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15 de Diciembre de 2010

"Yo también quiero ser separado", por Rodrigo Guendelman

Cómo cambian las cosas. No muchos años atrás, ser separado era un estigma, una cicatriz social, algo que se contaba en voz baja. Por suerte, ahora las cosas son distintas. Tanto, que hay varias “ventajas” de los divorciados actuales que me producen envidia.

 

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Cómo cambian las cosas. No muchos años
atrás, ser separado era un estigma, una cicatriz social, algo que se
contaba en voz baja. Por suerte, ahora las cosas son distintas.
Tanto, que hay varias “ventajas” de los divorciados actuales que
me producen envidia.

 

Esto es, entiéndase bien, la visión de un
casado con hija
(su servidor) respecto de los separados con hijos,
pues los que llevan el peso de un fracaso matrimonial pero no
tuvieron descendencia, no cuentan para esta tesis.

 

La primera y más
contundente de las prerrogativas que me gustaría disfrutar y que no
puedo, es ese bendito fin de semana por medio en que los divorciados
(o anulados) tienen licencia para ser adolescentes irresponsables
.
Dos veces al mes, y hasta por tres días cada vez, el o los niños se
quedan con el otro progenitor y el padre que está libre se puede
emborrachar, drogar, hacer una linda orgía en su casa, leer todos
los diarios del viernes, sábado y domingo; ver doce películas en
DVD, ir al cine, dormir siesta, salir hasta muy tarde, despertarse a
almorzar, tirar tres horas seguidas, fumar en la cama, andar en bolas
todo el día sin salir del departamento, ver Mad Men y Two and a half
men y nada de Barney, escuchar discos de rock y nada de Mazapán. En
fin, una larga lista de cosas que se podían hacer antes de fecundar
el óvulo y que ahora parecen tan difíciles como ahorrar plata o
viajar.

 

Pero no es lo único. Tan top están los separados, que
tienen no uno sino que dos programas de radio dedicados a ellos
; les
llueven sitios web como datingchile.cl, c-date.cl,
gratis-dating-cl.com, enamorarse.cl, cl.match.com: un verdadero
paraíso digital para jugar a que se busca pareja pero, en realidad,
la demanda de fondo es acostarse hartas veces con hartas personas y
dejar el compromiso o cualquier atadura emocional con siete llaves
en la casa; hay un nuevo mercado de citas rápidas o speed datings,
muy en la onda de las redes sociales, o sea, rapidito y al grano
.

 

Y,
a propósito de redes, hoy los separados viven su nueva etapa
emocional con Facebook, el verdadero néctar de la calentura moderna
,
el espacio tiempo perfecto para coquetear, entibiar la sopa, recordar
viejos tiempos, agendar un brillo y buscar conexión carnal. Hasta
con los casados que, por sus fotos sugerentes o directamente osadas,
usan el metalenguaje para decir “estoy aburrido y necesito un
hobbie transitorio”.

 

Gran época para quedarse solo. Nuevos tiempos
en que la soledad se hace menos dura
con tanta distracción y en que
hay que agendar terapia para obligarse a vivir el duelo. Mi amor,
¿nos podemos separar un ratito?

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