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5 de Junio de 2018

Calentitos y seguros: cuáles son los riesgos del uso de la calefacción y cómo evitarlos

El jefe del Departamento de Prevención Interna de la ACHS nos entrega algunas recomendaciones para evitar accidentes asociados a la manipulación de calefactores, accidentes que pueden ir desde quemaduras por contacto hasta incendios.

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Las bajas temperaturas ya se instalaron, y con ello, los calefactores – en sus distintas versiones- se convirtieron en personajes presentes tanto en hogares como en oficinas. Sin embargo, a pesar de lo simple que parezca, manipular un calefactor requiere considerar ciertas medidas, con el fin de impedir que se produzcan incidentes.

Quemaduras por contacto, intoxicación química por emanación de gases, como monóxido de carbono, y hasta incendios son los sucesos que podrían ocurrir si se realiza una incorrecta manipulación de los calefactores. En vista de ello, Alex Gerhard, jefe del Departamento de Prevención Interna de la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS), nos entrega algunas recomendaciones.

A modo general, se deben ventilar las habitaciones cada vez que se emplee calefacción con fuego, con el fin de liberar el monóxido de carbono. Además se debe ubicar la estufa encendida lejos de ropa, muebles y cortinas, ya que pueden inflamarse y derivar en un incendio. Y obviamente, no dejar que los niños o mascotas se acerquen o toquen este tipo de artefactos, explicó el especialista.

Por otro lado, y específicamente con respecto a las estufas a gas licuado, los principales riesgos suelen asociarse a la inflamación por rotura de manguera, a una mala postura del regulador al cilindro de gas o por voltear el cilindro para sacar su contenido. Ante ello, el experto de la ACHS aconseja utilizar flexibles metálicos en vez de mangueras y nunca voltear el cilindro de gas.

En tanto, si usted usa una estufa a parafina debe tener especial cuidado con la intoxicación por combustión incompleta. Por lo mismo, lo ideal es realizar cada año una mantención previa y procurar una buena ventilación del espacio, considerando que la renovación del aire debe ser a lo menos de dos veces por hora. En caso de que la estufa se inflame jamás utilice agua para apagarla, sino que intente con arena, y por supuesto, tenga siempre un extintor a mano.

Con respecto a las estufas a pellets, sus principales riesgos aluden a las quemaduras por contacto e incendios. Este tipo de artefactos también deben mantenerse anualmente, poniendo particular atención  a su cámara de combustión y ducto de salida. Y evidentemente, de haber niños o mascotas, se deben incorporar protecciones a ésta, para así evitar quemaduras. En relación a las chimeneas o salamandras, igualmente se recomienda realizar una mantención antes usarla, ya que la limpieza de los ductos es primordial a la hora de evitar incendios.

Si bien, los calefactores eléctricos parecen ser uno de los artefactos más seguros al no emitir gases ni polución, hay que tener cuidado con los cortocircuitos y con la sobre carga de los enchufes. En cambio, si el método que se utiliza es la calefacción central o gas de caldera a petróleo, hay que fijarse en que éstas cuenten con una certificación por parte de la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC), y que su diseño, instalación y mantención la realice personal acreditado por la SEC. Y finalmente, en cuanto a los braseros, la recomendación es evitar su uso, ya que liberan una gran cantidad de monóxido de carbono, y que –en espacios cerrados- es nocivo para la salud.

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