Coronavirus: Donald Trump suspende órdenes de desalojos y ejecuciones hipotecarias
El pasado 13 de marzo, el mandatario declaró al país en emergencia nacional.
Por Gabriela Romo
El Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó la suspensión de todos los desalojos y las ejecuciones hipotecarias durante las próximas seis semanas.
La medida busca aliviar el impacto económico que el coronavirus ha dejado en el país norteamericano y en el mundo.
“Anuncio que el Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano está brindando alivio inmediato a los inquilinos y propietarios suspendiendo todas las ejecuciones hipotecarias y desalojos hasta fines de abril”, dijo Trump en rueda de prensa en la Casa Blanca.
Junto a ello, Trump firmó un plan de ayuda económica para combatir el coronavirus que contempla un programa que realizará exenciones y modificaciones a medidas federales de nutrición y beneficios relacionados con el empleo, requisitos de cobertura de seguro y créditos fiscales.
De acuerdo con el balance que realiza la Universidad Johns Hopkins, la pandemia por el nuevo coronavirus ha dejado hasta el momento 9.415 contagios y 150 muertos en Estados Unidos.
Si bien en un principio, Donald Trump no consideró la aparición del coronavirus como una amenaza real, el desplome de los mercados nacionales e internacionales lo hicieron tomar acciones concretas al respecto.
Por ello, el viernes 13 de marzo, declaró al país en emergencia nacional, como medida para evitar aún más la propagación del coronavirus.
“Para liberar todos los recursos del gobierno federal, declaro oficialmente una emergencia nacional”, dijo desde los jardines de la Casa Blanca.
La declaración permitirá el desembolso de $50 mil millones de dólares para ayudar a los estados a ejecutar un plan contra el aumento de la pandemia que, hasta el momento, ha cobrado la vida de 41 personas solo en el país norteamericano.
“El propósito de estos cambios es minimizar la necesidad de juntarse en grandes grupos y pasar un tiempo prolongado en estrecha cercanía con otros”, explicó Lawrence Bacow, presidente de la Universidad de Harvard.
