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23 de Agosto de 2020

Voto postal y plebiscito: la alternativa que pide la sociedad científica y el Congreso pero que sería imposible de implementar

Según fuentes conocedoras de este tipo de procesos, en Chile no existiría la capacidad técnica para que los votos postales sean recibidos y analizados a tiempo.

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Con una extensa lista de propuestas llegó la presidenta del Colegio Médico (Colmed), Izkia Siches, hasta La Moneda durante este viernes. ¿La razón? Dar cuenta al Comité Asesor COVID-19 del Ministerio de Salud y al Servicio Electoral (Servel), sobre las recomendaciones de la agrupación y de otras instituciones, como la Sociedad Chilena de Infectología, para lograr realizar el plebiscito del 25 de octubre bajo estrictos estándares de seguridad.

En este contexto, uno de los temas que más han discutido por las autoridades sanitarias es qué pasará con las personas contagiadas de coronavirus o que se mantengan aisladas por contacto estrecho justo para la fecha de la votación. Ante la interrogante el paquete de medidas del Colmed considera como primera opción el voto por correo postal.

La idea también ha sido validada por algunos miembros del Congreso de Chile Vamos y de la oposición. Por ejemplo, desde Evópoli, el diputado Luciano Cruz-Coke comentó públicamente a principios de agosto que envió una solicitud formal al Servel donde, “pedimos que habilite un sistema de voto por correo para aquellas personas que están contagiadas con COVID-19”.

“De esa manera, inhibimos que vayan a los locales, puedan cuidar su salud y a la vez que eventualmente puedan contagiar a otros (…) es importante que el Servel dé respuesta para que estas personas que están hoy día contagiadas con COVID-19, puedan votar de manera remota o por correo”, detalló el miembro del oficialismo.

En tanto, desde la vereda de la oposición, durante esta semana la diputada del PPD, Andrea Parra, ingresó un proyecto de ley para permitir el voto por correo para el plebiscito. Idea que fue respaldada por parlamentarios de sus sector como Catalina Pérez (RD), Natalia Castillo (RD), Raúl Soto (PPD), Joanna Pérez (DC), Daniella Cicardini (PS) y Marcela Hernando (PR), pero también por Ximena Ossandón (RN).

Sin embargo, los esfuerzos parlamentarios y de las sociedades científicas no han logrado convencer al Gobierno, desde donde el ministro de la Segpres, Cristián Monckeberg, aseguró que “se hace cuesta arriba innovar” en medidas con el plazo tan acotado. Así mismo, tampoco sería una alternativas para los expertos, conocedores del proceso y para el propio Correos de Chile.

Expertos y Correos de Chile se cierran al voto postal

Correos de Chile no vería con buenos ojos la votación postal según afirmaron fuentes de la empresa estatal.

La idea de que, debido al COVID-19, algunos chilenos voten por correo no es algo nuevo para la compañía, de hecho, desde inicios de la pandemia habrían sido consultados por el Servel para llevar a cabo el proceso de esta forma. Sin embargo, al poco tiempo detectaron una serie de inconvenientes.

El primero de ellos, es que actualmente la empresa demoraría más de una semana, cerca de ocho días, en concretar el envío de un documento desde una zona alejada del país como Punta Arenas hasta Santiago. Esta situación podría generar dudas al momento de contar los votos.

Otro inconveniente para Correos de Chile es que habría que montar una capacidad extra porque, con el voto postal que han propuesto algunos parlamentarios, la empresa y sus funcionarios deberían actuar como ministros de fe en la elección, lo que hasta el momento no se ha hecho nunca en la historia de nuestro país.

Dudas y problemas similares a lo que comentaron algunos especialistas en procesos eleccionarios a EL DÍNAMO. Por ejemplo, el académico de la Universidad Diego Portales y abogado de la ONG Derechos Digitales, Pablo Viollier, explicó que en todo proceso eleccionario que se quiera considerar democrático deben existir dos elementos esenciales.

