Por qué el hombre casado es científicamente más atractivo para ellas
Investigación reveló cinco claves que explican el deseo de las mujeres por los varones comprometidos.
Por RedacciónUn anillo hace mucha diferencia, incluso para determinar el atractivo de un hombre con el sexo opuesto. Durante muchos años fue un mito que se comentaba en reuniones informales, pero un estudio realizado por la Oklahoma State University, publicado en el Journal of Experimental Social Psychology, entregó las explicaciones para esta creencia.
La investigación, realizada por las doctoras Melissa Burkley y Jessica Parker, destacó cinco claves para tener en cuenta:
1.- Más allá del alcance. Este es el inicio del atractivo. Las expertas destacan que las mujeres no son tan competitivas como los hombres, pero sentir que algo está fuera de su alcance o que está entrando a un área prohibida, despierta ciertas cosas después del primer coqueteo.
2.- Seguridad. El estudio indica que coquetear con un hombre soltero es mucho más fácil, ya que probablemente la mayoría de ellos tiene deseos de concretar una relación íntima. Sin embargo, hacerlo con un hombre casado implica determinadas conductas que generan “seguridad” en las mujeres. Es como mostrarle un plato de comida a un animal enjaulado y con hambre, experiencia “liberadora” para ellas, según la investigación.
3.- El factor ego. Sentir la respuesta masculina al coqueteo, pese a su compromiso, es un premio para el autoestima. Según las expertas, este punto en particular libera endorfinas, generando una conducta de adicción que ellas buscarán repetir.
4.- Derribar los mitos. La mayoría de las mujeres en pareja intentan mostrar a su hombre como “el mejor del mundo”, lo que según las investigadoras puede generar “respuestas negativas” por parte de otras mujeres. No son pocas, entonces, las que quieren entrometerse para “derribar los castillos” que otras de su género construyeron.
5.- El trabajo hecho. Un hombre casado pasó por todas esas cosas que algunas mujeres buscan: seguridad, estabilidad, crianza, etcétera. Un hombre casado, es un hombre probado, aseguran las investigadoras, por lo que facilitan el proceso de “elección”.
