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3 de Febrero de 2016

Las cifras negras de la explotación sexual infantil en Chile

Conversamos con la directora del Sename, dos encargadas de centros especializados en reparación de casos de niños y niñas que sufren explotación sexual, con policías que investigan estos casos, y con una representante del sindicato de trabajadoras sexuales. Gente que está en la línea de fuego de un tema que aunque nadie quiere ver, sucede mucho en este país.

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Le llamaremos María, aunque su nombre no es ese. María tiene 15 años, pero parece de 13, quizás menos. Habla como una niña y no como una adolescente.

Es un dato no menor si consideramos que los últimos dos años de su vida los ha pasado en la calle, siendo explotada sexualmente. Ella no lo conceptualizará, es decir, no dirá prostitución, comercio sexual, ni menos lo que es realmente, explotación sexual comercial. Pero la vivirá, y aún así, la rudeza de su vida no ha corroído la inocencia de su voz ni de su mirada.

Desde que tiene uso de razón, María se ha sentido discriminada. Pero no es que sea paranoica, realmente lo ha sido.

STGO

Ha sido marginada y bulleada por diferentes cosas, pero sobre todo porque María es transexual. Eso, más una historia familiar marcada por los abusos, la drogadicción y hasta la caída en la cárcel de su madre, la sumergieron en el submundo de la explotación sexual. Es ahí donde encuentra, por momentos, acogida. De hecho, María actualmente está siendo apoyada y siendo asesorada para lograr interrumpir su explotación y conseguir su intervención por el Sindicato de trabajadoras sexuales Amanda Jofré.

Según cuenta el comisario de la PDI Óscar Vergara, de la Brisexme Metropolitana, muchas de las denuncias de menores siendo explotados provienen de las mismas trabajadoras sexuales. Desde el sindicato Amanda Jofré reconocen que esto es así. “Trabajamos en la prevención de situaciones de vulnerabilidad que se dan en el contexto del trabajo sexual, y la explotación infantil es algo con lo que nos encontramos. De hecho por lo general son las compañeras las que denuncian los casos. Nosotras hemos trabajado con la Brisexme y con los centros especializados. Pero casos como el de Maria demuestran una tensión institucional, una problemática muy antigua, donde no se piensa primero en la protección de los menores, hay instituciones que debieran velar por que ella esté yendo al colegio, que tenga vínculos familiares, que reciba tratamiento. Pero no es así”, dice Krishna Sotelo, asesora técnica del Sindicato.

explotacion

Consuelo Contreras, directora ejecutiva de la Corporación Opción, uno de los 17 centros especializados en reparación de NNA’s (Niñas, niños, adolescentes) víctimas de explotación comercial explica que, por lo general, los menores que caen en estas redes acarrean historias previas de abuso, desprotección, marginalidad, negligencia, violencia de todo tipo, que genera un contexto que permite que sean captados por los explotadores.

Y es en la calle. En la noche. En marginales fumaderos de pasta base o en elegantes departamentos. En círculos donde se mezclan explotadores y explotadas. Entre travestis y prostitutas. Allí donde los marginados se sienten menos solos porque se tienen los unos a los otros.

Vulneración y carencias

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Es de noche y María está en una esquina indeterminada de una comuna céntrica de Santiago, esperando que algún auto la recoja, la lleve, para luego a cambio de sexo, conseguir algo de dinero y/o droga. Eso le servirá para ayudar con insumos básicos en su casa y también para comprarse ropas y maquillaje. Otras veces llegará golpeada. A veces sale de Santiago por algunos días. Eso, por brutal que suene, porque lo es, a veces constituye, en palabras de Denisse Araya, directora ejecutiva de la ONG Raíces “el único gesto de cariño, de preocupación, entre comillas, que han recibido”.

