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10 de Octubre de 2018

Mauricio Rojas: “Pido perdón” a quienes interpretaron mis palabras sobre el Museo de la Memoria como crueles

El libro "94 horas: crónica de una infamia" da cuenta de las críticas que recibió Mauricio Rojas tras sus dichos sobre el Museo de la Memoria. De igual manera aprovechó de plantear críticas a Evópoli por sumarse a la campaña por su destitución.

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Las 94 horas de Mauricio Rojas como ministro de Culturas y las Artes fueron retratadas por el ex asesor de Sebastián Piñera en un libro titulado “Crónica de una infamia”, el cual lanzó este miércoles y donde trata de explicar en su contenido que su salida del Gabinete se debió a un “linchamiento” tras calificar al Museo de la Memoria como “una puesta en escena”.

Así, en su libro Rojas da cuenta que fue víctima de “una persecución sin cuartel, de un ‘destemplado linchamiento’ (…) de una turba enfurecida que se lanza a una cacería despiadada de un ser humano demonizado, al cual se le puede hacer y decir cualquier cosa”.

El efímero ministro de Cultura explicó en su relato, el que posee 98 páginas, las críticas que recibió por parte de actores políticos e intelectuales, a través de redes sociales, además de la cobertura que le dieron los diferentes medios durante la polémica. Junto con ello, incluye extractos de “Diálogo de Conversos”, publicación que terminó sentenciando su paso por el Gobierno.

“El presente trabajo es un intento por comprender cómo se construye, justifica, difunde y masifica la ruindad humana. Lo que vivó entre el sábado 11 y el domingo 12 de agosto de 2018 no tiene, a mi saber, parangón en la historia de Chile democrático. En pocas horas fui convertido en un ser aborrecible: un negacionista de las violaciones de derechos humanos cometidos bajo la dictadura militar, comparable con quienes niegan el Holocausto; un impostor de tomo y lomo, cuya historia de vida era, en su integridad, un fraude; un fascista, un racista, un agente de la policía política de Pinochet, o como dijese ya el 11 de agosto el secretario general del Partido Comunista, Lautaro Carmona, ‘un ser despreciable'”, señala en uno de los párrafos.

Junto con ello, se refirió a la publicación de La Tercera realizada el 11 de agosto y donde se dan cuenta de sus palabras sobre el Museo de la Memoria, dejando en claro que se utilizó de un párrafo descontextualizado. “De esta manera se dio la impresión que estas palabras habían sido vertidas en mi calidad de ministro, lo que fue un factor importante de lo que seguiría, no menos porque de esta manera el ministro habría expresado que una opinión claramente discrepante de la sostenida por el Gobierno”.

“Así se construyó la parte esencial del argumento detractor: Rojas un negacionista como aquellos que niegan la existencia del Holocausto, un validador de la dictadura, un ministro que ya en su primera declaración legitima la barbarie y desacredita los testimonios y el dolor de miles de víctimas de la represión, entre ellas mi propia madre que en 1975 estuvo tristemente célebre Villa Grimaldi. En suma, un ser despreciable”, agregó en la publicación.

Museo de la Memoria y críticas a Evópoli

En cuanto al Museo de la Memoria, Mauricio Rojas planteó que “como todo museo, es una ‘puesta en escena’, pero ello no implica de manera alguna, como lo he reiterado, que sea un montaje en el sentido de falsedad de los testimonios allí exhibidos. Entendidas en este sentido, mis palabras no solo son injustas para con el Museo, sino hirientes y crueles, por lo que sinceramente pido perdón a quienes de buena fe hayan podido interpretar de esta forma lo que expresé en Diálogo de Conversos. Tomadas de esa manera, entiendo perfectamente la crítica e incluso la indignación que hayan podido causar mis palabras. 

Sin embargo, Rojas no perdió la oportunidad para disparar en su libro contra Evópoli y acusar al partido de falta de solidaridad, al sumarse a la campaña para pedir su destitución, al igual que Patricio Navia.

“En circunstancias como las que yo estaba viviendo hay mucho que impacta y duele, pero lo que más  duele es cuando quienes te conocer bien y comparten muchas de tus ideas faltan a un mínimo deber de solidaridad para con quien está siendo golpeado inmisericordemente. Eso es, lamentablemente el caso de la directiva nnacional de Evópoli encabezada por Hernán Larraín Matte y con Felipe Kast y Luciano Cruz-Coke entre sus vicepresidentes”, consigna uno de los extractos. 

“Otro golpe de este tipo, pero de mucha menor relevancia, fue un posteo enviado por el conocido cientista político y columnista Patricio Navia el 12 de agosto con el siguiente tenor: “Me interesa saber qué contexto histórico puede ayudar a entender que Juana Mullor, la madre de @MauricioRojasmr, una limitante PS de base haya sido torturada en Villa Grimaldi”, recordó.

Mauricio Rojas también recordó el momento en el cual fue citado por Sebastián Piñera para entregar su renuncia, señalando que “como se sabe, fui convocado a La Moneda cerca del mediodía del lunes 13 para ser informado por el propio Presidente de que mi renuncia sería aceptada, cosa que el mismo comunicó públicamente poco después, recalcando en ese contexto no solo el rechazo a mis dichos sobre el Museo, sino también mi integridad moral así como la legitimidad de una discusión franca sobre cómo y por que llegamos a destruir nuestra democracia”.

En el último párrafo de su libro, el ex ministro sentencia que “es imprescindible denunciar y desterrar el uso de la calumnia, el linchamiento y el asesinato moral de nuestra vida ciudadana. Lo que experimenté en carne propia no es compatible con una convivencia civilizada y espero que este relato sirva para ponernos en guardia contra actitudes que, de tolerarse, terminarán emponzoñando nuestra vida social y minando los fundamentos de nuestra democracia. Pasó ya en los años 60 y 70 del siglo pasado y es de esperar que jamás se repita”.

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