Variety recomienda película del NO de Pablo Larraín: Completa su trilogía de retratos del Chile de Pinochet

Coincidiendo con su exitosa exhibición de este viernes en el festival de Cannes, la revista norteamericana Variety publica una excelente crítica de la nueva película del director nacional Pablo Larrain NO. La cinta protagonizada por el mexicano Gael García Bernal junto a Alfredo Castro, Luis Gnecco, Antonia Zegers, y Jaime Vadell, aborda la historia de un publicista llamado Rene (García Bernal), al que le encargan realizar la campaña de la oposición política chilena a favor del “No” en el plebiscito de 1988 contra Augusto Pinochet.

A juicio de la publicación con esta última película, Larraín completa una trilogía de “retratos devastadores de como el régimen de Pinochet  embruteció psicológicamente a la gente de Chile entre 1973 y 1990, y que inició con Tony Manero” y “Post Mortem”.

“Se trata de un film tenso pero al mismo tiempo rico en el humor negro que ya marcó los trabajos previos de Larraín” señala La revista y agrega que “No” tiene el potencial para escaparse de los guetos habituales que suelen retratarse en el cine latinoamericano”.

Vibración retro

La critica incluso vincula al film con la exitosa serie en Mad Men en cuanto al retrato que entrega al espectador de cómo se lleva a cabo una campaña publicitaria desde dentro y que en este caso se centra en retratar la importancia de un cambio político. En este escenario Variety, define al protagonista como el Don Draper del film.

“El político socialista Urrutia (Luis Gnecco), un viejo amigo del padre de Rene, convence al joven publicista de ayudar construir una campaña de difusión persuasiva de 15 minutos que invite a la gente a votar “No” contra Pinochet. Una campaña que se exhibiría por TV una vez al día en un espacio de concesión a la imparcialidad dado por el régimen que controla todos los medios de comunicación en el país”.

Según la publicación especializada, “No” es mucho menos surrealista y onírica que sus predecesoras, por ello, apunta la probabilidad de que algunos seguidores devotos de Larrain lleguen a verla como un éxito taquillero, sobre todo por la trayectoria de su protagonista. Sin embrago asegura que el director “no pierde su credibilidad y logra salir airoso de este ambicioso esfuerzo”.

Variety destaca igualmente la buena factura de las escenas que muestran a las muchedumbres en disturbios y movilizaciones callejeras junto a la ambientación marcada por “una vibración retro”.

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