El comisario Vergara explica que el perfil de la menor explotada tiene que ver con necesidades, vulneración de derechos, falta de escolaridad y/o soporte familiar.  “En un contexto como el de por ejemplo una niña de 12 años que ha sufrido violencia intrafamiliar, que duerme en la calle porque en la casa está el papá borracho, hermanos drogadictos, ella encuentra que un tío le paga 50 lucas por salir con un señor, entonces dentro de ese contexto, entre grandes comillas, ve una situación que la ayuda. Ella lo va ver así y a veces es muy difícil hacerles ver que no la están ayudando sino que le están haciendo un daño terrible”.

“No existen”

denisse

Para Denisse Araya, que además es representante en Chile de ECPAT (la mayor red mundial dedicada a combatir la explotación sexual infantil), casos como este son dolorosos pero no sorpresivos: “El Sename, en conjunto con la Organización Internacional, el año 2004 hizo una investigación sobre este tema, en la que se concluyó que habían 3.719 niños en situación de explotación sexual. Desde entonces, el Estado de Chile no ha hecho una investigación de la población en riesgo por este tema”.

El mismo estudio cifró que un 80% son mujeres, que se inician en la explotación sexual a los 12 años. El otro 20% son hombres. Cifras de niños trans no existen.

Y sigue: “Las organizaciones de apoyo a la diversidad sexual han hecho un trabajo excelente de visibilizacion y sociabilización, pero no es un tema nuevo. Para nosotras, que llevamos 20 años en esto, al menos. Tenemos chicos y chicas transexuales, no les impedimos vivir su identidad sexual, si se esta colocando hormonas, tampoco”.

Sus ojos hacen una casi imperceptible cristalización, como si justo por el centro de su pupila fuese entrando una aguja invisible: “Reconocemos y aceptamos sus procesos, pero intentamos inculcarles que el comercio sexual no es la única opción. Porque ellas sienten que ahí, y sólo ahí, nadie las va cuestionar, que en el fondo ese es el ambiente que les corresponde. Y no es así. No debiese ser asi”.

Consuelo Contreras, directora de la Corporación Opción, tiene una perspectiva bastante similar: “El único estudio sobre explotación sexual infantil tiene 12 años, está desactualizado, entonces por ejemplo el tema de género es sólo una más de las grandes falencias que tenemos para poder trabajar en esto. En mi opinión demuestra la despreocupación que hay frente a este tema por parte del Estado. Para el Estado no existen los niños trans”, dice Contreras.

Los fríos números

ONG Raíces tiene dos centros ambulatorios donde se trata a menores víctimas de explotación sexual. En cada uno hay 65 menores. La Corporación Opción tiene un centro, ambulatorio también, que atiende a igual cantidad de NNA’s (niños, niñas, y adolescentes).

En total, y según cifras oficiales, hasta el año 2015 el Sename y los organismos colaboradores (entre los que están Raíces y Opción) ejecutan 17 programas especializados en reparación de víctimas de explotación comercial, en 11 regiones, en todo Chile. En total se están atendiendo 1509 casos de NNA’s. “Sabemos que es una cifra marginal”, dice Araya.

En cifras oficiales de la Policía de Investigaciones, del años 2011 al 2014 hubo 587 casos que involucraron menores de edad siendo explotados sexualmente que culminaron con detenciones. De ellos, 465 fueron por almacenamiento, posesión, y adquisición de material pornográfico; 8 por obtención de servicios sexuales; 4 por comercialización de material pornográfico; 70 por producción de material pornográfico; y finalmente 71 casos por promoción y facilitación de explotación sexual con fines comerciales de menores.

“Son delitos muy ocultos, muy difíciles de detectar”, reconoce el Comisario Vergara de la Brisexme Metropolitana de la PDI.

Araya y Contreras coinciden en el diagnóstico. Según ellas, el número de casi 4 mil NNA´s víctimas de explotación sexual comercial, en estos 12 años, no ha disminuido. Ellas creen, con pesar, que al contrario, ha aumentado.