El primero de ellos relativo a la seguridad, es decir, que no existan intervenciones de ningún tipo –que se manipulen los sitios web como podría pasar en procesos en línea–, y en segundo lugar, que se cumplan todas las garantías democráticas necesarias y establecidas en nuestra Constitución.

En esta línea Viollier reconoció que el voto postal, “no tiene manera de ser susceptible a una intervención desde un nivel central, como sí ocurre con el voto electrónico”, pero que, “de todas formas no cumple con las garantías democráticas establecidas en nuestra Constitución. Es decir, que el voto sea personal y secreto“.

“No es secreto -el voto postal- porque siempre va existir la posibilidad de que votes frente a otra persona. Y en la medida que tu puedas permitir que una persona vote a nombre tuyo, que podría pasar en este caso, el voto no es personal. Nuestro sistema electoral está diseñado para que el votante no pueda traducir pruebas de cómo votó, se hace así para que aunque quiera no pueda vender su voto. Es por eso, que en cualquier elección tomar una fotografía del sufragio es ilegal y se considera como un delito electoral”, detalló.

Experiencia de Estados Unidos y diferencias con Chile

Donde sí se ha aplicado históricamente el voto por correo es en Estados Unidos, un país donde sólo en las elecciones presidenciales del 2016 más de 33 millones de ciudadanos emitieron su respectivo sufragio por esta vía. Sin embargo, incluso allá ha presentado problemas.

El más reciente tiene como protagonista al presidente norteamericano, Donald Trump. Esto luego que tras una serie de recortes presupuestarios por parte de la Casa Blanca y de acusaciones sobre que el sistema se prestaría para fraudes electorales, el servicio postal estadounidense (USPS por sus siglas en inglés) advirtió a los estados que no estaría en condiciones de procesar a tiempo todas las papeletas enviadas por votantes de cara a los comicios del 3 de noviembre.

Según reclamó el USPS, el problema se daría en 46 de los 50 estados debido a que, según estimaciones, la cantidad de personas que elegirían el método debido a la pandemia del COVID-19 podría ser hasta diez veces mayor a la habitual.

Antecedentes que para el analista internacional y académico de la escuela de Gobierno de la Universidad Central, Cristián Fuentes, darían cuenta de las dificultades del voto por correo y su aplicación para el plebiscito.

Fuentes incluso explicó que en Chile podría haber aún más problemas de desconfianza de los que se están viendo por estos días en Estados Unidos, ya que la nación norteamericana no sólo cuenta con un sistema postal más sólido que el chileno, sino que además, “el voto por correo existe en Estados Unidos, lo que es una clara diferencia con Chile, donde se quiere aplicar sólo para el plebiscito“.

“El correo en Estados Unidos es una de las instituciones más antiguas de ese país, muy conocida y bastante usada hasta la actualidad. El sistema postal nacional está muy débil, sobre todo durante los últimos años. Si me hacían esta pregunta hace 20 años atrás yo decía que sí se debía establecer el voto por correo, porque era fiable, la gente le tenía confianza y eso ha cambiado”, argumentó.

Otro punto que para Fuentes complicaría los horizontes para el voto postal en Chile de cara al plebiscito es que el correo en Chile prácticamente no se estaría usando por la población debido a la irrupción del mail.

Esto habría incidido en los tiempos de demora del correo nacional. De hecho, según Fuentes, “si antes uno mandaba una carta por correo a Europa se demoraba una semana y ahora son dos, por lo menos”.

“El voto por correo se hace con al menos dos días de anticipación para poder hacer el conteo. Pero no es el mismo día ya que debe viajar el voto. Con el correo chileno, que es más lento, se puede demorar hasta dos semanas. El sistema de correo en Chile se demora más que el de Estados Unidos y tiene problemas de distribución. Sería complicado pensando en el plebiscito”, concluyó el analista internacional.

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