El concurso Python Challenge, que concluye el próximo 14 de febrero, tiene como objetivo reducir la presencia de esta especie invasora que puede alcanzar los ocho metros de largo y arrasa la fauna autóctona del delicado ecosistema de los Everglades. Y hasta ahora van más de 60 ejemplares cazadas y sacrificadas.
Las serpientes pitón han hecho que en algunas áreas de los Everglades la población de mamíferos, como ratones de campo, comadrejas, mapaches o conejos, haya descendido hasta un 99 %. Las autoridades temen que acabe con buena parte de la fauna salvaje de un ecosistema en el que se invierten millones de dólares para mantenerlo y protegerlo.
El Parque Natural de los Everglades, seleccionado en 1979 como Patrimonio de la Humanidad, está formado por un amplio espacio pantanoso que prácticamente ocupa todo el sur de Florida y su delicado ecosistema no ofrece rivales a las pitones, salvo los caimanes más grandes.
En la primera edición, en 2013, se cazaron 68 ejemplares y se apuntaron cerca de 1.500 participantes; además, se otorgaron premios en metálico para quien cazara más pitones birmanas.