La semana pasada el Sename a través de su Observatorio de abuso sexual infantil y adolescente publicó el primer informe de abuso sexual en niños, niñas, y adolescentes en Chile.

“Este informe nos permite tomar decisiones, hacer acciones preventivas y aplicar programas de reparación y acciones judiciales en conjunto. Solamente llegan al Ministerio Público casi 24 mil denuncias de abuso sexual, y 18 mil son contra niños, niñas y adolescentes; una cifra altísima. Y nosotros nos preguntamos cuánta cifra negra habrá tras esto, porque la mayoría de estos casos son intramuros, y romper esa barrera es un esfuerzo que tenemos que hacer como país”, dijo Labraña entonces.

El Sename

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Marcela Labraña, directora nacional del Sename, reconoce que hay una cifra negra en el tema de la explotación sexual infantil: “Hay muchos casos donde esto no se denuncia, donde esto sucede intrafamiliarmente. Y evidentemente no se puede ingresar en todos los hogares. Es por eso que es importante trabajar en la prevención, en un cambio cultural, en que se entienda que esto es un abuso, una explotación. Así también se está trabajando en ampliar la cobertura para la reparación. Pero el foco principal está puesto en poner una luz sobre esta cifra negra, para que deje de serlo. Que exista la Ley de Garantia de Derecho y una Ley de Maltrato Infantil es absolutamente necesario en otro frente, porque o si no no hay cómo poner atajo, judicialmente al menos. Tiene que haber sanciones duras, para que la gente deje de sentir que denunciar no sirve de nada”.

El Sename tiene 284 residencias en Chile, a los cuales llegan menores por vulneración de todo tipo de derechos. “Muchas veces en el proceso se devela que han sido explotados sexualmente. Ahi vamos a los tribunales de familia, ponemos querella. Y paralelo al trabajo sicológico viene el tema judicial”, explica Labraña.

Labraña enumera: “La prevención, levantar alerta, es lo primero. Luego está la detección de casos, que tiene que ir acompañada de denuncia. Y al final, está la reparación”.

“Si se cuenta con recursos…¡Esa es la niñez en este país!”

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Las palabras son de Denisse Araya, que dijimos, es la representante en Chile de ECPAT, la red mundial más grande en cuanto a combate de la explotación sexual infantil, lleva 20 años trabajando en el tema y pronóstico. Durante la conversación se disculpa. “Algo huele mal, no se muy bien cómo explicarlo, pero huele mal”, dice. Y vuelve a disculparse.

“Chile firmó el acuerdo de Estocolmo el año 1996, fue el primer congreso internacional contra la explotación sexual y trata de niños y niñas. Chile firmó el acuerdo. Para cuando iba a llegar el segundo congreso mundial, el 2001, había que dar cuenta de en cuánto o cómo se había avanzado. Entonces el 1998 nos llaman del Sename para hacer un proyecto de reparación de daño para niños y niñas víctimas de explotación, lo hicimos y esto se financió el 2001 justo para cuando había que exponer, hicimos un plan piloto que se ejecutó a través del Sename y donde se pudo demostrar que es factible reparar el daño, pero en no menos de tres años”, explica.

“La política nacional que existe hoy, con estos 17 proyectos, es una política buena, mala, mas o menos, lo que quieran, pero existe. Y funciona, en relación a los recursos que tenemos, bastante bien, dentro de sus limitantes. Por ejemplo, tenemos un 65% de éxito en cuanto a casos donde se logra interrumpir de forma definitiva la explotación. Pero esto es siempre y cuando se haga de acuerdo a los términos que hemos planteado y cómo se ha demostrado que es efectivo”, asegura..

– ¿Cómo es eso?

