La prueba de que el casco de bicicleta sí te puede salvar la vida
El destacado editor de noticias inglés y ciclista aficionado sufrió una grave caída que lo tuvo al borde de la muerte.
Por Gabriela Romo
Andrew Critchlow es el reflejo viviente de que un casco de bicicleta no es un capricho de moda. Usarlo o no puede ser la diferencia entre salvarte de la vida o la muerte.
El editor de noticias inglés y ciclista aficionado sufrió una grave caída que lo tuvo al borde de la muerte.
“Un casco de bicicleta me salvó la vida. Cualquiera que no use uno necesita que le examinen la cabeza”, indicó.
El uso de la bicicleta aumenta año tras año como medio de transporte, deporte o recreación.
Se calcula que en Santiago se realizan 1,2 millones de viajes diarios en bicicletas, con cerca de 300 kilómetros de ciclovías solo en la región Metropolitana.
La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico de Estados Unidos, indicó que cada año, aproximadamente, 1,2 millones de personas mueren en colisiones en la vía pública y, asimismo, señala que el casco para ciclista reduce el riesgo de lesión en la cabeza hasta un 85% y el de lesión cerebral en cerca de un 88%.
Esto es justamente lo que le salvó la vida al periodista, quien relató su tragedia al medio Telegraph.
“Hace tres semanas me desperté en una cama de hospital. Me caí de la bicicleta y me golpeé la cabeza con fuerza. El dolor era terrible, pero tenía un poco de consuelo: podría haber sido mucho peor si no hubiera estado usando mi casco”, relata.
“Nadie tuvo la culpa. Me desplazaba por un camino rural en Surrey cuando algunos escombros se atascaron en mi rueda delantera. Me rompí la clavícula y pinché un pulmón. Mientras escribo estas palabras, todavía puedo sentir dolor a un lado de mi cabeza. Lo importante es que estoy vivo para contar la historia”.
Producto de la caída, Andrew Critchlow debió cancelar los planes para representar a los ciclistas aficionados de Gran Bretaña en el Campeonato Mundial en Polonia, ya que deberá pasar ocho semanas en reposo.
El uso de casco no es legal en Gran Bretaña. “Andar en bicicleta es una actividad inherentemente peligrosa y se vuelve más riesgoso cuanto más rápido se conduce. Como anécdota, mi casco de ciclismo destrozado es toda la prueba que necesito“, sentenció.
Broken shoulder, punctured lung and concussion. NHS is an amazing institution! pic.twitter.com/oi8oEtn1yr
— Andy Critchlow (@baldersdale) August 15, 2019
