Arica y Magallanes: el coronavirus se ensaña con los extremos del país
La ciudad del norte del país aún no puede salir de su cuarentena, mientras que la zona austral está pasando por sus peores momentos con una extraña mutación del virus.
Por Sebastián Dote
La pandemia del coronavirus sigue afectando a las regiones de Arica y Parinacota y de Magallanes, los extremos norte y sur del país, quienes mantienen una alta tasa de incidencia en sus casos activos que no les ha permitido salir de la cuarentena total.
La ciudad de Arica tiene 515 contagios activos, en una cifra que no ha aflojado a pesar de la cuarentena indefinida que se decretó en agosto pasado. Otras ciudades vecinas como Iquique (193 casos activos) y Antofagasta (366) han logrado rebajar sus índices y dejaron el confinamiento para pasar a la fase de transición.
La situación en Punta Arenas, ciudad capital de Magallanes, es crítica. Es la comuna que más casos activos posee en el país (1.443), superando a zonas emblemáticas como la comuna metropolitana de Puente Alto, que durante el peak nacional de la pandemia fue una de las más afectadas.
Según el informe epidemiológico publicado durante el miércoles por el Ministerio de Salud, el área austral tiene una tasa de incidencia de casos activos por 100.000 habitantes de 971,6, es decir, 10 veces mayor que la registrada a nivel nacional, con 94,7.
El factor fronterizo y una extraña mutación del SARS-CoV-2 estarían detrás del aumento o meseta de casos en estas zonas, las que están tomando medidas para contener la enfermedad.
El avance imparable del COVID-19
Arica y Magallanes han sido las capitales regionales más afectadas con la pandemia del coronavirus. Ambas presentaron un peak importante de casos y fallecidos entre marzo y mayo, teniendo cierta estabilidad positiva entre junio y julio. Pero desde agosto en adelante no se ha logrado establecer un control absoluto de la enfermedad.
En el caso de los ariqueños, la primera vez que fueron confinados fue el 6 de abril. En ese entonces, el ministro de Salud, Jaime Mañalich, puntualizó que el encierro se concentraba solo en el radio urbano. La medida implicó un profundo impacto en el área, que diariamente tenía un gran movimiento de personas por ubicarse en la frontera con Perú.
La cuarentena rindió buenos resultados, los que incluso fueron destacados por el Gobierno. El 15 de abril la ciudad dejó sus restricciones y vio con cierta distancia cómo otras ciudades del norte elevaban sus casos y fallecidos.
Toda esta realidad cambió en agosto, cuando los contagios se volvieron a disparar. El día 6 de ese mismo mes, justo cuando se alcanzaron los 916 casos activos, se declaró una nueva cuarentena. Desde entonces, la ciudad ha mantenido una “meseta” de cerca de 300 a 400 personas contagiantes, sumando casos nuevos y fallecidos en una curva que no ha podido bajar.
Punta Arenas, la capital de la Región de Magallanes, también tuvo dos ciclos dentro de la pandemia. En el mes de abril, la ciudad alcanzó su primer peak, entrando a una dura cuarentena, la que se logró bajar en mayo.
Tras tres meses de una “nueva normalidad”, la ciudad austral entró nuevamente a un confinamiento. Inicialmente, las autoridades asociaron el rebrote con la actividad de las pesqueras, aunque el COVID-19 estaba dando señales de un ingreso total al sector urbano. Desde entonces el sector mantiene un ritmo imparable en infecciones.
Arica registra 156 fallecidos confirmados, mientras que Magallanes tiene 106, con una tasa de defunción ajustada por 100.000 habitantes que es superada por las regiones Metropolitana, Antofagasta y Tarapacá. En las inscripciones del Registro Civil se pueden observar ciertas diferencias entre los meses de marzo y septiembre con el mismo período en 2019.
Los factores que empujan el incremento
Ariqueños en la previa de la segunda cuarentena. (Foto: Agencia Uno)
Tanto Arica como Magallanes presentan algunos factores particulares que explicarían el incremento de los contagios.
En el caso de la entrada norte del país, su condición de zona fronteriza con Perú hace que la movilidad no logre bajar a índices ideales para contener la circulación del coronavirus. El problema había sido alertado por las autoridades locales durante el primer brote y se ha enfatizado en esta nueva ola de casos.
Gerardo Espíndola, alcalde de Arica, afirmó que la situación migratoria se está complicando en las últimas semanas. “Nosotros tenemos 300 personas diarias que están ingresando a la ciudad” por pasos no habilitados, expresó el jefe comunal a CNN Chile.
En el sur, en tanto, las autoridades están apuntando directamente a una mutación del virus como la responsable del incremento de los casos, dejando de lado otras teorías, como la reapertura parcial de la frontera con Argentina y las dificultades en el sistema de trazabilidad.
Los investigadores de la Universidad de Magallanes afirmaron que la cepa que está circulando en la región “es muy extraña en el mundo” y se indagará su incidencia en el aumento de la contagiosidad del SARS-CoV-2. Para ello incluso se contará con el respaldo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Aún no hay pruebas si esta mutación sería más dañina que la que apareció en marzo, aunque cerca de 40 pacientes graves han sido aeroevacuados desde la zona para ser atendidos en Santiago. La última encuesta de la Sociedad Chilena de Medicina Intensiva (Sochimi) señaló que la ocupación de camas UCI alcanza el 76%.
