Denuncias de fraude amenazan con "bajarle el peso" a Herbalife
Inversionista norteamericano asegura tener información contundente que probaría la tesis de un fraude y desafió a Herbalife, con 3 millones de representantes en 81 países, a explicar cómo funciona su modelo de negocios en la junta de accionistas que se celebró ayer. A raíz de este emplazamiento, el regulador en EEUU inició una investigación a la empresa.
Por RedacciónLa popular red de venta directa de productos para adelgazar podría estar llegando a su fin tras las denuncias de Bill Ackman, accionista-activista, dedicado a enfrentar “gigantes corporativos”, quien afirmó hace algunas semanas que la compañía estaría inflando sus precios, además de distorsionar sus ventas y usar una complicada estructura de incentivos para ocultar un fraude.
De acuerdo a la información publicada por el Diario Financiero , el activista asegura que el 90% de los ingresos de la firma no provienen de la venta de sus productos, sino de las comisiones que se cobra a cada nuevo agente reclutado en la fuerza de venta.
Esta noción, en todo caso, está en el imaginario social desde hace mucho tiempo sobre otras marcas negocios con el modelo “piramidal” de venta directa como Avon, Tupperware y sobre todo Amway, que en los 90 intentó consolidarse en Chile sin mucho éxito.
El inversionista está decidido en comprobar lo que muchos ya comentan sobre este tipo de negocios: materia prima vendida a sobre precio, incentivos que sólo enriquecen a los están “arriba de la pirámide” y abuso contra vendedores poco preparados, generalmente desempleados que tras pagar su cuota de incorporación no pueden sustentar sus ventas y terminan frustrando su intención de iniciar un negocio rentable.
Ackman asegura tener información contundente que probaría la tesis de un fraude y desafió a Herbalife, con 3 millones de representantes en 81 países, a explicar cómo funciona su modelo de negocios en la junta de accionistas que se celebró ayer. A raíz de este emplazamiento, el regulador en EEUU inició una investigación a la empresa.
“Las llamadas declaraciones de utilidades son materialmente falsas y engañosas y permiten a Herbalife persuadir a los nuevos distribuidores sobre las potenciales ganancias del negocio”, acusó.
Pero con, o sin fraude, tras la denuncia y a pesar de los reclamos de la marca, el precio de las acciones se desplomó más de un 30%. Y desde mayo del año pasado, Herbalife ya ha perdido cerca de 50% de su capitalización bursátil.
Si Herbalife colapsa o es cerrada por las autoridades, como Ackman pide, Pershing, su empresa, obtendrá una millonaria recompensa, pero el inversionista ha dicho que donará el dinero a la caridad.