Grecia agudiza su crisis con caída de un 7 % en su PIB en el último trimestre
En este escenario el país mediterráneo no cumplirá el objetivo previsto por la troika de mantener la bajada del PIB en un 5,5 %. En 2011, su tercer año de recesión. El país cerró en rojo todos los trimestres del año pasado.
Por EFEA dos días de la aprobación del plan de austeridad y en medio de protestas callejeras, la economía griega parece ir en caída libre. El Producto Interior Bruto (PIB) de Grecia en el último trimestre de 2011 se contrajo un 7 % con respecto al mismo periodo del año anterior, y dos puntos porcentuales por encima del anterior trimestre (5 %), informó hoy en Atenas el Instituto de Estadística Griego (ELSTAT).
De este modo, y a falta de que se calculen los datos completos de 2011 y se ajusten a los efectos estacionales, queda claro que el país mediterráneo no cumplirá el objetivo previsto por la troika de mantener la bajada del PIB en un 5,5 %.
En 2011, su tercer año de recesión continua, Grecia cerró en números rojos todos los trimestres del año.
Especialmente duros fueron los dos primeros, -7,4 % y -8,0 %, tras los que el gobierno entrevió una luz de esperanza al contraerse el PIB menos de lo esperado, un 5 %, en el tercer trimestre.
Sin embargo, tras los resultados de hoy, se hace patente que no será así.
En los últimos dos años, las draconianas medidas de austeridad exigidas por la troika (BCE, CE, FMI), han provocado un estancamiento de la economía (que ha doblado el número de desempleados hasta el 20,9 %), una reducción de los salarios (de entre el 20 y el 30 % hasta final de 2011) y un incremento de los precios (una media del 10 %).
Ello ha reducido drásticamente la capacidad adquisitiva de los griegos, provocando el cierre de más de 60.000 negocios en 2010 y 2011.
Atenas planea llevar mañana miércoles al Eurogrupo un programa que convenza lo suficiente para obtener los préstamos internacionales de 130.000 al 145.000 millones de euros, antes del 20 de marzo, cuando vence un crédito de 14.500 millones. También está pendiente de que los acreedores privados, bancos y fondos de inversión, firmen su renuncia a cobrar la mitad de los 206.000 millones de euros que tienen en deuda helena.
