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16 de Junio de 2014

Alegatos caso Neltume: Los argumentos que terminaron por desaforar a Rosauro Martínez

El Pleno de la Corte Suprema ratificó el viernes el desafuero del diputado Renovación Nacional, el parlamentario es investigado por su responsabilidad en el llamado "Caso Neltume", donde fueron asesinados tres miembros del MIR.

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El viernes, la Corte Suprema confirmó el desafuero del diputado de RN, Rosauro Martínez quien es acusado de ser responsable de los homicidios calificados de tres miristas: Próspero del Carmen Guzmán Soto, Patricio Alejandro Calfuquir Hernández y José Eduardo Monsalve Sandoval, hechos que ocurrieron el 20 de septiembre de 1981, en el sector de Remeco Alto, comuna de Panguipulli.

En ese tiempo, Martínez figuraba como Comandante de la Compañía de Comandos, dependiente de la Cuarta División del Ejército en el marco de la denominada “Operación contra guerrilla Machete”.

En los alegatos ante pleno de la Corte Suprema, que duraron casi dos horas, los abogados querellantes expusieron sobre la doble participación de Martínez: Fue la autoridad con más alta jerarquía en el lugar y además el posible autor de disparos. Se apeló a la desproporción de fuerzas del destacamento comandado por Martínez comparado con el estado de salud de los miristas que estaban enfermos y debilitados. “El objetivo era aniquilar” fue uno de los principales fundamentos de los querellantes.

El alegato de Fernando Saenger, abogado del desaforado diputado Rosauro Martínez, duró cuarenta minutos. Le siguió Magdalena Garcés, abogada de las víctimas con un tiempo de media hora de exposición. El abogado del programa de derechos humanos Álvaro Silva expuso quince minutos y el abogado Boris Paredes diez minutos al igual que su colega David Osorio.

La defensa del abogado Fernando Saenger estuvo basada en la inhabilitación de la jueza Ruby Alvear, sumado a sostener la tesis del “enfrentamiento” entre el Ejército y los miristas sumado a la prescripción de los hechos. Señaló que el entonces capitán Rosauro Martínez habría sido “uno entre otros que participaron en el enfrentamiento”.

Uno de los momentos álgidos de sus argumentos fue cuando señaló que no había delito de lesa humanidad, pues en 1981 “ya no existían torturas ni secuestros permanentes”. Además, para probar que fue un enfrentamiento expuso el libro Guerrilla Neltume y citó que son los propios compañeros del Mir quienes reconocen a los guerrilleros como “muertos en combate”.

Luego la abogada querellante Magdalena Garcés se encargó de derribar esa tesis, exponiendo que la intención del ejército siempre fue aniquilar al pequeño grupo guerrillero y que Martínez lideró un destacamento de 192 comandos del Ejército en la “Operación contraguerrilla Machete”, que finalmente dieron con los hombres hambrientos y cansados.

Para probarlo, comentó que el estado de las víctimas era lamentable y que hubo “uso desproporcionad de fuerza”. Uno de los casos que se citó fue el de Patricio Calfuquir quien se encontraba con fiebre y en estado de máxima desnutrición.

Además agregó que Próspero del Carmen Guzmán, salió de la casa, agitando un pañuelo blanco y que pese a la señal de rendición, fue asesinado (recibió 28 disparos, según consta el expediente).

Garcés aseguró que existen testimonios y testigos que así lo afirman, por ejemplo el hijo de Floridema Jaramillo -quien en ese entonces tenía 12 años- y dio aviso a Carabineros de Neltume sobre la presencia de los guerrilleros. El jefe del retén declaró en el expediente que al recibir esta información avisó de inmediato “al capitán del comando Nº 8 que estaba estacionado en el lugar”.

En su exposición, David Osorio, el abogado querellante de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos (AFEP), respaldo la tesis del enfrentamiento entre fuerzas desiguales, que incluso fue apoyado por un montaje periodístico en la época. Se cita también que la casa de Floridema Jaramillo fue destruida por las balas y en recompensa, la mujer recibió otra nueva. De esta manera se confirmaría que la operación al mando de Martínez se trató de un “aniquilamiento planificado”. Estos argumentos fueron respaldados por el abogado del Programa de Derechos Humanos Álvaro Silva y Boris Paredes, abogado de María Elena Calfuquir, hermana de una de las víctimas.

“Con el tiempo nos damos cuenta de la crueldad de los hechos, esto no fue defender, fue aniquilar y el ejecutor fue Rosauro Martínez (…) La orden era masacrar”, explicó Paredes quién también  centró su relato en el uso desproporcionado de la fuerza del destacamento.

En contacto con El Dínamo, el abogado David Osorio comentó que, en su opinión, el flanco de la defensa de Rosauro Martínez fue la cantidad de pruebas contundentes que expuso en su contra la abogada Magdalena Garcés, que comprueban la participación directa de Martínez en los hechos. “Se argumenta que él disparó, pues era el jefe de la Compañía de comando Nº 8 y lo sitúan en el lugar, además tenía coordinación operativa con la Unidad Antiterrorista de la CNI (UAT). Para respaldar estos hechos, hubo que hacer hasta un montaje televisivo que se emitió en los noticieros de esa época. Por lo mismo el resto de los abogados no quisimos sobreabundar en los hechos. Por eso le pedimos a la Corte Suprema que se restringieran los alegatos a un poco más de una hora, pues queríamos ceder nuestro tiempo a la abogada quien expuso una gran cantidad de hechos irrefutables que comprueban la total responsabilidad de Martínez”, comenta.

El caso de Patricio Calfuquir

Patrico Calfuquir tenía 28 años cuando fue asesinado en Neltume y su muerte fue unos de los casos que se expuso en los alegatos de desafuero. El el 20 de septiembre de 1981, padecía de fiebre y una desnutrición extrema, los antecedentes señalan que no pesaba más de 40 kilos. Por esta razón la abogada Magdalena Garcés citó su caso ante el pleno para graficar el uso de la fuerza desmedida del destacamento al mando de Martínez.

María Elena Calfuquir comentó a El Dínamo que para ella uno de los argumentos más potentes de los alegatos fueron las declaraciones de los uniformados- que constan en el expediente- pues han entregado testimonios en contra de Rosauro Martínez respecto de su responsabilidad como autor de las órdenes y como supuesto autor de los disparos.

“Rosauro Martínez tuvo la posibilidad de llevar a las personas a un debido juicio y más aún considerando que estaban bastante decaídos por los dos meses que estuvieron huyendo sin comer y soportando nevazones que llegaban hasta los dos metros. En los alegatos se dijo que mi hermano estaba muy grave y no se podía levantar, es más, la dueña de casa Floridema Jaramillo declaró que pensó que mi hermano se podía morir, es imposible que se hubieran podido defender, pese a eso, mi hermano recibió cinco balas a la altura del abdomen, es decir le dispararon de muy cerca. En la declaración de mi madre ante la Comisión Rettig, quien ya falleció, recuerda que levantó a mi hermano entre su brazos y no pesaba más de cuarenta kilos, era imposible que pudiera tomar siquiera un arma”, concluyó.

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