brutal que existe en Chile, donde la Concertación y la derecha funcionan exactamente igual. Hay grandes caudillos que generan redes clientelares, en un país desproveído de los derechos sociales, donde tienes que endeudarte para comer. Ossandón lleva haciendo campaña por años porque su familia es el patrón de fundo de Puente Alto y ahí hay redes que para el FA es muy difícil romper. Mi candidatura no tiene dinero y me encuentro con candidatos que tienen cooptadas algunas zonas por el clientelismo, que incluso regalan refrigeradores.

-¿Y cómo ingresar allí? Pensando en que la propuesta del FA es mucho más abstracta y de largo plazo que el clientelismo que denuncias.

-Con una ardiente paciencia. Hay cierta ansiedad en algunos sectores del Frente Amplio, de algunos que creen, que con una buena cuña en la tele o con simples goles de figuras mediáticas, tú vas a transformar la sociedad. Los medios son necesarios porque como las personas están desarticuladas, muchos sectores del país acceden a nuestras ideas a través de la televisión, pero eso debe ir acompañado de la construcción de confianzas. Tenemos algo bueno a nuestro favor: que la gente en Chile entiende más que nunca hoy que la la educación, la salud y las pensiones son una estafa para ellos, y que no hay diferencias entre lo que se llamaba izquierda en la Concertación y la derecha.

“Esperaría de Mayol que aprenda a poner el foco en el FA”

-Alberto Mayol se metió a la competencia del distrito 10. ¿Cómo lo recibes?

-Mayol es una figura súper interesante; lo respeto como académico y creo que desempeñó un buen papel en las primarias. Pero hay una diferencia fundamental: él reivindica su independencia como un valor, que es algo muy propio de los tiempos actuales de hablar de la política como algo sucio. Él dice que su virtud es su independencia; yo digo que mi virtud es mi militancia y, por lo mismo, el problema de Mayol es que él construye desde el personalismo, no desde lo colectivo, dando golpes mediáticos. Para armar el FA fueron conversación de meses, años. Yo he dedicado toda mi vida adulta a la construcción colectiva, porque si no las ideas radicales quedan en una biblioteca.

-¿Qué debiera hacer él, a tu juicio, pensando en que generó una crisis en el FA?

-Alberto es un aporte, pero no es modelo de político al que nosotros aspiramos. Nuestro modelo es colectivo y Mayol debe aprender a poner el foco en el FA, más que en el mayolismo.

-¿Está pasando factura por las primarias?

-Yo no creo eso. Encontró el distrito que para él era más fácil, pero ahí yo hubiera esperado de él que agarrara el liderazgo que tiene y lo pusiera a disposición de construir FA donde no es fácil, donde no había tanto dirigente, donde no estaba Giorgio Jackson… Está lleno de lugares en la RM donde es más difícil y su potente liderazgo podría haber maximizado la apuesta del FA.

-Mayol tiene más probabilidades de ganar un escaño que varios de la lista. ¿Se debería privilegiar eso por sobre lo ya acordado?

-Es que justamente el hecho de que él sea un figura nacional hacía más posible utilizar ese liderazgo para construir donde no había liderazgos fuertes. Si Mayol conversara con el resto del FA, podríamos haber maximizado los efectos de la apuesta, pero él prefirió dar la sorpresa, lo que es propio de alguien que nunca ha militado. Yo creo que él podría ganar en cualquier lugar de la RM.

-¿Qué posibilidades tienes de ganar tú un escaño? Siempre se habla de que el segundo escaño sería de Francisco Figueroa y el primero de Jackson.

-Yo creo que eso es un error. El trabajo de base que tiene el Movimiento Autonomista es muy grande. Luego de separarnos de la Izquierda Autónoma, se un dio el paso de construir un movimiento abierto mediante un congreso que permitió multiplicar la militancia por diez. La Izquierda Autónoma es un movimiento que no está distribuido territorialmente y que hoy en la RM gira en torno a la candidatura de Pancho, mientras que el MA tiene comunales en cada comuna y es un trabajo radicalmente distinto. Pancho sí tiene una figuración mediática que no tenemos otros, pero eso no se aplica directamente a las votaciones.

“Venezuela es democracia en crisis”

-Algunos definen al FA como un bloque de izquierda, otros como ciudadano. ¿Qué es para ti?