– Por ejemplo, estos proyectos, en su concepción original, están planteados con el objetivo de reparar el daño. Este 65% de éxito que te comentaba se alcanza recién después de 3 años de trabajo, no antes. Porque una niña recién después de 6 meses de un trabajo serio, sistemático, logra recién reconocer que está siendo explotada. Y ahora el Sename está licitando los proyectos para un año. ¡En un año pretenden que se interrumpa la explotación! Como se plantea hoy no se podrá probablemente salvar a ninguna. Es absurdo e imposible cumplir esas metas. Esto es un trabajo de largo aliento, en menos de 3 años un chico o chica no repara, y no te digo de un 100% sino que sencillamente se pare y diga, esto me pasó, quiero superar esto. Desde el Sename, todo lo que se esta haciendo es absurdo, porque no es sólo eso.

– ¿Qué más?

– Mira, ahora van a mandar una Ley de Garantía de Derechos, que tiene suma urgencia, y a la cual, como sociedad civil le hemos hecho 300 indicaciones, porque esta hecha pésimo. Es una muestra de la chambonada que existe en Chile respecto a la protección de la infancia. Da rabia porque uno sabe, yo se, que se les puede ayudar. Si se les da la oportunidad ellas y ellos pueden salir de eso. Pero el Estado los trata como muertos en vida. Si alguien está siendo sistemáticamente abusado, violentado, es casi obvio que va caer en la explotación sexual y después quizá en qué. Y después se sorprenden, se escandalizan con la delincuencia. Pero si no se previene, ¿qué pretenden? Si uno entiende que es difícil, pero a veces siento que vamos para atrás en vez de avanzar.

– ¿Por qué dice que está hecha pésimo?

– Porque es una Ley hecha sin recursos, cada dos paginas dice, “si se cuenta con los recursos”. Entonces ¡esa es la niñez en este país! El delegado civil para ir al Consejo Nacional de la Infancia renunció porque dijo que la Ley era un chiste. Como delegado es solamente consultivo, pero nos representaba, y encontró que no podía prestarse para ese show.

– ¿Cuáles son las necesidades más urgentes que tienen los programas de reparación?

– En el área salud sobre todo lo más urgente son los psiquiatras, para tratar temas de desintoxicación. Necesitamos urgente más pediatras también, piensa que nosotras trabajamos con muchas niñas con VIH. Psicólogos, es que tienes que pensar que como las causas son multi factoriales, las formas de reparación también tienen que serlo. Hay que generar afectos genuinos, de ocupación frente a la particularidad de cada caso. Pero lo primero, y lo más importante, es hacerlos conscientes de su situación. Porque ellas en su mayoría viven disociadas, o si no no lo podrían soportar. Actuan como si su vida estuviera separada completamente de sus sentimientos. Y cuando toman conciencia, les llegan sentimientos muy fuertes, es impactante, porque figurada, y literalmente, vomitan. En ese momento hay que estar incondicionalmente ahí.

El Estado debe ser co-garante

Marcela-Labraña-SENAME

“Yo no me puedo referir a la gestión del proyecto de Ley, eso le toca al Consejo para la Infancia, porque nuestro trabajo no es legislativo. Respecto a la suma urgencia, suena sensato pensarlo así, si es que no se entiende la suma urgencia. Porque no significa apuro, sino importancia, prioridad. Y esas indicaciones, críticas, se debaten. Yo entiendo el sentido de urgencia, porque hoy legalmente por ejemplo, no se reconoce el maltrato sino todo el daño físico. Entonces no se puede sancionar el maltrato, porque no es delito, eso hace evidente que necesitamos legislar al respecto. Pero esto es un proyecto y la comisión y la sociedad civil tienen poder de cambiarlo. Parte de la democracia es aprender a debatir, restarse, es llevarse la pelota a la casa. La misión de los que creemos que los niños tienen derechos es salir a convencer a los que no lo creen”, dice Marcela Labraña, directora del Sename, consultada por las críticas al proyecto de Ley de Garantía de Derechos.

