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21 de Abril de 2011

Conoce la nueva apuesta del creador de Tuenti en Chile

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En septiembre del año pasado, cuando las compañías de teléfono empezaron a vender el iPhone 4 en Chile, tanto ellas como la cobertura de los medios dieron a entender que era algo importante. Tiendas abriendo a la medianoche, filas de hasta 400 personas en las calles -cuando la primavera todavía parecía invierno- y notas de prensa al respecto hicieron eco de cómo reaccionaron los usuarios en el resto del mundo, a medida que iba llegando el producto a las vitrinas. En Madrid, por ejemplo, una empresa proveía a sus clientes personas de cartón para que los reemplazaran mientras ellos se hacían masajes y tomaban jugos.

Pero en Hollywood, antes que en Madrid y en Santiago, la venta del iPhone tuvo una consecuencia distinta. Una que terminaría con Chile como el primer país en el mundo en probar la viabilidad de Kuapay, un sistema de pago a través de celulares que promete terminar con el mayor reparo de los clientes: la vulnerabilidad de la información.

Joaquín Ayuso, creador de Kuapay y de la exitosa red social española Tuenti -vendida a Telefónica en agosto por 70 millones de euros, casi US$ 100 millones-, caminaba por el boulevard cuando vio un anuncio de la novedad de Apple en una tienda de celulares. Y se acordó de una idea que se le había ocurrido hacía más de tres años.

“Conecté el hecho de que estaban subiendo de categoría los iPhones con la potencia de los teléfonos, y entonces me vino automáticamente a la cabeza aquello que yo tenía guardado en el cajón”. Eso era Kuapay. O, en lenguaje más técnico, el uso de la tecnología NFC (Near Field Communication) para usar el celular como medio de pago.

-La NFC permite a cualquier dispositivo, incluyendo los teléfonos móviles, hablar con cualquier otro dispositivo que contenga NFC a una distancia muy corta -explica Ayuso-. Y, en consecuencia, puedes tener tu monedero en tu móvil y hacer pagos inmediatamente, sin tener que sacar tu tarjeta o sin tener que llevar dinero siempre. Sería el siguiente paso para las compras en el retail.

-¿Entonces bastaría con el celular para comprar en las grandes tiendas?
-Claro. Acercas el móvil al cajero, la cuenta te aparece automáticamente en el teléfono, indicas la tarjeta que vas a usar -tras haberlas registrado en tu cuenta- y realizas el pago directamente. Sin tener que deslizar ningún plástico y evitando el fraude que puede haber de por medio.

-Pero en Chile aún existe recelo con los sistemas de pago virtuales…
-Claro, por el compromiso de la información-. Ayuso sabe de memoria los pros y los contras de su mercado. Y sabe que, ante la duda más obvia sobre la seguridad del pago por telefonía móvil, conviene sacar la carta que hace de Kuapay un servicio particularmente seguro: su patente

-Cuando metes tus tarjetas de crédito en el móvil, y de éste a cualquier lado, inclusive a nuestros servidores, sale encriptado -el ingeniero trata de hacerlo entendible para cualquiera-. O sea que nosotros, en nuestros servidores, nunca tenemos información tuya. Si alguien los abriera y se los llevara, no encontraría datos que pudiera utilizar. 

-Porque la información está en los servidores de los bancos…
-Exacto. Y está encriptada por el usuario. O sea, el banco tampoco puede abrir el detalle de la actividad de las tarjetas de crédito. Ni siquiera lo que tú consumes, porque nuestra patente reside en toda la tecnología que hay detrás. Luego, la comunicación que hay entre el móvil y el punto de venta, utiliza esa misma encriptación.

La aplicación en sí también procura ser segura: se accede con un código PIN, nunca se muestran los números de las tarjetas previamente inscritas y, al menos durante los primeros usos -o hasta alcanzar determinado monto en los pagos- será necesario mostrar una identificación al momento de la compra.

Paraíso para Kuapay

La elección de Chile para probar el sistema de pago no es antojadiza. Por eso a Ayuzo y sus socios no les sorprende que la recepción haya sido buena. En su visita se reunió con los ejecutivos de BBR, la empresa de e-commerce y retail que representa a las grandes tiendas y farmacias en el área de banca y monetización. 

También con los bancos, quienes son los que, de acoger Kuapay, podrían ofrecer un incentivo a los clientes que utilicen el sistema a partir de junio, la fecha tentativa del lanzamiento. Y para esas reuniones, Ayuso se disfraza. 

Si fuera por él, iría con  jeans y poleras, pero sabe que cuando hay miles de millones de pesos en juego, la juventud y la informalidad no juegan a favor. Que es mejor vestirse con camisa y corbata, para que los potenciales socios se asusten menos cuando se enteren de que tiene apenas 29 años.

Por eso, en el vuelo que tomaron desde Santa Mónica a Santiago, él y sus socios pidieron al personal de la aerolínea si les podían colgar sus trajes en la categoría Business, para que no se arrugaran, ya que ellos viajaron en Turista. 

En un mercado como Chile, -“tradicionalista igual que España”, reconoce Ayuso-, es mejor no correr riesgos. Porque es el escenario perfecto para Kuapay: “De Sudamérica es el mejor mercado, el más estable. Y tiene una particularidad bancaria: está todo unificado en una sola entidad, Transbank. En consecuencia, el piloto podía ser más factible”.

-¿Y Kuapay apunta a un nicho etáreo o con un poder adquisitivo particular?
-No necesariamente. Por ejemplo, uno de los proyectos es con La Polar, y otro es con Jumbo. Otro es con Líder. Vamos a trabajar con todos los estratos de la sociedad chilena, porque aquí en Chile tenéis una particularidad muy grande con el tema de los pagos: sólo se han emitido cuatro millones y medio de tarjetas de débito y crédito, pero 14 millones de tarjetas de retail. Todo chileno tiene una de esas tarjetas y, en consecuencia, hace pagos con ellas.

-Además, sabrás bien que en Chile hay más celulares que ciudadanos…
-Sí, ésa es otra particularidad de los chilenos. Y para nosotros, es perfecto

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