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14 de Octubre de 2020

Los pro y contras de adelantar el año escolar 2021

Promover más espacios de encuentro y socialización sería uno de los puntos positivos. Sin embargo, también se podría generar más presión en torno a las comunidades educativas.

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adelantar año escolar
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“Hemos discutido ya con varios actores que el año escolar 2021 inicie un poco antes, para reforzar. Se está evaluando”. Con estas palabras, el ministro de Educación, Raúl Figueroa, planteó este domingo -en el Programa Tolerancia Cero– la posibilidad de modificar el calendario académico del próximo año.

Si bien sólo se trata de una opción y aún no hay nada definitivo, el Colegio de Profesores ya criticó la iniciativa, tras considerar que se iniciaría el año escolar en medio del período de vacaciones, luego de un año en el que “se ha trabajado muchísimo” producto de la pandemia y el salto hacia la educación a distancia, según expresó el presidente del gremio Mario Aguilar, en conversación con 24 Horas.

Además, de acuerdo a Aguilar, comenzar las clases en febrero podría incidir en una baja importante de la asistencia. “Por lo tanto, me parece que la opinión de las familias es muy decisiva”, agregó.

Dicha opinión es puesta a prueba por la directora del Observatorio de  Política Educativa de Fundación Educación 2020, Loreto Jara, quien aseguró a EL DÍNAMO que adelantar el inicio del año escolar puede tener beneficios como presentar ciertas dificultades para los padres, apoderados y estudiantes.

Ventajas: socialización

Para la especialista en educación, quienes se podrían ver mayormente beneficiados de retomar antes las clases serían los alumnos de primero básico, al tratarse de niños que recién están adquiriendo habilidades de lectoescritura, y aquellos estudiantes que requieran, en mayor medida, de espacios de socialización.

“En general, estudiantes que necesitan el componente de la socialización. Volver a clases presenciales y adelantar el año tendría ventajas para promover los espacios de encuentro, de constitución de ciudadanía y de socialización que se viven en la escuela y que son irremplazables en formato virtual. Para eso sería súper ventajoso”, explicó Jara.

Con respecto a la motivación que manifestó el ministro de Educación, Raúl Figueroa, sobre evaluar esta opción para “reforzar al máximo los aprendizajes”, la experta de Educación 2020 aseguró que la realización de un diagnóstico y el respectivo reforzamiento deberán hacerse de todas maneras a comienzos del año escolar 2021.

“Hay que hacer a inicios de 2021 un proceso de diagnóstico; ver en qué punto están todos y cada uno de los niños de Chile respecto al aprendizaje del curso en que están. Eso tienes que hacerlo sí o sí y también sería beneficioso ganar un poco de tiempo, pero hay que ponerlo en la balanza”, señaló Loreto Jara.

Desventajas: comunidades educativas bajo presión

Aunque ganar algo de tiempo siempre puede resultar provechoso, lo cierto es que, por ejemplo, “si se adelanta dos semanas (el año escolar 2021), no es mucho el efecto en términos de aprendizajes que se pueda conseguir “. Esto, considerando que, al igual que este 2020, lo más probable es que 2021 tampoco sea un año “normal”.

En cambio, adelantar en un par de semanas las clases sí podría afectar e imponer más presión a las comunidades escolares, que “ya están lo suficientemente presionadas y estresadas”, aseguró la directora del Observatorio de Política Educativa.

“Desde Educación 2020, compartimos la preocupación de que se retome un ritmo de aprendizaje y una modalidad que permita a los estudiantes vincularse con la socialización, con sus compañeros y entendemos la urgencia de eso. Sin embargo, adelantar las clases dos semanas puede ser una mala señal en términos de lo que las comunidades educativas están requiriendo, y además es desconocer una cosa bien relevante en este contexto: que igual necesitan un período de vacaciones, porque el año ha sido duro para todo el mundo”, agregó Jara.

De igual manera, la especialista en Educación hizo énfasis en la señal que se entrega a la hora de realizar un anuncio de este tipo. ” Decir ‘adelantemos el año escolar’ puede dar la señal -a las comunidades escolares- de que no se está haciendo mucho; como adelantemos el año y pongámonos a trabajar, por decirlo de alguna forma, y eso puede ser bien sensible para las comunidades escolares que, por supuesto, han trabajado el doble y por tanto necesitan su período de vacaciones regular”, explicó.

En esa línea, y con el fin de no imponer más presión a las comunidades educativas, Loreto Jara apuntó a la necesidad de que se tomen decisiones que dejen conformes y tranquilas a la mayor cantidad de éstas, y para ello el diálogo es crucial. “Estas son decisiones que se tienen que tomar con la gente”, concluyó.

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