– Otra crítica que se le hacía al Sename tenía que ver con que los proyectos para centros de acogida especializados estaban siendo licitados por un año y que ese tiempo era insuficiente para conseguir resultados reparatorios y de interrupción de la explotación.

– Jamás se deja un niño sin atención. El Sename tiene una Ley de Subvenciones, no se puede quitar atención a ningún niño o niña, pero las instituciones tienen que hacer licitaciones públicas, como todos. Y si hay una institución que no funciona, se cambia de institución, pero la niña no deja de ser atendida. Y para eso hay procesos de supervisación, que no es solo el Sename sino también los tribunales de familia, pero tenemos claro que en un año no se logra interrumpir la explotación, ni reparar. Sabemos que eso toma apróximadamente 3 años, pero va dependiendo de cada caso”.

– ¿Que se está haciendo para actualizar, o en realidad bajar, el número de 3.719 menores en situación de explotación sexual?

– Ahora estamos trabajando en un estudio retrospectivo junto a una universidad y una organización civil, en adultos, en personas que sufrieron de alguna forma de abuso sexual durante su niñez. Eso nos va dar nuevos indicadores, un adulto que haya pasado por eso nos puede decir a que señales poner ojo. Porque por mucho que actualicemos el número, lo importante es siempre poner el foco en la cifra negra, que siempre va existir, y poner una luz ahí. No nos podemos quedar en los casos que logramos reparar, sino que hay que encontrar nuevos indicadores para poder trabajar en la prevención y en las denuncias”.

“Como servicio, hemos cambiado el giro no solo a la reparación sino a levantar las denuncias. Porque por supuesto no podemos entrar a cada casa, y los servicios policiales ni las instituciones reparatorias, pueden ser los únicos co-garantes. El Estado debe ser co-garante. Las tres ultimas campañas las hemos hecho en conjunto, eso cambió la eficiencia, y ahora es una red, entre el Sename, Sernam, Ministerio del Interior, Ministerio del Trabajo, PDI, y las instituciones reparatorias. Eso es un logro. Y esa es la linea en la que hay que avanzar”.

“El explotador les infunde temor a la policia”

Conversamos con el Comisario Oscar Vergara Arce, de la Brisexme , y el comisario Erick Bellido, de la Dacom (Departamento Acción Comunitario) para conocer cómo se ataca, desde el ámbito policial, los delitos relacionados a la explotación sexual comercial de niños, niñas, y adolescentes (ESCNNA).

“Son delitos que pululan, se mueven de lugar, hay un publico que consume este tipo de sexo, que entiende que es un delito grave y por eso se cuidan. Son delitos difíciles de detectar. Son verdaderas organizaciones en muchos casos. Lo primera que hace Brisexme es responder y cumplir las ordenes de investigar que los tribunales y fiscalías nos mandan. Por otro lado nuestro afán es investigar y encontrar indicios de cometimientos de delitos sexuales. Respecto al ESCNNA hacemos servicios constantes en lugares donde se puede estar cometiendo, que es donde existe comercio sexual, por ejemplo. O cafés con piernas. Pero no es normal encontrar este tipo de delitos entre las trabajadores sexuales, de hecho ellas intentan evitar estos ilícitos y nos colaboran cuando detectan algo así, porque ellas también tienen límites morales y éticos y tampoco quieren ser cómplices”, dice Vergara.

