Programa propedeútico pionero de la V Región ya tiene su primera alumna titulada
Este programa busca preparar a los estudiantes durante su paso por la enseñanza media para ser exitosos en su ingreso y mantención en la educación superior. La primera institución en sumarse a esta iniciativa fue la U. Viña del Mar.
Por María Gabriela Salinas
El paso del colegio a la universidad no siempre es fácil. Por eso, la Red Unesco, que comprende 17 Universidades a lo largo de Chile, creó el programa Propedéutico, cuyo objetivo es que los estudiantes de la educación media puedan nivelar sus competencias básicas en las áreas de gestión personal, lenguaje y matemáticas, para que luego puedan ingresar a la educación superior sin mayores inconvenientes.
Uno de los planteles que forma parte de esta red es la Universidad Viña del Mar (UVM), que en 2012 lanzó un programa Propedéutico y que este año tuvo a su primera estudiante titulada.
“El Propedéutico nivela las competencias para el ingreso directo a la universidad y está dirigido a estudiantes de cuarto año medio de ‘alto rendimiento en contexto’, vale decir, permite preparar a los alumnos con mejores notas de determinados liceos de las comunas de Viña del Mar, Valparaíso, Casablanca, Villa Alemana, Quilpué, Limache y Nogales”, explica a El Dínamo el Vicerrector Académico de UVM, Eduardo González.
El programa se realiza entre los meses de agosto y diciembre de cada año y a la fecha cuenta con 162 estudiantes que lo han cursado de manera exitosa.
Este tipo de programas, que también implementaron otras universidades en la V Región como la UPLA o Santa María, busca generar más oportunidades a estudiantes que por el contexto en el que se desenvuelven, no habrían podido ingresar a la educación superior o mantenerse exitosamente en ella.
“El estudiante que ingresa vía Propedéutico tiene la posibilidad de fortalecer sus herramientas y esto le favorecerá para su éxito académico durante el primer año y cursos superiores”, dice González, quien agrega que los alumnos que han ingresado a través del Propedéutico en UVM tienen un promedio de notas al primer año de 5,1 y una tasa de retención del 80%.
Durante los meses que dura el programa, el alumno va trabajando las competencias básicas de gestión personal, como es la responsabilidad, autonomía, hábitos de estudio, entre otros. También cuentan con un perfeccionamiento del área de lenguaje, mediante la comunicación oral y escrita, además de recibir una nivelación en matemáticas a través de operaciones básicas y el desarrollo del pensamiento lógico.
“Los estudiantes adscritos al programa Propedéutico pueden obtener diversos beneficios correspondientes a la entrega de movilización, desayuno, materiales pedagógicos y participación en diversas actividades culturales mientras dura la nivelación. Asimismo, cuentan con una beca que financia el 100% tanto de la matrícula como del arancel, esto renovable para cursos superiores de acuerdo a su mérito académico”, relata González.
La primera estudiante titulada
Silvana Oroz
La primera estudiante titulada de este programa en UVM, Silvana Oroz, conversó con El Dínamo para contar su experiencia en el propedeútico.
Oriunda del sector de Placilla en la comuna de Valparaíso y ex alumna del Liceo N°1 de Niñas María Franck de Mac Dougall, salió de dicho establecimiento educacional con un promedio de notas de enseñanza media correspondiente a 6,6 y se convirtió en la primera generación profesional de su familia.
Según cuenta, este programa “cambió mi vida para siempre. Jamás imaginé que podría ser cierto el hecho de poder estudiar gratis en una universidad privada. Al comienzo confieso que me daba un poco de miedo eso de tener que enfrentar el mundo universitario, el Propedéutico se desarrollaba en la misma U y uno debía ir todos los días sábados muy temprano. Recuerdo que la coordinadora de mi colegio me avisó de este programa y me dijo que por mi rendimiento académico podía participar y fue así entonces que asistí. Hoy creo que es la mejor decisión que he tomado hasta ahora y me siento feliz por eso”.
Si bien reconoce que al inicio no tenía muy claro de lo que se trataba, “fui constante en las clases porque me daba cuenta que todo lo que me enseñaban de alguna u otra forma servía para mi futuro. A medida que se iba desarrollando el programa me iba sintiendo aún más capaz de continuar estudios universitarios. Recuerdo que nos hacían pruebas de lenguaje y matemáticas, pero además una cosa que me llamó mucho la atención fue que nos preparaban en desarrollo personal. Una vez que aprobé todo y cumplí con la asistencia del programa, nos informan que teníamos la posibilidad de estudiar gratis la carrera que nosotros eligiéramos según nuestros intereses. ¡No lo podía creer!”.
En esa línea, también destaca que en el programa se crean lazos con el equipo y con los compañeros de liceos y colegios diferentes. “Soy una agradecida de que exista este tipo de apoyo para aquellos jóvenes que tienen buenas notas, pero que lamentablemente no cuentan con un soporte financiero de respaldo. En lo particular, a mí me costó un poco ese paso de colegio a universidad, esa adaptación social, pero gracias al programa mi ingreso fue acompañado, eso a diferencia de aquellos que entran vía PSU”, concluye.
