Feliz Día del Libro: 6 fracasadas solicitudes para quitarle el IVA a los libros en Chile

Es una pauta de prensa clásica y se repite todos los años: diputados, senadores u ONGs llamando al gobierno a eliminar el IVA al libro,  carga tributaria que aumenta en un 19% el precio de la lectura y que es herencia directa de la dictadura, porque fue en 1976 que se eliminó el privilegio presupuestario que tenían los libros que no pagaban el Impuesto al Valor Agregado.

En la actualidad, Chile y Guatemala son los únicos países de América Latina que aplican IVA a los libros. El último en abandonar el  deshonroso grupo fue Bolivia, cuando su Senado acordó en marzo último eliminar el impuesto a la lectura. En Europa, en tanto, países como Bélgica, Francia, Alemania, Grecia, Portugal, Suecia, Reino Unido, entre otros, dicho gravamen no supera el 8%.

En el país, la iniciativa más fuerte en la actualidad es Libros Sin IVA, agrupación que desde el año pasado “busca instalar en la agenda pública la necesidad de eliminar el IVA del 19% que grava a los libros en Chile”.

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La iniciativa ha tenido un apoyo parlamentario transversal, con apoyo de los diputados Issa Kort,  (UDI) Ramón Farías,  (PPD) y Ximena Vidal (PPD) entre otros. Incluso, en agosto pasado el equipo coordinador de la campaña Libros sin IVA acudió a la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados para exponer los argumentos que fundamentan la iniciativa.

Este tema, no obstante, escapa del Parlamento, ya que al ser un tema tributario, cambiar el IVA en los libros es una atribución exclusiva del Presidente de la República.

Sin embargo, esta no ha sido la primera vez que la gravación a los libros está en el centro del debate.

1.- Creación del Consejo del Libro y la Lectura

La más importante se dio en 1993, cuando se creó el Consejo Nacional del Libro y la Lectura, con la denominada Ley del Libro, durante el gobierno de Patricio Aylwin y firmada además por el entonces Ministro de Educación, Jorge Arrate y el Ministro de Hacienda, Alejandro Foxley.

En ese entonces, en el parlamento se discutió ampliamente la idea de eliminar el IVA al libro, sin que se concretara el proyecto.

“A la larga el Ejecutivo apagó los ánimos con una propuesta que era destinar todos los recursos fiscales derivados del IVA al libro a planes de fomento al libro y la lectura. Al final el compromiso quedó en nada”, explica Marco Coloma, de Libros Sin IVA.

2.-Imprentas y editoriales alzan la voz

Otra iniciativa que no llegó a ver la luz surgió el año 2004, cuando distintas imprentas y editoriales levantaron una propuesta que tenía por intención reducir el impuesto al libro hasta un 4%.

3.- La propuesta de MEO y Escobar

Luego en el año 2007, los entonces diputados Marco Enríquez-Ominami y Álvaro Escobar presentaron un proyecto que buscaba generar nuevos incentivos y entregar garantías al fomento del libro y la lectura. Una de ellas era precisamente bajar el IVA, pero a través de una obligación de establecer un mecanismo tributario de fomento.

4.- Zona libre literaria en Valparaíso

También el año 2007, el diputado RN Joaquín Godoy presentó un proyecto de acuerdo que pedía crear  la “Zona Libre Literaria” y que eliminaba el impuesto a los libros a las librerías ubicadas en el Casco Histórico de Valparaíso, zona que es declarada por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad.

“Es imprescindible conjugar, en la zona declarada Patrimonio de la Humanidad de Valparaíso, junto a su natural atracción hacia artistas, poetas, bohemia, turismo, un polo de estímulo al crecimiento intelectual”, señaló en esa oportunidad Joaquín Godoy.

5.- Precio fijo para los libros

Otro que ha levantado la voz frente al impuesto del libro ha sido el senador Pedro Muñoz (PS). Primero en el 2008 propuso poner un precio fijo para los libros. Finalmente, la idea a la que también se sumaron los senadores Andrés Chadwick (UDI), Juan Pablo Letelier (PS), Ricardo Nuñez (PS) y Mariano Ruiz-Esquide (DC), no llegó a establecerse.

Muñoz siguió hablando al respecto durante el año pasado e incluso hoy volvió a referirse a la necesidad de eliminar el IVA. “Basta que la rebaja se aplique sólo en expendios donde se vendan exclusivamente libros, con lo que de paso se da un espaldarazo a las pequeñas librerías”, dijo a La Segunda.

6.- Textos Escolares sin IVA

En el 2011, un grupo de parlamentarios liderados por la diputada María José Hoffmann presentó un proyecto de acuerdo que pretendía eliminar el IVA a los textos escolares. La idea que surgió según sus autores para promover su venta, aliviar los gastos de apoderados y combatir la piratería, tampoco vio la luz.