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3 de Diciembre de 2019

Buses de dos pisos: ¿son más inseguros que las máquinas tradicionales?

El pasado domingo, un bus de dos pisos protagonizó un accidente que dejó a 21 personas fallecidas y más de 20 heridos.

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buses de dos pisos
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A eso de las 23:30 horas del pasado domingo se encendieron las alarmas de los equipos de emergencia debido a un accidente en el kilómetro 3 de la ruta B-710, a la altura de la Cuesta Paposo, protagonizado por un bus de dos pisos que realizaba un viaje desde Antofagasta hasta Ovalle.

De acuerdo a lo informado por el fiscal adjunto, Ricardo Castro, se confirmó la muerte de 21 personas, mientras que 22 resultaron con lesiones de diversa gravedad.

En ese contexto, detalló que 19 personas que perdieron la vida en el lugar, mientras que dos fallecieron en el Hospital de Taltal.

El persecutor aseguró que ya se iniciaron las investigaciones para esclarecer si se trató de un “error humano o error mecánico”.

“Queremos decirle a la ciudadanía que el Ministerio Público realizará todas las diligencias para identificar a los responsables”, concluyó el fiscal.

Michael Castro, uno de los sobrevivientes del accidente, relató que “cuando veníamos por la cuesta llegando a Paposo, el bus empezó a tambalearse para los lados, agarrando una curva, no sé si realmente a 100 o más de 100 (kms.por hora) . Uno tenía el presentimiento que uno se podía volcar, pero luego de una maniobra pasó en banda y se sintió el olor a balata”.

“El auxiliar del bus subió a decir que nos pusiéramos el cinturón, pero ahí todos tuvimos una reacción de que algo pasaba”, relató el pasajero según lo consignado por Mega.

Por su parte, la empresa TurBus se refirió por medio de un comunicado al fatal accidente, aclarando que la máquina respetaba las normativas legales al momento del fatal accidente.

“El bus operaba cumpliendo la normativa legal: permisos de circulación, revisiones técnicas y seguros obligatorios, así como también, los mantenimientos de la máquina, los que se encontraban al día. Asimismo, la tripulación estaba con sus horas de descanso y tiempo de conducción en norma, y alcotest –el que realiza la empresa en cada salida de sus servicios- se encontraba en completo cumplimiento”, explica el comunicado de la empresa.

Chile sin normativa

El director de Transporte y Logística de la Universidad Tecnológica Metropolitana (UTEM), Álvaro Miranda, explicó que internacionalmente las empresas de buses cumplen con una normativa que establece los “estándares de fabricación y deformación del bus (…) a todos los vehículos a los que se les aplica tienen que tener unas condiciones de construcción certificada, ya que en caso de un volcamiento la estructura no se va a deformar de tal manera, que termine dañando o aplastando a las personas”.

Esa normativa no es exigida en Chile, ni a los de un piso ni a los de dos pisos. Entonces cuando los buses ingresan al país, no tienen que cumplir esto porque no es exigido por el Estado y como no se pide no podemos estar seguros si -por ejemplo- en el caso de un volcamiento los vehículos van a comportarse adecuadamente ante el efecto de las fuerzas, y si la carrocería va a contener el peso del bus sin deformarlo, sino la gente muere aplastada”.

“Esto es un factor de riesgo y es algo que se debería mejorar en términos generales (…) no es un tema de las empresas, porque es el Estado que debería exigir esas normas”, contó.

Consultado sobre si se corre un mayor riesgo al viajar en buses de dos pisos, el experto señaló que “un bus que no cumple con esta normativa, y que nosotros como país no le hacemos cumplirla, le estamos diciendo a las personas que circulen en buses en los que no sabemos a ciencia cierta cuál va a ser el comportamiento que va a tener ese vehículo en caso de un accidente. ¿Eso es peligroso? Sí”.

“Algunas empresas cumplen esta normativa en buses de un piso sin que se les exija, pero eso no ocurre con los de dos pisos (…) entonces ahí hay un problema. Creo que deberíamos tener como sociedad, y es un tema en el que el Estado tiene mucho que decir y grandes deudas, que como los buses de dos pisos dado los impactos que generan los accidentes -los que terminan siendo fatales- debiera normarse su circulación”, agrega Miranda.

En ese sentido, cuestionó el hecho de que este tipo de vehículos transiten por todas las vías del país y asegura que se debe regular de manera específica su velocidad.

“La ley de tránsito no hace diferenciación entre buses de uno o dos pisos, si no que establece una velocidad máxima para ambos, y en este caso en los buses interurbanos les aplica la velocidad máxima para todos, pero probablemente en algunos lugares, dadas las pendientes o cuestas, se debiera exigir a los buses de dos pisos que tuviesen una velocidad inferior a la que se establece en la ley”.

Posible prohibición

Sobre la posibilidad de sacar de circulación este tipo de máquinas, Miranda asegura que “llegar y prohibir los buses de dos pisos genera un impacto en la industria, en los costos y en la rentabilidad. Entonces yo creo que eso no es algo positivo (…) lo que hay que hacer es normarlo bien y para eso tenemos que sincerarnos y sentarnos a trabajar como sociedad, como Estado, como las empresas de transporte y ver cómo solucionar esto. Pero la forma en que está es claramente la menos apropiada y la menos buena de todas, porque lo único que genera es un tremendo manto de dudas”.

La directora de la ONG No Chat, Claudia Rodríguez,  discrepó en este último punto con el experto señalando que “hay mucha literatura al respecto que te dice que son peligrosos (los buses). Incluso en otros países, que están más avanzados en esta materia, que netamente los prohíben, no existen y no circulan. Nosotros hoy en día no tenemos una regulación clara sobre esto”.

“Efectivamente van a exceso de velocidad, nosotros tenemos una infraestructura vial que no está acorde a las necesidades del desarrollo de país. No hay control, ni autocontrol de las altas velocidades, el tema también de los celulares también es distractivo y que ahora también es considerado como un factor de riesgo (…) hay varias causas en las que tenemos que ponernos a trabajar en serio”.

Respecto al accidente de Taltal, Rodríguez explicó que “aún no están esclarecidas las causas y dicen que pueden ser errores humanos o mecánicos, pero principalmente yo creo que hay que verlo como una integralidad. Pueden haber sido errores de infraestructura, porque en esa curva los buses bajan a cierta velocidad, pero la curva por sí sola es peligrosa. Lo otro es que no sabemos en qué condiciones iba el conductor, podría haber ido no atento a las condiciones del tránsito, cansado o a exceso de velocidad. Hay varias hipótesis que se pueden formular”.

En mayo pasado, el diputado UDI Juan Antonio Coloma, junto a otros parlamentarios, propusieron un proyecto de ley que restringía la circulación de estos buses en carreteras y en otras rutas, a menos que éstas fueran destinadas para el turismo “al interior del radio urbano o los que integren el sistema de locomoción colectiva”.

“La idea surgió luego de conocer una serie de casos extranjeros en los que se mostró la peligrosidad de los buses de dos pisos, como el trágico accidente de Perú, donde murieron 20 personas calcinadas en un segundo piso, y algunas situaciones vividas en nuestro país”, indicó Coloma en aquella oportunidad a La Tercera.

Meses después, y tras un fatal accidente en San Francisco de Mostazal, el parlamentario volvió a reflotar el tema y argumentó en Meganoticias que “los buses de dos pisos son más altos y esto los hace evidentemente más inestables. Más aún, cuando van a exceso de velocidad. Es por eso que hace más de tres meses presenté este proyecto que busca regular estos buses, sobre todo, pensando en la seguridad de los pasajeros”.

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