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20 de Septiembre de 2018

Obispo Durán desvincula a matón que usaba como guardaespaldas luego de repudio político por agresión a la prensa

"Cualquier otra situación que sea menester de reparación estamos dispuestos a hacerla", indicó.

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El obispo evangélico Eduardo Durán aseguró que el “guardia” que agredió a los periodistas que reporteaban los pormenores del Te Deum en la Catedral Evangélica “Jotabeche” el domingo pasado “fue separado de su cargo”.

Durán, en conversación con Radio Cooperativa se mostró dispuesto a reparar el daño causado a los reporteros que fueron agredidos durante la cobertura de este evento de Acción de Gracias cuando los periodistas buscaban comentarios de las acusaciones de “lavado de dinero” contra el pastor.

El pastor jefe de la Catedral Evangélica aseguró que no tuvo nada que ver con el incidente, que no dio instrucciones al respecto y que será el agresor quien tendrá que hacer frente a la querella anunciada por el periodista Óscar Cáceres, de Radio Bío-Bío, contra quienes resulten responsables.

Durán reiteró que ya se tomaron las primeras medidas, recalcando que “primero, separarlo del cargo, porque él (agresor) no pertenece al equipo de seguridad, se metió ahí entremedio y él es ayudante del predicador de una clase”.

“Y luego, cualquier otra situación que sea menester de reparación estamos dispuestos a hacerla”, indicó.

Sostuvo que “nadie lo mandó (al agresor) a hacer esa situación tan deleznable. La persona tendrá que ponerle pecho al frente. José Ancán es su nombre. Sí, pertenece a la iglesia (evangélica)”.

Durán explicó que se creó este “cuerpo de guardias” porque, por estar el templo en un “barrio conflictivo”, mucha gente entraba a robar al recinto a robar carteras y precisó que este equipo está integrado por voluntarios.

Sin embargo, enfatizó que nunca dio instrucciones de agredir a la prensa ni de tapar las bocas de asistentes al Te Deum que intentaron manifestarse.

El periodista mayormente agredido terminó en el Instituto de Seguridad del Trabajo (IST), donde le diagnosticaron un esguince cervical, debido a la “llave” que le realizaron para evitar que se acercara al obispo Durán cuando terminó la ceremonia.

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