– Explíqueme cómo funcionan estas organizaciones que comentó

Bellido: Hay varias dinámicas. Está la figura del captador, de adultos o menores, en el caso de los menores buscan lugares apartados, en el sur por ejemplo, o niñas en situación de calle, que son captadas para estos fines. Ahí caen menores que han sufrido deserción escolar, violencia, que tienen problemas de droga, o que han sido echadas de sus hogares por quedar embarazadas por ejemplo. Se trata de personas en un estado de vulnerabilidad extrema. La otras es la captación por medio del engaño. Sucede prevalentemente a través de la redes sociales- Por eso y por los temas que involucran almacenamiento, producción, y distribución de material pornográfico con utilización de menores trabajamos muy en conjunto con la Brigada de Cibercrimen- donde les ofrecen trabajo como modelos, cosas así, trabajos para bares, restoranes, night clubs, restoranes, que piden bailarinas, o meseras. Por lo general esa captación luego se mantiene por medio de amenazas. Porque el explotador les infunde temor a la policia. Hay una situación de seudovoluntariedad, no hay conciencia de que son victimas de delitos, y aún cuando se den cuenta, se ven sometidas al dinero, o a condiciones de vivienda mejor, ropa, etc, entonces muchas veces estas niñas protegen a los explotadores. De partida hay un miedo que es dificil de romper. En ese sentido, hacerles entender que uno está para proteger, es dificil también, lograr esa sintonía.

– ¿Y cómo se logra eso?

Bellido: Hay que entender que no es llegar y entrevistar a cualquier victima. De partida primero no hablan, se bloquean, están en una especie de parálisis emocional. No son temas para tocar a la ligera, tiene muchas complejidades y matices. Nosotros a diario y de forma integra, nos estamos especializando. Ahora por ejemplo hay un grupo que terminó un curso de entrevista policial forense, tenemos 14 nuevos entrevistadores especializados. Otro ejemplo: vamos a empezar a trabajar con perros que ayudan, contienen a las víctimas, con una institucion que los adiestra y prepara para eso. También está la idea de incluir trabajo con caballos. Ayuda a que se relajen, pierdan el temor, y recuerden.

En ese sentido la PDI es la única institución que trabaja desde los tres frentes: persigue el delito, tiene un area de prevención, y también una de reparación, a través del trabajo de CAVAS (Centro de Atención a Víctimas de Atentados Sexuales). Pero es complica, difícil, hay que sumergirse en una problemática que tiene muchos factores.

– Por un lado están los múltiples factores que llevan a menores a caer en estas redes. Y por el otro que haya también un “cliente” que los busca. ¿Quiénes son? ¿Por qué lo hacen?

Bellido: Es difícil de perfilar, porque se ve de todo. Ves personas casadas, con hijos, exitosos se podría decir, de buena situación económica, que participan de esta explotación, que entre comillas, consumen estos servicios. A uno le cuesta entender. Cabros jóvenes a veces. Lo más extraño es como se autoconvencen de que lo que hacen no está mal, que ser consumidor no es un delito. Otros te van a decir que no sabían que no tenía 18. Por lo general son personas que participan de estas redes de forma muy discreta, porque en el fondo saben que lo que están haciendo está mal, y se cuidan.

– Vergara: Mira, este ejemplo no tiene que ver directamente, pero el otro día una transexual extranjera que estuvo acá contaba que ella le estaba haciendo un bien a este país. Nosotros le preguntamos por qué. Y ella dijo, que tenía clientes que llegaban con la ropa interior de sus hijas, para que ella se las pusiera. Entonces nos preguntaba, si yo no existiera, ¿qué creen que le haría ese hombre a su hija? Ahí, y a lo que voy, es que uno se cuestiona hasta donde puede llegar lo bizarro de la mente, si tiene límites o no.

La perspectiva de Krishna Sotelo frente al futuro de María es duro. “En el crecimiento tu necesitas rodearte de gente que es como tu, y lamentablemente las chicas trans, por ejemplo, de escasos recursos, encuentran por así decirlo una forma y grupo de apoyo en la calle, la noche, en la prostitución, en este caso, la explotación sexual. Ella desconfía de su familia, del colegio, del Sename, de la policía. Al final, las niñas intervenidas te responden lo que quieres escuchar para que las dejen salir, porque ellas se sienten más perseguidas que apoyadas. Y la realidad es que es así. Porque independiente de los programas o las Leyes lo cierto es que no va cambiar nada si nosotros como país no nos hacemos responsables por las realidades que no queremos ver”, finaliza.

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