
El Arsenal cayó ayer ante el Liverpool y tanto los hinchas como los medios de comunicación se lanzaron en contra de Arsene Wenger por mantener durante gran parte del partido a Alexis Sánchez en la banca. El chileno ingresó y sumó una nueva asistencia, pero no fue suficiente ante el claro marcador.
Posteriormente, en conferencia de prensa, el técnico de los Gunners tuvo que salir a dar la cara por su polémica decisión, argumentando que en esta ocasión necesitaba jugadores más altos y ‘directos’.
En ese sentido, explicó que “no estoy negando que Alexis Sánchez sea un gran jugador, yo lo compré” y precisó que “una decisión como la que tomé no es fácil de hacer, pero siempre tienes que ponerte de pie”.
Pese a que tanto la prensa como los hinchas del cuadro londinense aseguran que se equivocó dejando al Niño Maravilla fuera del partido, “soy lo suficientemente fuerte y lo suficientemente lúcido como para analizar el impacto”.