Jesuita fue sancionado por “transgresiones de naturaleza sexual a dos mujeres”
"Nos unimos al esfuerzo que está haciendo toda la Iglesia para desterrar cualquier tipo de abuso y formar comunidades sanas y seguras " dijeron desde la orden.
Por Redacción EL DÍNAMO
La Compañía de Jesús informó de los resultados de dos procesos canónicos a miembros de la orden que terminaron, el primero, con una sanción de 10 años de supervisión del ministerio sacerdotal, y el segundo, sin acreditarse la denuncia.
El primero fue una investigación al sacerdote Juan Pablo Cárcamo por dos denuncias que fueron consideradas “transgresiones de naturaleza sexual a dos mujeres”, una ocurrida a comienzos de los años 90 y la otra, a mediados de la década pasada.
El provincial de la compañía, Cristián del Campo, impuso a Cárcamo la medida de prohibición por diez años de acompañamiento espiritual de personas y dirección de retiros espirituales, y la supervisión periódica por parte de dos jesuitas en el ejercicio de su ministerio sacerdotal.
En el segundo caso, informó que el 25 de enero pasado concluyó la investigación previa por una denuncia contra el sacerdote Eduardo Ponce, por una acción de connotación sexual a un menor de 17 años.
“La investigación, realizada por la abogada laica Ximena Marcazzolo, no acreditó la verosimilitud del delito denunciado. De todos modos, dado que las causas de menores están reservadas a la Congregación para la Doctrina de la Fe, todos los antecedentes de la investigación han sido remitidos a la Curia General de la Compañía de Jesús en Roma para su conocimientyo”, señaló el comunicado.
“Igualmente, los antecedentes han sido presentados ante la Fiscalía Nacional. Desde el inicio de la investigación previa y hasta que se reciba respuesta de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el P. Ponce tiene restricción del trabajo pastoral con menores”, añadió.
“Nos unimos al esfuerzo que está haciendo toda la Iglesia para desterrar cualquier tipo de abuso y formar comunidades sanas y seguras para todos aquellos que se acercan a nosotros y esperan un espacio de confianza para vivir su fe o recibir la ayuda de nuestras obras e instituciones”, concluyó las nota de la Compañía de Jesús.
