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11 de Diciembre de 2013

Magallanes: Acuerdo entre Piñera y Tompkins permitirá crear parque nacional de 150 mil hectáreas

El empresario ecologista aportará con casi 40 mil hectáreas al recinto, mientras que el Estado sumará otras 110 mil. El nuevo parque, bautizado como Yendegaia, será casi tan grande como Torres del Paine y se caracteriza por cordilleras abruptas que terminan en el mar, glaciares y humedales y solo tiene un símil en Alaska.

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Para enero próximo quedo fijada en la agenda del Primer Mandatario, Sebastián Piñera, la inauguración y apertura de un nuevo e inmenso parque nacional en Tierra del Fuego que llevará en nombre de Yendegaia, término yamaná que quiere decir bahía profunda.

El empresario ecologista norteamericano, Douglas Tompkins, aportará 38.780 hectáreas que le pertenecen en la zona, al sur del río Azopardo y el lago Fagnano. Y a éstas el Estado sumará otras 111.832 hectáreas, totalizando una zona protegida de más de 150 mil hectáreasconsigna La Segunda. 

Aunque este espacio no es tan grande como el que ocupan los parques de la Laguna San Rafael, que suma 1,7 millones de hectáreas, o el Alberto de Agostini, con 1,4 millones, sí se incorporará al ranking de los grandes: Isluga tiene 174 mil hectáreas y Torres del Paine 181 mil.

En la práctica esta será la única donación de Tompkins durante la administración de Piñera. En gobiernos pasados el filátropo anunció la entrega de 400 mil hectáreas a fines de conservación, incluyendo el Parque Pumalín; sin embargo, este anuncio que hasta el momento no se había cumplido.

Y de hecho, no fue fácil que lograr que al menos este 10% de la promesa se concretara. En marzo de 2011, Kristine y Douglas Tompkins propusieron a Piñera analizar cómo fortalecer el sistema nacional de áreas silvestres protegidas del Estado.

Tras esto, la Presidencia coordinó una comisión que incluía a distintas reparticiones públicas, las que generaron propuestas preliminares y se inició un trabajo más directo entre la Presidencia y los representantes de las fundaciones de Tompkins.

Hubo más de 10 áreas sobre las cuales se conversó con el Gobierno y varios fueron los problemas que surgieron. En algunas, surgieron problemas debido a que los límites que no estaban bien definidos; en otras Tompkins quería seguir desarrollando infraestructura; en unas distintas, el empresario exigía que se declararan Parque Nacional y el fisco no estaba de acuerdo.

Finalmente, hubo coincidencias, y que cristalizan en este recinto. Ya está descartado que se llegue a acuerdo en las otras, al menos en este gobierno.

Parque transfronterizo

El secretario ejecutivo de “Legado Bicentenario”, Santiago Valdés, explica que el acuerdo ya cuenta con el visto bueno del comité de ministros y hasta el decreto ya ha sido redactado.

Es así como se estima que la firma que dara vida al nuevo parque se materialice entre el 4 y el 6 de enero próximo, durante una gira del Presidente a la región de Magallanes. Se planea que Piñera viaje en esa fecha a Caleta 2 de Mayo, un asentamiento cercano al lugar y donde existe un retén de Carabineros, y se reúna en una ceremonia oficial con Tompkins y su esposa.

A través de la Fundación Yendegaia, la pareja posee estos terrenos desde 1998 con la idea de destinarlos a conservación. De cara a las criticas que surgieron, el dueño de North Face y Sprit comentó a la revista Capital que “los detractores deben ser los desarrollistas a ultranza que nos han llevado al abismo en que nos encontramos… No hay tiempo para (ellos). Son peligrosos y nos han decepcionado”.

Con estas casi 150 mil hectáreas, en la zona magallánica se consolidará una gran área de parques, pues Yendegaia  limitará con el Parque Nacional Alberto D’Agostini y otra reserva de este tipo en Argentina. Se planea que a futuro toda esta zona dé origen a la creación de un parque transfronterizo.

Con la idea de complementar la conservación del parque, se reservaron terrenos planos en los principales valles aledaños. Estos son aptos para instalar infraestructura turística y servicios, que podrán desarrollarse a futuro.

Igualmente, se excluyó del parque la faja del camino entre la Estancia Vicuña y Yendegaia, de un ancho aproximado de 40 metros y que actualmente se encuentra en ejecución por la dirección de Vialidad del MOP y el Cuerpo Militar del Trabajo. Se trata de una ruta que permitirá el acceso por tierra, a través de la Isla Grande de Tierra del Fuego, desde el Fagnano hasta el canal Beagle.

Por su parte, Conaf y Sernatur llevarán a cabo un plan de desarrollo de infraestructura turística consistente en una serie de refugios y un trazado de senderos que permitirán conectar los principales atractivos. Además, se generará una puerta de entrada al Parque Nacional Alberto D’Agostini, hoy sin acceso formal.

Para hacerse una idea del tipo de paisaje del nuevo parque,  Santiago Valdés comenta que una belleza del tipo que existe en Alaska. Ese es el símil que el Parque Nacional Yendegaia puede encontrar en el mundo.

Hablamos de una extensión principalmente montañosa, cubierta por extensos campos de hielo, glaciares y ventisqueros que se descuelgan hacia fiordos y canales. “Son cordilleras abruptas que terminan en el mar. Hay humedales y glaciares muy interesantes. Es de una belleza increíble”, agrega Valdés.

Respecto de la flora, allí se encuentran siete pisos vegetacionales que incluyen especies como coigüe, canelo, lenga, frutilla magallánica, turberas y diversos tipos de musgos, líquenes y hongos.

Entre los animales y aves de la zona se encuentran el zorro culpeo, la foca leopardo, la foca elefante, la gaviota dominicana, el petrel gigante, el rayadito, el fio-fio, el churrín del Sur y el carpintero gigante.

A la fecha, la explotación económica tradicional de estos lugares ha sido mínima. Se prevé que el turismo podría desarrollarse en torno a las rutas de navegación y a la conectividad terrestre, que permitiría el surgimiento de circuitos de trekking.

Las tierras que no fueron parque

Cabe apuntar que otros tres sectores de tierras pertenecientes a Douglas Tompkins estuvieron sobre la mesa durante estos años de negociaciones, sin que se llegase a acuerdo respecto a ellos.

El conocido Parque Pumalín, en Aysén, con 289.562 hectáreas, fue uno de ellos. The Conservation Land Trust, la fundación de Tompkins aspiraba a convertirlo en Parque Nacional, al tiempo que sugería sumar a sus terrenos 34 mil hectáreas que están en manos de Endesa y la Universidad Católica de Valparaíso.

También en Aysén, se conversó acerca del Parque Patagonia (ex Valle Chacabuco), donde Kristine, la esposa del empresario, posee 79.029 hectáreas. Se pedía que el Estado anexara a ellas las reservas Jeinimeni y Tamango, que son colindantes.

Otro terreno sobre el cual no hubo acuerdo fue la estancia Cabo León, con 26.620 hectáreas. Ubicada en Isla Riesco, se pedía que fuera anexada a la Reserva Nacional Alacalufes.

Aquí te dejamos un adelanto con algunos de los paisajes de  Yendegaia:

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