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12 de Septiembre de 2019

La incongruencia en el proyecto de 40 horas de Camila Vallejo

La propuesta que cuenta con un amplio apoyo ciudadano compara dos indicadores distintos, lo que generaría una distorsión en las cifras.

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40 horas
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Fue en 2017 cuando comenzó la discusión. El 8 de marzo de ese año la diputada Camila Vallejo ingresó a la Cámara de Diputados un proyecto de ley para rebajar a 40 horas la jornada laboral, la que actualmente dispone de un máximo de 45 horas semanales.

En su exposición, la congresista citó varios países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), destacando la situación de Holanda. El documento ingresado a la Cámara presenta una tabla con las cifras, recalcando que “existe una diferencia de $611,4 mil millones en el PIB, existiendo una jornada de trabajo máxima de Holanda de 29 horas semanales y en Chile de 45 horas por semana”. Sin embargo, este dato no es correcto.


Fuente: Proyecto de reducción de la jornada laboral

El proyecto de ley

La iniciativa de Camila Vallejo introduce modificaciones al capítulo IV del título I del Libro I del Código del Trabajo. El primero se refiere al artículo 21, que define jornada de trabajo como “el tiempo en que el trabajador debe prestar efectivamente los servicios en conformidad al contrato”. El inciso segundo del mismo señala que también “se computará como jornada de trabajo el tiempo en que el trabajador se encuentra a disposición del empleador sin realizar labor, por causas que no le sean imputables”.

En esa línea, el proyecto busca eliminar el adverbio “efectivamente” de la normativa. “Además, este proyecto de ley establece que el tiempo de colación se considerará parte integrante de la jornada de trabajo, motivo por el cual debe ser eliminado”, agrega el texto presentado por Vallejo.

La propuesta más llamativa ha sido la modificación al artículo 22, donde Vallejo introduce una disposición para reducirlo progresivamente hasta las 40 horas semanales (8 horas diarias si se distribuye en cinco días, o bien, 6 horas 40 minutos diarias si se distribuye en seis días) junto a una modificación al artículo 28 del Código del Trabajo, pasando de un máximo de diez horas a ocho horas. Así, con la iniciativa, se pide que en la frase “la duración de la jornada perdonaría de trabajo no excederá de cuarenta y cinco días semanales” del artículo 22, se sustituya “cuarenta y cinco” por “cuarenta”. 

La diputada diputada Gael Yeomans (IND) explicó que la intención de quienes respaldan esta propuesta es que se incluya una gradualidad de cinco años, lo que se materializará en una indicación que se va a presentar en Sala.

Horarios, Holanda y OCDE

Un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) de 2012 sobre Condiciones Laborales aclara que, en la práctica, la legislación holandesa establece un máximo de horas semanales de 48 de trabajo y no 29 como se da a entender en el proyecto de ley de 40 horas presentado por Vallejo. Asimismo, el organismo internacional aclara que no existe un “límite universal nacional”. Esto quiere decir que no hay un tope establecido a las horas de trabajo.

En cambio, en el caso chileno, si se suman las horas extras, respecto a la cantidad de horas que puede llegar a trabajar una persona, la OIT sitúa al país en el bloque de “49 a 59 horas semanales”, mientras que la ley establece un límite universal nacional de 45 horas para la jornada ordinaria.

Es decir, mientras en Chile el límite establecido por ley para la jornada laboral ordinaria es de 45 horas semanales, en Holanda no existe dicha limitación, ya que no está en la ley.

Conocida como Arbeidstijdenwet (el Acta de Horas Trabajadas), la legislación holandesa permite que empleador y trabajador pacten la jornada de trabajo. La ley establece que “un empleado puede trabajar un máximo de 12 horas por turno”. Agrega que “el máximo de horas trabajadas por semana está establecido en 60”. Aclara que “el empleado no trabajará el máximo de horas todas las semanas. Observado en un período más extenso, las horas trabajadas son:

– Por semana durante un período de cuatro semanas: un promedio de 55 horas por semana durante un período de 4 semanas; acuerdos diferente en este pueden hacerse en un acuerdo colectivo. Pero un empleado nunca debe trabajar más de 60 horas por semana.
– Por semana en un período de 16 semanas: un promedio de 48 horas por semana durante un período de 16 semanas. El empleado y el empleador hacen el acuerdo en qué horas exactas el empleado trabaja por día y por semana”.

