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5 de Mayo de 2014

Confech y actores sociales preparan su "ofensiva" en el debate educacional

Jornadas de Discusión entre distintas organizaciones de la educación buscan definir demandas en conjunto, a raíz del nuevo escenario al que se enfrentan con un gobierno que no representa un cierre ideológico como antes.

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Esta mañana en el Museo de la Memoria se desarrolló el “Primer Encuentro de Actores de la Educación”, convocado por la Confech, la Aces y la Cones y que contó además con la participación del Colegio de Profesores, Mesup y Ofesup (organizaciones estudiantiles de universidades privadas), sindicato de Junji, Integra, Andime (funcionarios del Mineduc) y la Corpade, entre otros. En total 58 personas llegaron a Quinta Normal para discutir en torno a las mesas de Educación Superior, General, Inicial y sobre los trabajadores de la educación.

La iniciativa nace a raíz de dos diagnósticos que vienen desde el mundo estudiantil: La necesidad de converger las distintas organizaciones en torno a un programa en común y el cambio de escenario que significa el gobierno de la Nueva Mayoría. La Confech sabe que hoy no se encuentra frente a un frontón ideológico que le negará sus demandas -como lo era el gobierno de Piñera-, sino que con un gobierno con gran legitimidad y con la fuerza parlamentaria suficiente para impulsar una reforma educacional en sus  términos.

“La necesidad del encuentro está dada por la coyuntura. El 2011 nos bastaba solo con las consignas porque había un cierre total por parte del gobierno y hoy cuando se muestra una cara más benevolente, pero que sabemos que trae detrás la misma educación de mercado, es necesario que se fortalezca el proceso de discusión y que nosotros tengamos capacidad técnica y de elaboración de propuestas”, cuenta la presidenta de la Fech Melissa Sepúlveda.

Y ante eso, la estrategia es precisamente elaborar una especie de “frente único” que involucre a todos los sectores. Por eso hoy se reunieron para discutir sobre educación superior, general, inicial y sobre trabajadores de la educación. “La convergencia de las organizaciones es una deuda pendiente. Nos reunimos para marchar, pero no unificamos las demandas. Ahora no partimos de cero, tenemos trabajo avanzado, pero hay que conjugar esos elementos, ver dónde están los consensos y los disensos para presentar una propuesta desde el mundo social, que aborde todos los niveles”, agrega Sepúlveda. 

Una de las apuestas es, por ejemplo, la generación de un sustento técnico a las clásicas demandas que han estado latentes desde el 2011. Los encuentros continuarán el próximo lunes con una nueva pauta en base a lo zanjado hoy.

Jornada de diagnósticos

El debate de hoy estuvo marcado por los diagnósticos en torno al carácter actual de la educación en Chile, muchos de ellos ya conocidos. La pauta de discusión fue en torno a las preguntas “¿Cuáles son los elementos que estructuran la crisis actual de la educación chilena” y “frente a este panorama, ¿cuáles son los principios que deberían regir un nuevo sistema educacional?”.

Como elemento gatillante en educación superior se planteó el problema de una educación de mercado, donde el rol del Estado ha quedado relegado incluso en las universidades públicas y se ha desentendido de la educación técnico profesional.

Se caracterizó también el rol que ha tenido el Estado subsidiario en educación, con una política focalizada y no garante, que ha llevado a universidades públicas al modelo del autofinanciamiento. Y el profesional que produce la educación también responde a esa lógica, a las necesidades del mercado y no a las de la comunidad en la que se desenvuelve. Uno de los casos que se mencionó fue el cómo las investigaciones en universidades responden a las necesidades de la industria farmacéutica, por ejemplo.

Se llegó al consenso de que es la mercantilización lo que hace indistinguible una universidad pública de una privada. También se discutió en torno al discurso “meritocrático” y cómo este chocaba con la realidad: estudiantes endeudados en cifras millonarias y sin movilidad social.

A la hora de las definiciones del proyecto propio, se esbozaron ciertas características que deberán ser trabajadas en las próximas jornadas de discusión, como el concebir realmente la educación como derecho social, con un rol transformador e integral. Esto se deberá concretizar y “aterrizar” lo más posible. Dos puntos que sí se marcaron fueron el tema de la demanda por la democratización de los espacios educacionales, pero apostando por el control comunitario y la creación de un marco regulatorio universal: características mínimas que debe tener una universidad para existir. Este último es una forma de enfrentar el debate en torno al rol público que ha estado en agenda en el último tiempo, enmarcado en la pregunta si el financiar o no instituciones privadas.

Por su parte, en la mesa de educación general también se caracterizó el rol del mercado en la educación y sus repercusiones. Uno de los consensos dentro de la discusión fue la crítica a las pruebas estandarizadas, como el Simce, la PSU y la prueba Inicia.  También se criticó la propuesta de desmunicipalización del gobierno y se manifestó la necesidad de una descentralización y desconcentración de la educación municipal, para así avanzar hacia las necesidades de la comunidad donde se inserta cada establecimiento.

Otra de las mesas era acerca los trabajadores de la educación, la que se caracterizó en torno a la precarización laboral de estos. Se abordó también el problema de la subcontratación en educación, un problema cada vez más latente dentro de las universidades. De hecho, la Feusach y la Fech han iniciado procesos de movilización interna respecto a este tema. En la discusión se reconoció la importancia de los trabajadores como actores fundamentales dentro de la reforma educacional.

El período de discusión de los actores de la educación duraría hasta el 16 de mayo, previo al pleno de la Confech del 18 -donde deberían estar las primeras conclusiones de estos encuentros- y al discurso del 21 de mayo.

El llamado a movilización

La ocasión también sirvió para reforzar el llamado a la primera movilización estudiantil del año, a realizarse el próximo jueves 8 de mayo. Para la vocera de la Aces Lorenza Soto, la marcha muestra que “el movimiento es autónomo” y que el año se caracterizará precisamente por las movilizaciones y la generación de propuestas propias.

Sobre lo mismo, la presidenta de la Feuc Naschla Aburman recalcó que los resultados de la jornada “fueron bastante fructíferos” y que “se puede marchar y discutir al mismo tiempo”.

Sin embargo, desde el movimiento estudiantil no quisieron caracterizar la jornada como una “contra reforma”, sino como la creación de propuestas propias. Lo que sí es que tanto la marcha del 8 como la discusión de hoy busca posicionar al movimiento en el debate público, hoy marcado por la agenda y los tiempos que plantea el gobierno. “Esta agenda que planteamos, junto a la marcha del jueves, es para poner a la ofensiva al movimiento estudiantil”, señaló el presidente de la Feusach Takuri Tapia.

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