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20 de Noviembre de 2013

Carlos Montes: "Ante la falta de quorum, es posible la vía del plebiscito para cambiar la Constitución"

El senador electo por Santiago Oriente cree que si Bachelet regresa a La Moneda tendrá un escenario difícil debido a que la Nueva Mayoría no tiene los quorum necesarios para hacer realidad el programa de la ex mandataria. Pero confía que hay vías alternativas y asegura que "si nos ponemos a mirar lo que hacen o no hacen los ministros, la desilusión va a llegar antes de seis meses".

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Este martes fue una de las estrellas. Durante la jornada de retorno de los parlamentarios al Congreso tras un mes receso por las elecciones parlamentarias,  Carlos Montes (PS) recibió  abrazos y apretones de mano de todos los sectores políticos por su sorpresivo triunfo sobre la senadora DC, Soledad Alvear, en la emblemática circunscripción Santiago Oriente. “Nunca he tenido mala relación con ella. Por el sistema binominal uno termina compitiendo con el compañero de lista. Las cosas de dieron en un marco de respeto. Gané por 17 mil votos porque hubo  redes muy convencidas de los contenidos…”. Fueron algunas de las frases que lanzó  frente a las insistentes consultas sobre la victoria que dejó en el camino a una de las figuras más sobresalientes de la falange, que ayer -a través de las declaraciones del dirigente DC, Gutenberg Martínez (esposo de Alvear)- apuntaba directamente a Michelle Bachelet por haber apoyado con más énfasis a su correligionario PS.

Con su llegada a la Cámara Alta se prevé que Montes juegue un rol clave en la tramitación de los proyectos que buscan hacer realidad las promesas de campaña de Bachelet, en particular educación gratuita. El parlamentario es reconocido como uno de los legisladores más serios y eficientes del Congreso; es cercano a la ex mandataria  y ha construido puentes con los ex dirigentes estudiantiles que en marzo arribarán a la Cámara Baja, en particular con Camila Vallejo (PC), quien con hizo campaña codo a codo en estos meses.

Con los resultados de las parlamentarias en la mano, Montes augura un año complejo para el Ejecutivo si es que Bachelet gana en segunda vuelta. En particular porque los esquivos quorum harán complejo que se cumplan las promesas de campaña al ritmo que muchos quisieras. Sostiene que es necesario un nuevo tipo de liderazgo desde el Ejecutivo, que se adelante a los conflictos y que esté dispuesto a avanzar en el programa por distintas vías.

-El próximo año será clave. En caso de ser electa Bachelet, debieran llegar al Congreso los proyectos de ley para avanzar en la gratuidad de la educación y en la reforma constitucional, ¿cómo podrán hacerse realidad las promesas sin los quorum necesarios?

-Todo depende de la inteligencia que aplique el gobierno. Tenemos los votos necesarios para llevar adelante varias cosas en la reforma tributaria y en la reforma educacional. No tenemos votos en  otras cosas de la reforma tributaria y educacional, como es quitarle la educación a los municipios. Eso no lo tenemos, pero hay que buscar otra estrategia…

Tampoco están los votos para una reforma constitucional…

-Lo que yo creo es que se está insinuando- no es el único camino posible-  la posibilidad de que se presente un texto constitucional. Y ese llevarlo al Senado y a la ciudadanía, generar un gran debate. Y, como eso no se va a aprobar ni la Cámara ni el Senado – porque no tenemos quorum-  se puede llamar a plebiscito.

-¿Cree que es viable cambiar la Constitución por la vía del plebiscito?

-Claro que si, es posible la vía del plebiscito. El problema es el contenido de ese plebiscito. Si es un plebiscito de procedimiento para definir ésto o si es un plebiscito sobre ciertas tesis constitucionales. Ahí hay una duda desde mi punto de vista. La otra posibilidad es presentar un texto de Asamblea Constitucional que se va a perder igual. Y en torno a la Asamblea Constituyente convocar a un plebiscito. Esa también es una posibilidad.

Sin posibilidad de negociar con la derecha

-En muchos temas también será necesario negociar con la derecha…

– Sí, pero la derecha no va a estar abierta a cambios básicos. Pasar de un Estado subsidiario a otro tipo de Estado… eso no lo van a permitir ni aceptar nunca. Tiene que ser por otra vía.  Con la UDI no hay ninguna posibilidad.

Entonces, ¿no hay forma de acercamiento con la derecha?

-Siempre hay que explorarla. Con Renovación Nacional puede haber algo…

– Con RN puede haber un acercamiento para cambiar el sistema binominal. Pero, ¿cree que pueda haber un entendimiento con ellos con el tema de la gratuidad en la educación o reformas constitucionales…?

-Todo va a depender de la forma de hacer política por la que opte el próximo gobierno. Por ejemplo, el nuevo ministro de Educación debiera ser alguien que haga clases desde el primer día. Es decir tener otra mirada, con otro sentido ético, más de compromiso, más vinculado a la realidad.

– Con la nueva camada que viene desde la Confech y ante la imposibilidad de hacer cambios al ritmo que muchos quisieran, ¿Cree que se va a reeditar el fenómeno de los díscolos que en el primer gobierno de Bachelet generó Marco Enríquez Ominami,  Alvaro Escobar y otros?

-Puede ser . Osea  yo creo que muchos de los temas que eran minoritarios antes hoy son mayoría dentro de la centro izquierda…

-Como bandera de lucha, pero sin proyectos de ley aprobados habrá frustración…Y más con federaciones de estudiantes más volcadas a la izquierda…

-Sin duda. Pero ese es el escenario que tendrá el gobierno y tiene que tener una estrategia muy en la línea de tomar iniciativas desde el primer día. Y no todas esas iniciativas tienen que ser necesariamente legislativas. Tienen que haber muchas iniciativas administrativas y otras,  directamente,  políticas . La conducción del gobierno es clave, clave, clave. Mucho más que en los gobiernos anteriores. Antes era mucha administación del Estado.

-¿Hacia dónde debería apuntar ese nuevo estilo de conducción política del gobierno?

-A que la gente sienta que las tareas nacionales son también de ellos . Tiene que hacerse política para que los apoderados, los centros de padres , los barrios sientan propios los proyectos de educación pública . Esto era así antes. Post dictadura ocurrió que las tareas nacionales pasaron a ser tareas de la cúpula. Si nos ponemos a mirar lo que hacen o no hacen los ministros, la desilusión va a llegar antes de seis meses.

 

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