La legislación data de 2010 y se espera que sea actualizada el 1 de enero de 2020, pero no cambia las normas sobre la jornada laboral.

Diferentes son los datos OCDE, ya que establecen un promedio. El registro de 2018 de la organización dice que Holanda se ubica como el cuarto país que menos horas trabaja, con un promedio 1.433 horas/hombre por semana, es decir, 29,2 horas semanales considerando un año de 49 semanas de trabajo. Chile, en tanto, se ubica en el otro extremo del espectro, siendo el sexto país de la organización con más horas promedio de trabajo. La OCDE establece que las horas/hombre son 1.941, unas 39,6 horas semanales.

Qué dice la OIT

Consultados sobre el proyecto de ley de las 40 horas, desde la OIT dijeron a EL DÍNAMO que, por políticas institucionales, no se refieren públicamente a iniciativas cuya discusión está en curso, aunque si pueden aportar con el material más actualizado que tienen a su disposición. Sin embargo, recordaron que como organismo han participado en la Comisión del Trabajo para asesorar a los parlamentarios en la discusión.

El pasado 27 de noviembre de 2018, Andrés Marinakis, especialista en Políticas de Mercado e Instituciones Laborales de la OIT en América Latina y el Caribe, explicó a la instancia legislativa que en caso de reducir la jornada laboral, se recomienda cumplir los principios de no reducir los salarios; preparar medidas para reducción progresiva de acuerdo a circunstancias nacionales, teniendo en cuenta el grado de desarrollo, la no afectación de la producción, el desarrollo de nuevas industrias o competitividad internacional y evitar presiones inflacionarias; y limitar la cantidad de horas extraordinarias que pueden efectuarse en un período de tiempo.

Marinakis se refirió también al caso de la reducción de la jornada en Corea, en 2004, introduciendo una jornada semanal de 5 días, pasando de 44 a 40 horas.

En el empleo público (central y local) se implementó el sistema de 40 horas trabajando sábado por medio el primer año, eliminando sábados a partir de julio 2005, y determinando un máximo por día de 12 horas, con acuerdo entre las partes. Asimismo, se estableció una alternativa de jornada flexible con acuerdo de partes, debiendo promediar 40 horas en período de dos semanas o hasta 3 meses. Adicionalmente, dicha implementación de reducción de jornada se introdujo progresivamente según el tamaño de las empresas.

Respecto a los resultados de dicha reforma, Marinakis indicó que la jornada de 40 horas abarcó al 54% de los asalariados (ya que excluye empresas de menos de 5 trabajadores). Además se redujo el promedio de horas trabajadas de 50.4 en 2001 a 44 en 2011. El empleo creció a tasas superiores (cayó empleo en industria, aumentó en servicios) y se registró un aumento del empleo a tiempo parcial. Sin embargo, 22 % de los empleados trabaja 52 horas a la semana.

Críticas del Gobierno

Consultados por el proyecto de 40 horas, desde el Ministerio del Trabajo indicaron a EL DÍNAMO que esta distorsión en las cifras ya había sido apuntada por el Gobierno durante la Comisión del Trabajo de la Cámara de Diputados, instancia legislativa en donde se planteó que “se intenta confundir las horas habituales trabajadas con los máximos legales regulados por ley”.

“En Holanda el máximo legal es de 12 horas diarias, 60 horas a la semana y 48 horas semanales promedio, incluidas las horas extraordinarias, en un periodo de 16 semanas”, reiteraron desde el Ejecutivo, recalcando que este tipo de legislación se conoce como “flexibilidad laboral”.

El pasado 13 de agosto, el ministro Nicolás Monckeberg dijo a T13 Radio que “no hay ni un país en Europa que haya rebajado la jornada, incluso me voy a los propios países que la diputada Camila Vallejo pone como ejemplo. No hay ni un país que lo haya hecho con jornada rígida. Todos dicen jornada promedio de…”.

EL DÍNAMO se contactó con el equipo de la diputada Camila Vallejo con las preguntas correspondientes al tema de las cifras en el proyecto de ley, no logrando obtener respuesta oficial por parte de la parlamentaria ni sus representantes.

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