“Papá, me pegué una cagá”: sale a la luz la declaración del padre del joven que cargaba un brazo humano en su mochila
El joven de 19 años quedó en prisión preventiva mientras se lleva a cabo la investigación.
Por Redacción EL DÍNAMO
Hace solo algunos días, se informó que un joven de 19 años fue detenido en Valdivia después de llegar a su casa con un brazo cortado dentro de su mochila, hecho que fue descubierto por su padre, quien lo entregó a Carabineros.
Posteriormente, se descubrió que la víctima es un hombre de 50 años en situación de calle, identificado como Esteban Álvarez González, al que también le cortaron las orejas y la nariz.
Todo ocurrió la madrugada del 23 de abril, según reveló la fiscal Tatiana Esquivel, cuando el imputado -de quien se mantiene en reserva la identidad por orden del tribunal- se encontraba junto a otras tres personas en la Plazuela O’Higgins de la comuna. Allí, los cuatro hombres bebían alcohol cuando uno de ellos sacó una cortapluma y atacó a uno de los presentes.
El relato del padre detalla que a eso de las 03:30 de la madrugada el joven de 19 años llegó a su casa ofuscado y en estado de ebriedad, puesto que habría peleado con su pareja. Tras una discusión con el progenitor, volvió a salir, regresando pasadas las 07:00 hrs.
Al abrir la puerta, su padre se dio cuenta de que traía una mano con sangre, por lo que lo echó y el joven terminó sentado en una banca cerca de la vivienda. Más tarde, el hombre se acercó a su hijo, quien le dijo: “Papá, me mandé una cagá, revisa la mochila que ando trayendo”. Al abrirla, se dio cuenta que “tenía un brazo humano completo, como del codo hacia abajo”. Fue en ese momento en el que llamó a Carabineros y entregó a su hijo, consignó BioBioChile.
El abogado Cristián Otárola fue el encargado de la defensa del joven durante la formalización. En la audiencia, acudió a un informe psicológico que fue realizado por Verónica Ríos, especialista en evaluaciones clínicas y forenses, el que data de hace un año, cuando el imputado tenía 17 años, tras haber sido acusado como presunto responsable de un incendio.
El documento detalla que el imputado, tras la muerte de su madre a temprana edad y un presunto abandono temporal por parte de su padre, habría comenzado con problemas de consumo de alcohol y drogas. Esto se suma a que el joven habría “escuchado voces” que le decían que se matara.
En el ítem análisis cognitivo-intelectual, el defensor indicó que “la perito destaca en un inmenso informe, que -el imputado- tiene una disminución de su capacidad cognitiva, con un potencial intelectual limítrofe… distorsión perceptual”, reportando “alteraciones del juicio de la realidad”.
La fiscal Esquivel también se apoyó en el informe y apuntó a un problema de trastornos de personalidad. los que “predicen conductas violentas. Esa psicóloga, ya en 2018 cuando hizo la evaluación, lo señaló”, dijo.
A raíz de ello es que la Fiscalía coordinó con el Servicio Médico Legal (SML) un peritaje psiquiátrico para que un médico del Estado evalúe la condición mental del joven y así descartar alguna patología, además de realizar un perfil psicológico para así conocer sus rasgos de personalidad.
Según los testimonios de su padre y una de las personas agredidas por el joven, agregó Esquivel, el imputado sería una persona violenta pero “no un enajenado mental”.
El joven quedó en prisión preventiva por los 120 días que durará la investigación.
