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24 de Diciembre de 2014

Cambio Climático, ¿Sálvese Quien Pueda?

Una sociedad que alcanza a disminuir la presencia del CO2 en la atmosfera a 350 partículas por millón sería una sociedad que podría darle el bienestar a todos, semejante al que tenían los suizos en 1960.

Por Manuel Baquedano
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Manuel Baquedano es Sociólogo de la Universidad Católica de Lovaina, Bélgica, fundador y presidente del Instituto de Ecología Política, IEP, y autor de La Batalla de Ralco y Tu Huella Ecológica.

Terminada la Conferencia Preparatoria sobre el Clima realizada en Lima, Perú, el panorama surgido es más bien desolador. Sin acuerdos significativos, los participantes se olvidaron que lo importante era formular políticas para salvar al planeta y no a la Conferencia del estrepitoso fracaso. ¿Cómo llegamos entonces a París en diciembre del 2015, donde debiera firmarse un nuevo Protocolo del Clima que reemplace al moribundo de Kioto?

Tres escenarios pueden salir de París el año próximo, la última oportunidad  seria que tiene la humanidad para enfrentar en conjunto el cambio climático:

1.- El escenario oficial de la ONU: Limitar el daño impidiendo que la temperatura del planeta suba más de dos grados. Los científicos de la Naciones Unidas reunidos en el Grupo Intergubernamental de Expertos para el Cambio Climático( IPCC) y la propia ONU, plantean no volver al clima natural de la Tierra -36 °C o 280 ppm (partículas por millón de CO2 )-, sino, limitar el aumento de la temperatura a 2 °C para el 2050, equivalentes a 450 ppm.

2.- Sálvese quien pueda: Este es el escenario más probable si fracasan las negociaciones para reemplazar al Protocolo de Kioto en diciembre de 2015 en París. Terminamos 2014 como el año más caluroso desde que se tiene registro y las emisiones de CO2 ya han alcanzado los 400 ppm, lo que otorga verosimilitud a las predicciones científicas que sitúan el punto de inflexión del clima mucho antes que 2050, pues la temperatura se tornaría incontrolable en 2030, es decir, en quince años más. La tentación que tienen los países desarrollados de concentrarse en salvar solo el bienestar de sus poblaciones, olvidándose de los pobres y olvidados del mundo, es inmensa.

Estos dos escenarios podrían transformarse en reales si las negociaciones climáticas solo se concentraran en lograr metas de adaptación y de mitigación a estos cambios, como ha ocurrido hasta ahora, después de 20 años de  negociaciones. Todavía no se ve a la ONU o a los países intervenir en la verdadera causa del problema del cambio climático, la  propia sociedad industrial que ha engendrado la sociedad del consumo en la que vivimos. Ni los Estados ni las empresas están dispuestos a cuestionar la actual sociedad y el discurso de la modernidad que la sustenta. A lo más se escuchan voces de falta de igualdad, equidad en el acceso de las mercancías para satisfacer las necesidades, pero casi nadie cuestiona el carácter insustentable que tiene el modo de producir esas mercancías, que más que satisfacer necesidades reales están ahora diseñadas para ir subiendo posiciones en los estratos sociales. Estimo que cerca del 50% de las mercancías que se producen en la actualidad en el mundo no tienen otra finalidad que mejorar el estatus y el reconocimiento social de quienes las consumen.

3.- Diseñar una nueva sociedad: A nuestro juicio, este sería el único escenario que podría salvar a la civilización humana de su colapso y extinción. Para ser realista, esta sería la situación de una sociedad que busca hacer descender la temperatura actual por medio de la disminución de las emisiones de CO2, a 350 parte por millón, sabiendo que hoy ya llegan a 400 ppm. Es cierto que con esa cifra no se alcanza la temperatura previa a la sociedad industrial, sino que acepta una tolerancia de aumento de 1 °C, pues detrás de esta propuesta no está el anular todas las cosas buenas que ha tenido nuestra civilización, sino, utilizarla con sabiduría. Una sociedad que alcanza a disminuir la presencia del CO2 en la atmosfera a 350 partículas por millón sería una sociedad que podría darle el bienestar a todos, semejante al que tenían los suizos en 1960. Como ustedes ven, este escenario está muy lejos del retorno a las cavernas, como buscan descalificar los defensores de la modernidad.

Detrás de cada uno de estos escenarios existen fuerzas que buscan imponerlos a la humanidad, y quien lo haga determinará su destino. La Conferencia sobre el Clima en París 2015 se transformará en la última oportunidad para cambiar el rumbo. Hay que cambiar la sociedad, no el clima.

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