Compás de espera: Gobierno revisará reclamaciones de HidroAysén tras las elecciones

Luego de que pasaran dos años desde que tanto la firma HidroAysén como los opositores al proyecto presentaran ante el Comité de ministros más de 30 reclamaciones sobre diversos aspectos de la hidroeléctrica en la Patagonia, los responsables del proyecto -Endesa (51%) y Colbún (49%)- le han solicitaron al Gobierno que revise lo antes posible las observaciones. ¿Su meta? Seguir adelante con el cronograma de construcción de cinco centrales en los ríos Baker y Pascua y que suman una capacidad instalada de 2.750 MW.

De hecho a fines de mayo último, el subsecretario de Energía, Sergio del Campo, descartó de plano un regreso a foja cero, asegurando que el comité se reuniría antes de septiembre para definir el futuro del proyecto; en la misma línea, la ministra del ramo, María Ignacia Benítez, indicó el 14 de agosto pasado que diversos equipos ya trabajaban en el tema, por lo que se esperaba que el Comité lo resolviera a “muy luego”. Sin embargo, nada de esto ocurrió.

Fuentes de Gobierno indicaron que si bien no hay un día exacto para ver HidroAysén, sí hay claridad de que será analizado después de las elecciones de noviembre próximo, consigna Emol.

Las tres razones tras el retraso

Este cambio de planes respondería, por un lado, a que pese a que los equipo  han avanzando, aún restan por analizar algunas materias de alta complejidad que demorarán más de dos meses.

Y es que de las más de 30 reclamaciones que tiene la iniciativa por US$ 5 mil millones (monto solo se refiere a las centrales), hay dos que requieren mayor atención: la obligación de reducir el valor de las cuentas de la luz de los ayseninos, y la tala de un grupo de árboles en una zona aledaña a ríos torrentosos.

De cara al primer punto, la producción, transmisión y distribución de energía en Aysén es proporcionada por un solo actor, Edelaysen. Por ello, si HidroAysén se compromete a reducir el valor de la luz, deberá esperar un cambio regulatorio para poder entrar a competir como operador y suministrador de energía, y para la eléctrica no existiría claridad de lo que ello implicaría en términos de costos.

Con respecto a la tala de árboles, ésta implica una gran dificultad  debido a que los bosques se encuentran en una zona de difícil acceso, lo que reviste una alta peligrosidad laboral para quienes vayan a realizar las tareas de extracción.

Tampoco puede dejarse de mencionar el factor político. Según fuentes de la industria y de varios ministerios, una votación de HidroAysén a sólo dos meses de las elecciones podría politizar una decisión técnica.

Agregan que esto jugaría en contra del Gobierno. Aunque el Comité de Ministros puede solicitar nuevas mitigaciones o cambios en algunos aspectos de la calificación ambiental que entregó la autoridad a HidroAysén en mayo de 2011, no está en discusión la revocación del permiso. Así cualquiera sea la definición del consejo, el Gobierno aparecerá entregando una nueva aprobación para una iniciativa altamente discutida en la opinión pública.