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13 de Julio de 2011

Un recuerdo loco: las 7 diferencias entre la “Roja” de Borghi y Bielsa

El equipo del "Bichi" ganó su grupo y mantiene el buen nivel mostrado en el ciclo anterior. Pero varias cosas han cambiado.

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No hay mucho que criticarle a la Selección Chilena dirigida por Claudio Borghi. Claro que no es perfecta, pero acaba de terminar en el primer lugar del Grupo C de la Copa América y eso es positivo por donde se lo mire.

Y se sabía que, para el “Bichi”, no iba a ser fácil: tenía que tomar un barco que de la mano de Marcelo Bielsa venía muy bien encaminado, con buenos resultados y un estilo de juego extremadamente atractivo para lo que se suele ver por estos lados.

Pero la nueva “Roja” no ha desentonado. Es cierto que la base de jugadores es la misma, pero no por eso hay que mirar en menos el nuevo trabajo. Y las nuevas variantes, que, en su mayoría, han dado resultados.

A la hora de comparar, encontramos siete diferencias entre el equipo del “Bichi” y del “Loco”. Estas son:

Más pausa en el medio: Para Bielsa, las transiciones del juego entre recuperar la pelota y llegar al área rival tenían que ser lo más rápidas posible. La mitad de la cancha pasaba a ser un sector casi inexistente, donde incluso todo tendía a pasar por los costados.

Ahora no. Ahora Chile tiene más calma, se da el gusto de poner la pelota contra el piso, tocar de un lado para el otro y encontrar, a través de la repetición, algún espacio para seguir avanzando.

Uno crea, otro destruye: Ligado a lo anterior, es fundamental el papel que cumplen los volantes de contención. Al jugar con dos “tapones”, uno de ellos se acerca mucho más a los centrales a la hora de cubrir los relevos y ayudar en la marca. En el equipo titular, es el rol de Gary Medel. Anoche lo cumplió, antes de quedar con diez, Francisco Silva.

El otro contención es el que ayuda a salir. Eso, claro, no quiere decir que no llegue a marcar, pero sí cumple un rol más importante a la hora de comenzar a gestar una jugada de ataque. Ahí aparece Arturo Vidal, a quien Borghi no quiere hacer jugar de stopper a pesar de sus cualidades. Y es por eso mismo.

Es cierto que a la hora de defender, Bielsa pasaba a jugar con dos volantes de contención “por el medio”, apoyados por los laterales. Pero la dinámica del rosarino convertía siempre a uno de los dos carrileros en volantes, partiendo un poco más el equipo y retrasando a los “tapones”.

Flexibilidad en el esquema: Borghi no come vidrio. Sabe con qué jugadores cuenta, en qué momentos están y por dónde se mueve el partido. Si tiene que jugar con un “10”, lo hace. Y si hay que ocupar dos, también.

Los tres hombres en punta de Bielsa eran a tal nivel inamovibles que, ante la lesión de Suazo en Sudáfrica, fue Jorge Valdivia quien hacía, nominalmente, de hombre de área. O sea, mandaba el esquema.

Además, los cambios del “Bichi” no implican demasiada rotación. Al “Loco” muchas veces se le veía mover hasta cuatrp jugadores -dentro del mismo dibujo táctico- sólo por hacer una sustitución.

Más gente pero menos arriba: Uno de los que se ha llevado muchas críticas en esta Copa América es Humberto Suazo. Es cierto que “Chupete” ha desaprovechado un par de oportunidades, pero el rol que cumple hoy es totalmente distinto.

Con Bielsa, el delantero de Monterrey estaba en el área. Pasara lo que pasara, ese era su lugar. Hoy se mueve mucho más, ayuda a organizar en tres cuartos de canca e incluso aparece como “pivot” en algunos ataques, por lo que siempre hay alguien más adelante. Pero por los costados.

Esa ausencia de “hombre gol”, eso sí, tiene sus beneficios: la rotación a la hora de llegar al arco contrario diversifica la cantidad de jugadores libres que recepcionen el último pase. Eso sí, hay que echar la pelota adentro: Luis Jiménez, que no es delantero, se ha perdido tres goles impresentables en el área chica.

Las pelotas detenidas: Tres de los cuatro goles de Chile en la primera ronda llegaron por arriba. Es cierto que el último fue autogol, pero estaba todo calculado (?).

Muchos dicen que si la “Roja” ha logrado esa efectividad es porque Bielsa preparó los balones aéreos y Borghi no los trabaja… Pero, cierto o no, la verdad es que es ahora donde están funcionando con mayor regularidad.

Ojo, eso sí, con los balones aéreos en contra. Fue una de las mayores debilidades del Chile de Bielsa, y México ya hizo uno así.

Maravilla en todos lados: Todo el mundo anda loco con Alexis Sánchez. El tocopillano, que entre hoy y mañana debiese ser anunciado como el nuevo refuerzo de Barcelona, es el que se lleva todas las miradas y los aplausos.

Ha jugado bien. Hizo el gol frente a Uruguay, ha dejado loco a todos sus marcadores y sigue demostrando su talento. ¿La diferencia? Hoy juega por todos lados. No está arrinconado en la banda derecha, cruza por ambas bandas, se retrasa, recupera pelotas y llega al área.

Es muy parecido a lo que hizo la temporada anterior con Udinese, pero ahí lo hacía incluso mejor, porque tenía que retroceder un poco menos. Si se sigue atreviendo, puede romperla con todas las de la ley.

Ojo con Beausejour: No es necesario repetir que Marcelo Bielsa rescató a “Palmatoria” de transformarse en otro de los tantos buenos proyectos que ha tenido el fútbol chileno.

El “Loco” le encontró un lugar como reemplazante de Mark González y luego lo adaptó a jugar en la línea de volantes, mostrando dotes de recuperación que no se le conocían.

Sin embargo, hoy el panorama es distinto. Antes, si jugaba de volante, tenía alguien adelante; si jugaba de puntero, tenía alguien detrás. Ahora no, debe recorrer más terreno, y se le ve incómodo.

Eso sí, ha mejorado mucho entre el primer partido y el de anoche, por muy inexplicable que haya sido su expulsión. No hay que dejar que un jugador de tan buen nivel se pierda. ¿La clave? Que parta las jugadas más arriba, con algún “socio” que le mire las espaldas.

 

 

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