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19 de Junio de 2020

Cómo el COVID-19 arrasó con las residencias de adultos mayores en Europa y qué está haciendo Chile para evitar ese escenario

En Chile hay cerca de 24.214 personas mayores que viven en 994 Establecimientos de larga Estadía para Adultos Mayores (Eleam)

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residencias adultos mayores Chile
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La panemia del coronavirus COVID-19 ha causado estragos a nivel mundial, y dentro de los más afectados están los adultos mayores, quienes lideran los grupos de riesgo.

Es así como el virus dejó en evidencia el abandono y las malas condiciones en las que viven muchos ancianos, así como también se revelaron las falencias de las residencias de adultos mayores en Europa, que concentraron un gran número de fallecidos.

En España, por ejemplo, se han registrado cerca de 19.600 muertes de adultos mayores en las más de 5.400 residencias de ancianos del país.

Sin embargo, España no ha sido el único afectado de esta situación que viene sacudiendo con mayor fuerza la estabilidad de los países desde marzo pasado, cuando comenzaron a incrementar abruptamente los casos al rededor del mundo.

En abril pasado, Hans Kugle, el director para Europa de la Organización Mundial de la Salud (OMS), declaró que la pandemia era una “tragedia humana inimaginable” para las residencias de ancianos, ya que hasta ese momento el 50% de las muertes por el virus habían ocurrido en los mencionados recintos.

Un reporte de London School Economics señala que en la tasa de fallecidos totales de los países, entre el 32 y el 82 por ciento son personas que vivían en residencias de ancianos.

Mientras que en nuestro país, el Gobierno y las residencias de ancianos coordinaron una serie de medidas para evitar que el COVID-19 afecte con fuerza estos recintos.

En Chile hay cerca de 24.214 personas mayores que viven en 994 Establecimientos de larga Estadía para Adultos Mayores (Eleam). De este total, 16 son estatales; 165 cuentan con subsidio estatal; y 813 son privadas con o sin fines de lucro.

Pablo Pizarro, encargado de la estrategia COVID-19 del Servicio Nacional de Adultos Mayores (Senama), contó a EL DÍNAMO, que ante la trágica experiencia de Europa comenzaron a aplicar las medidas y a reforzarlas desde marzo.

“A principios de marzo diseñamos- en conjunto con la Sociedad de Geriatría y Gerontología de Chile- los protocolos Fase 1 y Fase dos para población general de adultos mayores y poniendo un foco principal en las residencias (…) se estableció que se restringirían las visitas para estos establecimientos, ya que el vector que trae el virus a una residencia es alguien externo”.

Asimismo, Pizarro destaca que a estos lugares sólo pueden ingresar el personal que trabaja en ellas, a quienes se les exije una declaración jurada en la que deben señalar si es que tienen síntomas de coronavirus. Posteriormente, se dispuso de una “barrera sanitaria”, la que consiste en obligar a los Eleam a tomar la temperatura y a consultar diariamente a sus funcionarios si es que presentaban algún síntoma de la enfermedad.

Personal de salud trasladan a una persona del Hogar Italiano de Ñuñoa, donde se registro un brote de infectados por COVID-19 (Agencia Uno).

Ante el aumento de casos, se comenzaron a desarrollar estrategias más potentes, las que pudieron llevarse a cabo gracias a un presupuesto extraordinario dispuesto para apalear la problemática.

“Se nos asignaron recursos extraordinarios por 8.300 millones, que fue una re-asignación presupuestaria que inyectó recursos al Senama. Además se realizó un convenio con la CPC, desde donde nos hicieron un aporte de cinco mil 500 millones”, explicó Pizarro.

“Con éstos recursos logramos entregar elementos de protección personal a todas las residencias de adultos mayores, tanto a públicos y a los con y sin fines de lucro. Entregamos mascarillas, guantes, escudos faciales y pecheras, que son elementos básicos de protección personal necesario para atender a los adultos mayores y evitar que se contagien los trabajadores y los pacientes”, sostuvo.

En ese contexto, se hicieron capacitaciones sobre el uso de estos elementos de protección, ya que el virus pilló a la humanidad sin los conocimientos básicos de cómo -por ejemplo- quitarse una mascarilla.

Además se trabajó con la Asociación Chilena de Seguridad para orientar a los trabajadores de las residencias a generar espacios de aislamiento efectivo, ante un posible brote de contagios.

Residencias Espejo Transitorias

En caso de que se registre un contagio en las residencias, y no se pueda habilitar un sector de aislamiento efectivo, se dispuso de Residencias Espejo Transitorias, las que replican al Eleam y cuentan con los insumos necesarios para dar cuidados especialmente a los adultos mayores.

“Hicimos un convenio con el Arzobispado y con las cajas de compensación para que ellos pusieran a disposición centros recreacionales y casas de retiro. Ahí es donde nosotros estamos habilitándonos como Residencias Espejo Transitorias”, señala Pablo Pizarro.

En ese sentido, explica que las personas que son COVID-19 positivo son sacadas de los hogares de ancianos y llevados hasta estos lugares habilitados para que cumplan una cuarentena de 28 días, con el fin de descomprimir la residencia original.

Hasta el momento, y según lo informado por el Senama, hay 109 personas mayores en residencias espejo transitorias. Además han sido dados de alta y regresado a su residencias original 60 personas mayores

Actualmente hay 6 residencias espejo transitorias en funcionamiento: cuatro en la Región Metropolitana; una en la Región Valparaíso; una en Arica y Parinacota; y disponibilidad de activar en caso de ser necesario en todas las regiones.

En el Senama señalan que existen 1.385 cupos disponibles a nivel nacional.

El drama por falta de cuidadores

El encargado del Senama para enfrentar la pandemia del coronavirus contó que actualmente se registra un déficit importante de trabajadores en estas residencias, considerando que muchos deben cumplir cuarentenas,  lo que pone en un escenario aún más complejo los cuidados de los ancianos.

“Para este universo de cerca de 25 mil adultos mayores, sólo existen 8.000 trabajadores, por lo que si uno se contagia o requiere hacer una cuarentena preventiva, debemos tener un reemplazo”, explicó

Para intentar solucionar esta situación, se implementó la plataforma EsMiTurno.cl, donde las personas se pueden inscribir a trabajos relacionados con los adultos mayores.

“Hay trabajos de cuidador, de personal de asistente técnico de cuidado, que son generalmente técnicos en enfermería de nivel superior; enfermeras; kinesiólogos, entre otros. Entonces nosotros concurrimos con recursos y con funcionarios en caso de que se vaya a cuarentena el personal titular”, explicó.

“La realidad de los Establecimientos de Larga Estadía en Chile era invisibilizada y lamentablemente esta pandemia trajo una realidad mucho más dura”, concluyó Pizarro.

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