-Es una cuestión divertida, como si las personas de izquierda no fueran ciudadanos o como si los ciudadanos no pudieran ser de izquierda o de derecha. La palabra ciudadano a mí no me significa mucho. Yo soy una persona de izquierda y no me ofende cuando dicen que el FA es ciudadano. El Movimiento Autonomista se define de izquierda, pero hoy en día no habla tanto de mí que yo me declare de izquierda. Hoy tratamos como Frente Amplio que personas que no se entiendan de izquierda, voten por la izquierda, lo que no es mimetizarnos en la impostura, en la falta de definición para parecernos a las mayorías. Tratamos de hablarle a las mayorías no desde nuestro identitarismo de izquierda, que es una cuestión muy cultura, pequeña y excluyente, sino que ampliarnos a todos los sectores que ven cómo el neoliberalismo está desgastando y destruyendo nuestra sociedad.

-¿Crees que el FA debe ir por la gradualidad o cambios más rápidos?

-Si alguien me plantea hoy avanzar sin transar, mi pregunta es transar con quién. Toda transformación que tú quieres que sea duradera, tiene que ser mayoritaria en el país, porque de qué sirve poner al Presidente más de izquierda del mundo, si cuando venga la reacción nadie sea capaz de salir a la calle a defender ese proceso de transformación. Nuestro trabajo es construir mayorías sociales transformadoras y profundamente radicales. Hablar de propuestas radicales sin un sustento social en la calle es simplemente hablar bonito.

-Una crítica común al FA es que no tiene equipos para gobernar, si ganaran la presidencial. ¿Cómo respondes a esos comentarios?

-El FA tiene problemas de preparación, pero no en la forma técnica en que se plantea, sino que de preparación política porque lleva muy poco tiempo existiendo. Ahí simplemente admitir que nos falta mucho, tanto como bloque político como pueblo, de poder llevar adelante transformaciones de manera democrática. La supuesta falta de cuadros técnicos es una caricatura que hacen los tecnócratas del neoliberalismo, que justamente plantearon que administrar el modelo neoliberal es sinónimo de saber gobernar. Yo creo que ellos lo hacen pésimo. Si tú me dices que son muy brillantes los que establecieron el sistema de AFP, yo te diría por favor sácalos de mi vida, de mi gobierno y déjalos lo más lejos posible. Los que hicieron el puente Cau Cau, los que concesionaron las autopistas o los que diseñaron este sistema de educación pública. Si esos son los expertos… estoy muy agradecido que no tengamos esa clase de expertos.

-¿Cómo evalúas lo que está ocurriendo en Venezuela? ¿Cómo debe enfrentarlo el FA?

-El FA debe aceptar su diferencia frente a Venezuela, que podemos ver distinto un proceso tan complejo, donde en general se plantea o como el infierno o como el paraíso, en una versión hollywoodense donde los personajes políticos son el bueno o el malo de la película. Los procesos sociales no funcionan así. Soy muy respetuoso de la Revolución Bolivariana de Hugo Chávez, creo que hubo grandes avances pero que hoy hay problemas de corrupción generalizada y que no por ser de izquierda hay que taparse los ojos. El problema más grave que nos cuesta asumir es la pérdida de popularidad de parte de ese gobierno, el mal manejo económico. Pero hoy la oposición tampoco está dispuesta al diálogo, sino que la salida por la fuerza de un presidente que ganó una elección. Una salida hacia el neoliberalismo o autoritaria no me interesa.

-¿Frente a la dicotomía clásica: dictadura o democracia el crisis?

-Democracia en crisis, sin duda. ¡Cómo va a ser una dictadura! Yo crecí con un concepto de dictadura de Pinochet. Yo a Leopoldo López lo veo día por medio dando entrevistas. ¿Tú te imaginas a Miguel Enríquez dando entrevistas en El Mercurio durante la dictadura de Pinochet? ¿Te imaginas a todos los canales de televisión boicoteando a la dictadura de Pinochet? ¿Te imaginas 21 elecciones en 18 años? No hay comparación. El verdadero problema del gobierno venezolano, que tiene problemas económicos gravísimos y corrupción, es que está contra las prorrogativas del Fondo Monetario Internacional y ése es uno de los problemas. El primero es que tiene petróleo.

