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31 de Julio de 2017

Estudio de Fundación Sol revela que pobreza podría llegar al 26,9% sin subsidios estatales

El estudio también analizó cuáles son los grupos más afectados por la pérdida de subsidios, mostrando que los adultos mayores y pueblos originarios son los más golpeados.

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Un estudio de Fundación SOL llamado “Pobreza y fragilidad del modelo” -que busca dar una lectura más integral a los datos que entrega la Encuesta de caracterización socioeconómica (CASEN)- determinó que la pobreza en Chile tendría una magnitud mayor, si no se consideraran subsidios, transferencias estatales o el llamado “alquiler imputado”.

Si bien la pobreza oficial en Chile alcanza a un 11,7% de la población, cuando se extraen los aportes del Estado directamente a las personas, la pobreza sube a 15,8%. Si tampoco se considerara el “alquiler imputado”, la pobreza ascendería a 26,9%. Es decir, si sólo se miden los resultados que produce el mercado y el ingreso disponible que tienen las familias, 3 de cada 10 chilenos no superaría la línea de la pobreza.

La metodología oficial de la Encuesta CASEN utiliza en la medición la figura del “alquiler imputado”, a través del cual a una familia que es dueña de una vivienda (podría estar pagando el dividendo) u ocupa una a título de cesión de parte de familiares, por trabajo, o en usufructo, se le imputa como ingreso del hogar el equivalente al costo que tiene un arriendo en el sector o manzana donde habita.

El estudio afirma que eso implica que al monto de los ingresos de una familia se suma el valor del “arriendo” que están dejando de pagar; es decir, un hogar de 4 personas que genera ingresos mensuales por $150.000 y al cual se le imputa un alquiler de $300.000, dado que este es el valor promedio de la vivienda en la zona donde habitan, no estaría en situación de pobreza ya que se le calcula un ingreso de $450.000.

Según explica Gonzalo Durán, investigador de Fundación SOL y autor del estudio, “a modo de referencia, en el caso de la pobreza informada (el 11,7%), se registran 1.368.566 (de un total de 2.046.404) personas en situación de pobreza con algún tipo de alquiler imputado”.

“Es de vital importancia develar los resultados de la pobreza en su estado más natural, es decir, aquella que genera el mercado. Si se busca evaluar qué tan efectivos son los salarios en Chile para superar la pobreza, el indicador más adecuado parece ser el que se expone en este estudio, es decir, la pobreza medida con ingresos autónomos”, explica Marco Kremerman, investigador de Fundación SOL y uno de los autores del estudio.

Al calcular la pobreza según ingresos autónomos (sin considerar los subsidios ni el alquiler imputado) según sexo, se observa que para los hombres llega a 25,4%, mientras que entre las mujeres alcanza un 28,3%.

 

Los más castigados

La investigación señala que los niveles de pobreza cuando sólo se incluyen los ingresos autónomos, muestra una especial fragilidad en dos grupos de la población: los adultos mayores (60 años y más) que casi quintuplican su pobreza pasando de 6,6% (pobreza por ingresos totales) a 30,7%, y las personas pertenecientes a pueblos originarios, que pasan de 18,3% a 37,1%.

Al realizar la misma simulación a nivel regional se puede concluir que sólo en una región del país se alcanza una pobreza por ingresos totales por sobre el 20% (La Araucanía); sin embargo, cuando se explora la misma situación según ingresos autónomos, en 9 regiones se alcanzan niveles sobre el 25% y en 6 sobre el 30%: Coquimbo, Los Lagos, Los Ríos, Maule, Biobío y La Araucanía, siendo esta última la más crítica alcanzando un 44,3%.

Adicionalmente, el estudio analizó qué sucede si se aumenta la línea de la pobreza en diferentes porcentajes, con el objetivo de mostrar cuán vulnerables son los hogares chilenos y revisar los cambios en el número de personas que se encuentran en situación de pobreza.

Los resultados indican que si se aumenta la línea en sólo 10% (en el caso de una familia de 4 personas, esto significaría subir el umbral de $400.256 a $440.282), la pobreza por ingresos totales pasaría de 11,7% a 15,1%, agregándose casi 600 mil personas. Si se aumentara un 25% (en el caso de una familia de 4 personas, esto significaría subir el umbral de $400.256 a $500.320), la pobreza llegaría a 20,6%, lo que equivale a 3.610.622 personas.

En el caso de esta última simulación y considerando sólo los ingresos autónomos, la pobreza alcanzaría un 37,6%, lo que corresponde a 6.595.590 personas”, dice Durán.

Adicionalmente, los investigadores muestran cuán sensible es la medición de la pobreza ante cambios en algunos parámetros, tales como la Canasta Básica de Alimentos. Por ejemplo, si se utiliza una Canasta Alimentaria de Calidad (CAC), equivalente a un aumento de un 36,1% del costo de la canasta de referencia, la pobreza por ingresos totales subiría de 11,7% a 24,8%.

“Esto significa que, si utilizamos criterios de alimentación más exigentes para la población, 1 de cada 4 chilenos/as se encontraría en situación de pobreza y para el caso de la pobreza por ingresos autónomos está llegaría a 41,6%, lo que equivale a casi 7,3 millones de personas”, explica Kremerman.

“Este debate que es técnico y por sobre todo político, es prácticamente inexistente y termina por afectar a millones de personas que percibiendo salarios al límite son considerados fuera de la pobreza. Si bien en los últimos años se ha actualizado la metodología para calcular la pobreza por ingresos e incorporado la pobreza multidimensional, no ha existido un debate de fondo en relación a las cifras aquí divulgadas”, finaliza Durán.

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