Pioneras y feministas, documentales de Joan Jett y The Slits en In-edit 2019
Hay mucho en común entre estas dos historias, The Slits y Jett fueron completamente influyentes en lo que vendría después, pioneras por donde se les mire.
Por Bárbara Alcántara
Los Ángeles, E.E.U.U, 1975. Joan Marie Larkin más conocida como Joan Jett tenía apenas quince años cuando fundaba The Runaways, una agrupación configurada por mujeres que no sobrepasaban los diesciete años y que, influenciadas por T- Rex, David Bowie e Iggy Pop, querían hacer ruido. El prototipo de mujeres en la música estaba mayormente relacionado a las cantautoras, vestigios del hipismo californiano que Jett arrasaría con aquella guitarra eléctrica y vozarrón inconfundible.
Londres, Inglaterra, 1975. Motivadas por el mismo objetivo, pavimentar un camino que estaba hecho para hombres, un grupo de adolescentes multiculturales conformaban The Slits. La primera banda punk femenina que se formó en medio de la revuelta que significaron los Sex Pistols y The Clash. Lideradas por la alemana Ari Up, hijastra de Johnny Rotten, el cuarteto se transformó en un ícono feminista por su arrojo, rebeldía, provocación y también se destacaron por mezclar el punk con géneros como el funk y el reggae.
Ambas historias fueron recogidas por la versión número 15 del festival In-edit y estrenadas anoche en el Teatro Nescafé de las Artes y el Centro de Arte Alameda respectivamente. “Joan Jett: Bad Reputation” es un típico documental biográfico que revela la historia de esfuerzo y constancia de la abuela del punk, como suelen llamarle a la mujer tras “Cherry Pie”. Cuenta con entrevistas a Iggy Pop, Kristen Stewart —quien la interpretó en la película “The Runaways”—, su eterna amiga Debbie Harry, Billie Joe Armstrong de Green Day y Miley Cirus, entre otros. El registro tiene como columna vertebral el relato de ella, junto a archivos de video clips y fotografías que entregan pistas del auge y caída de su primera banda, la decepción de la guitarrista frente a ese fracaso y cómo se puso de pie nuevamente junto a The Blackhearts; junto a ellos creó un sello, derribando todo tipo de paradigmas para la época al publicar discos independientes. De este modo, la morena y sus músicos dieron vida a exitazos como “I love rock and roll”, “I hate my self for loving you”, su versión de “Crimson and clover” y “Bad Reputation”, entre muchos otros. También, el material audiovisual puntualiza en el constante apoyo de Jett a las minorías, los derechos de los animales y su espaldarazo al movimiento Riot Grrrl cuando surgió a principios de los noventa.
Justamente dicho movimiento, liderado por la banda Bikini Kill tuvo sus cimientos e inspiraciones en The Slits. “The Slits: here to be heard”, es un registro mucho más casero donde la historia es contada por la bajista, Tessa, a quien podemos ver con una apariencia bastante desgastada debido a la adicción a la heroína que la tuvo inyectándose por varios años. La película relata las distintas etapas que pasó el cuarteto, primero con la formación original, luego con el reemplazo de la baterista Palmolive, por Budgie, baterista que después tocó por veinte años con Siouxie and The Banshees. Junto a él grabaron “Cut” (1979), escogido por la revista Rolling Stone como uno de los discos fundamentales del punk. Posteriormente somos testigos de la evolución sonora que experimentaron, transformándose en un colectivo que incluyó elementos africanos y del jazz. Misma sonoridad que revivieron en los 2000, cuando hicieron giras de reunión previo a la muerte de Ari Up en el 2010 debido a un cáncer mamario. A pesar de que la película se hace larga, es un material interesante para amantes del punk y feministas; conocer la historia relatada por sus protagonistas sobre aquella irrupción en un mundo masculino es motivante e inspirador para cualquiera.
Hay mucho en común entre estas dos historias, The Slits y Jett fueron completamente influyentes en lo que vendría después, pioneras por donde se les mire. Eso sí, la vida de la ex The Runaways está contada de manera mucho más ágil, divertida y rockera; se trata de un homenaje en vida que cuenta con una gran realización, mayor presupuesto y material audiovisual también, junto con entregarle a la reina del rock and roll el lugar que merece en la historia.
