Las historias detrás de la batalla contra el coronavirus en las comunidades del Salar de Atacama
Talabre y Toconao son dos ejemplos de cómo la organización de los vecinos y la generación de alianzas con el sector privado ha permitido hacer frente a la pandemia.
Por Romina Douglas
A Elisa Sosa, presidenta de la comunidad de Talabre, a 60 km de San Pedro de Atacama, el Covid-19 le tocó de cerca. Y es que hace algunos días ella y su familia sufrieron los efectos de este virus que ha puesto de cabeza al mundo.
Afortunadamente, para Elisa los días complejos ya pasaron, gracias a que tuvo una atención oportuna, producto de la llegada de una médica a la localidad, como parte de las medidas implementadas en pos de la lucha contra el coronavirus.
Para poder materializar dichas iniciativas, la comunidad de Talabre contó con la colaboración de privados, entre ellos SQM. “La empresa apoyó a la comunidad en cuanto a recursos para comprar y agilizar las cosas que teníamos que hacer nosotros para la comunidad. Por ejemplo, la compra del test rápido, del túnel sanitario y lo necesario para habilitar las residencias sanitarias”, detalló a EL DÍNAMO la presidenta de la comunidad de Talabre.
“Y la doctora también llegó por la gestión que hicimos nosotros con SQM”, agregó Elisa, quien justo cayó enferma cuando arribó la profesional a la localidad, a principios de agosto, y lo cual describe como un alivio y una coincidencia sumamente positiva.
“Para nosotros el mes de julio y todo este mes de agosto fue complejo, pero ya desde el día lunes (17 de agosto) que estamos más tranquilos, porque por lo menos no se ha sabido de ningún contagio más”, destacó la representante de Talabre.
Cabe mencionar que la comunidad de Talabre, en el Salar de Atacama, cuenta con un total de 120 personas, y de ellas cerca de 40 ya han padecido Covid-19, es decir, un 40% de la población. Y de ahí también la relevancia de implementar dichas medidas, con miras a frenar el contagio y mantener el control que han conseguido durante este último período.
“Lo importante ahora es cuidarnos para que después no venga un rebrote fuerte”, resaltó Elisa Sosa.
Túnel sanitario.
El caso de Toconao
En el borde noreste del Salar de Atacama se emplaza Toconao, una localidad que en épocas “normales” era parte de la ruta turística de quienes visitaban San Pedro. Pero hoy, en tiempos de pandemia, el foco está puesto en controlar las cifras de contagios, lo cual han podido lograr a través de la implementación de una serie de medidas.
Dentro de éstas, se encuentra la toma de exámenes PCR, que asciende a más de 200 y que ha arrojado cerca de 40 casos confirmados; la sanitización de espacios públicos y viviendas; y el establecimiento de un estricto control en las entradas del pueblo, una medida que igualmente se aplicó en Talabre.
Además, “definimos una cuarentena voluntaria y tomamos la decisión de traer un equipo médico hasta nuestra posta rural, ya que en la posta de acá solamente se tiene un técnico, y por lo tanto, en conjunto con SQM conformamos un equipo médico bastante potente. Hoy contamos con un médico, una enfermera y dos kinesiólogos y hemos atendido del orden de 80 pacientes”, señaló Yermin Basques, presidente de comunidad Lickanantay de Toconao.
En esa misma línea, y de la mano de la compañía minera, también implementaron una residencia sanitaria con 12 habitaciones, la cual les ha permitido albergar hasta 24 personas.
De esta manera, a través todas estas medidas sanitarias, la comunidad de Toconao, en el Salar de Atacama, ha podido hacer frente al Covid-19, y ahora sólo resta “ir saliendo de este contexto y mantener el control”, finalizó Yermin Basques.