Concertación, Sename y delincuencia

-Eres hijo de personas que trabajaron en la Concertación. ¿Cómo ves el legado de ese bloque político?

-Mis padres son independientes y mamá tuvo un cargo no estrictamente político hace 18 años. Pese a ello, tengo un juicio sumamente crítico de lo que fue la Concertación, no comparto la forma en que ellos plantearon el país. La idea que tuvieron ellos, que expresa (Edgardo) Boeninger con mucha claridad, es que el rol del gobierno de Aylwin era legitimar el modelo de Pinochet ante la sociedad y evitar que el movimiento popular que había sacado al mismo Pinochet se tomara la participación política. Uno no puede separar la forma en que haces las cosas de los resultados que obtienes. Lo que hizo la Concertación en su discurso fue plantear que se necesitaba políticos expertos en algunas materias para defender los intereses del pueblo, lo que es de un cinismo, porque finalmente solo la participación popular permite que los intereses de los sectores populares transformen el país.

-¿La mayoría de las reformas que se hicieron durante las pasadas décadas fueron por un mal camino?

-Hay que ser justos y asumir cosas que debemos tomar como desafío para el FA. La Concertación ganó porque efectivamente ganaba las elecciones, hay que reconocerlo. Sin embargo, hubo una profundización de un modelo que nos lleva al individualismo. Es la visión de Sebastián Piñera y gente de la Concertación. Esa visión nos llevó a la crisis del Sename, porque si planteas una sociedad de competencia que se mide por su capacidad para generar réditos económicos, los niños vulnerables, que son los menos aptos para ganar la competencia, no juegan ningún rol. Por eso la respuesta es siempre: armemos un mercado de subvenciones para los hogares. Cuando se trata de proveer derechos, el mercado no funciona y falla una y otra vez. El individualismo va a llevar a la destrucción del mundo y del ser humano.

-Siempre se le critica al FA que tiene una cierta altura moral frente a la política, un cierto mesianismo. ¿Han errado la forma en cómo lo están haciendo?

-Quizás hemos dado esa imagen, pero yo no creo que seamos mejores personas. Sí creo que hay una izquierda dentro de la Concertación, y no estoy hablando del Partido Comunista, que aceptó el modelo porque se acomodó a él, porque se convirtió en élite, que aceptó privatizar los derechos sociales y enriquecerse personalmente privatizando los derechos. Eso es inaceptable para nosotros. Pero más que plantear que seamos mejores personas, gracias a ese mal ejemplo nos pudimos dar cuenta de ello. Estos son procesos históricos, no personales. Cuando el ministro del Trabajo y la Previsión Social viene saliendo del directorio de una AFP, nunca vas a luchar contra ellas; lo mismo cuando un ministro tiene acciones en una clínica privada y determina las políticas de salud, o tiene acciones en una inmobiliaria y determina políticas de vivienda. Es un problema de intereses.

-¿Qué planteas tú frente al caso del Sename? 

-En el caso del Sename, se debe crear una política nacional de infancia, revisar por completo cómo se entregan los subsidios a los hogares y que estos sean basales, terminar con la puerta giratoria de directores del Sename a directores de hogares, aumentar la fiscalización, entre varias otras cosas. Se debe entender al niño de una perspectiva de derecho y no un sujeto de caridad.

-¿Y la delincuencia?

-Y en delincuencia, se deben desbaratar varios mitos, como que en Chile no hay violencia o balaceras, algo que se ha fingido para ser parte de la OCDE. Un mito de la derecha es plantear que el delincuente es una persona fuera de la sociedad, que hay que desconfiar, encerrarse, poner muros y evitar la vida vecinal. Un mito de la izquierda es que la delincuencia no existe y que la inventó la derecha para ganar votos. Ambos son mentira. Aumentar las penas nunca ha funcionado, porque el problema es que el delincuente cree que no lo van a pillar. Por lo mismo, hay que invertir en mejor y mayor inteligencia coordinada y generar instancias de apropiación del espacio público, donde la gente conozca a sus vecinos con sistemas de empatía. Está demostrado que así bajan mucho más los niveles de delincuencia que poner más luz, carabineros y fijar más penas..

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