Empresarios gringos advierten por reforma laboral: “Inversiones extranjeras pueden ir a otros países”

En vísperas de que la reforma laboral empiece a discutirse en el Senado, la titular del ramo, Ximena Rincón, recibió una carta firmada por los empresarios estadounidenses en Chile, pertenecientes a la Cámara Chilena Norteamericana de Comercio (Amcham), en la que plantean serios reparos a la normativa.

“Nuestro objetivo es contribuir al proceso de construcción de una mejor legislación, que vele por el entendimiento entre empleados y empleadores, dando las necesarias seguridades al desarrollo económico, la empleabilidad y el crecimiento del país”, reza el penúltimo párrafo de la carta, que hoy da a conocer El Mercurio.

Esta asociación agrupa a cerca de 600 empresas, entre las que están Coca-Cola, Walmart, General Motors, MasterCard y Microsoft, y que generan en total alrededor de 420 mil empleos en Chile.

Algunas de las aprensiones planteadas por la asociación indican que es “esencial conjugar en el proyecto elementos como el resguardo de las libertades individuales, la protección de la información privada de las personas y el fortalecimiento de un entorno favorable al desarrollo económico, la contratación, la inversión extranjera y la competitividad del país.

Los principios que deben revisarse, según lo que Amchan plantea a Ximena Rincón, son los siguientes: libertad de los trabajadores para afiliarse o no a los sindicatos, y que estos grupos puedan tener poder negociador similar al de las mencionadas asociaciones, y que también exista esta libertad en caso de huelga.

Además se considera que deben existir gobiernos corporativos para los sindicatos, donde se incorporen normas de transparencia y establecimiento de responsabilidades de los dirigentes sindicales. Incluso suman la propuesta de crear una Superintendencia de Sindicatos.

También hablan sobre la continuidad del trabajo de la empresa en caso de huelga, ya que “ésta no puede poner en riesgo el funcionamiento absoluto de las empresas”.

Amcham al final realiza una velada amenaza: “las legislaciones que consagran la huelga en términos tan absolutos, sin reemplazos ni descuelgue, crean un riesgo económico y operativo tan fundamental para las empresas, que las inversiones extranjeras y provenientes de multinacionales bien pueden optar por instalarse en países con regulaciones menos severas en esta materia”.