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23 de Septiembre de 2014

Los “guardianes” de la cultura: CNTV sigue en búsqueda del equipo que fiscalizará la pantalla chica

A partir del 1 de octubre, las nuevas normas del CNTV obligarán a programar contenido de calidad en buenos horarios. Para ello, el organismo tendrá un equipo dedicado a fiscalizar que el contenido prometido como “cultural” efectivamente lo sea.

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Cuando se discutió la nueva Ley de Televisión Digital, hubo un punto en el que todos los parlamentarios estuvieron de acuerdo: es necesaria más cultura y en los mejores horarios de la pantalla chica. Por esta razón, se determinó que a contar del 1 de octubre próximo, los canales de señal abierta, cable y satélite deberán emitir al menos cuatro horas de programación cultural a la semana y dos de ellas deberán ser entre las 18:30 y 00:00 horas.

Con esta medida se pretende “obligar” a los operadores de televisión a programar espacios de corte cultural en horarios donde antes lo hubiesen evitado, debido a que normalmente tienen menor rating y, por ende, menor ingreso publicitario. Una forma también -explicaban- de fomentar la creatividad de crear mejores espacios de este tipo.

Tras la promulgación de la nueva norma, el Consejo Nacional de Televisión (CNTV) se puso a trabajar en el reglamento que regulará los contenidos que aparecen en pantalla, en especial las cuatro horas destinadas a programas culturales y que podrán aparecer en cualquier género televisivo, ya que lo importante, aseguran, es el fondo y no la forma.

Para que esto se cumpla, el CNTV se encuentra en un proceso de reformulación, creando nuevos equipos que fiscalizarán la pantalla bajo las nuevas normas respecto a la cultura a contar de octubre. Bajo el alero del departamento de Supervisión estará la Unidad Cultural, bajo el alero de Paula Aliste, más un equipo de cuatro personas: los “guardianes”

A una semana de que comience a regir la normativa, el Consejo se encuentra en la etapa final del proceso de selección para determinar quiénes serán esos cuatro profesionales, cuyo principal requisito fue que todos sean del área de las ciencias humanas -en especial periodistas, antropólogos, sociólogos, de las carreras de teoría del arte, filosofía o licenciatura en letras- y con cierta “especialización en el área cultural”.

Queremos un equipo multidisciplinario y que al menos uno de ellos sea sociólogo y pueda hacer sus análisis desde ese foco”, explica Aliste sobre la conformación de los equipos. Hoy, el Consejo está en la etapa final de selección en un proceso donde participaron casi 500 personas tras el llamado que hicieron en su sitio web y en diarios de circulación nacional.

Durante esta primera etapa, el equipo será de 5 personas, pero a corto plazo esperan poder aumentar la planta, ya que será “un grupo reducido” dedicado a analizar toda la programación de las señales abiertas y de cable, por lo que eventualmente no darán abasto. “Por recursos no podemos ser más por ahora, pero esto absolutamente tiene que crecer”, dice Aliste. Que eso suceda depende exclusivamente del presupuesto que el Gobierno asigne al CNTV.

¿Cómo funciona el análisis?

Los “guardianes” de la fiscalización cultural trabajarán como hoy lo hacen los restantes equipos del área: reciben los últimos días de cada mes la programación del mes entrante de cada canal -de señal abierta, de cable o satelital-, que sirve como guía para la supervisión de la parrilla programática. Luego, al terminar el mes, revisan si se cumplió en pantalla la “promesa” hecha al CNTV.

Allí será cuando los fiscalizadores deberán calcular que al aire hayan aparecido 4 horas semanales de programación cultural y 2 de ellas en el bloque de mayor audiencia. En ese sentido, programas que ya fueron calificados por el Consejo como cultura, no pasarán por un nuevo análisis, como es el caso de espacios como “City Tour” en el cable o “Súper Documentales” de TVN.

Varios canales ya están listo para la “nueva era” de la televisión. En el canal estatal ya cumplen con la normativa al programar “La odisea” los miércoles en la noche y con su ciclo de documentales. Por su parte, Canal 13 cumple las 4 horas semanales con “Sábado de reportajes” y es líder en rating con espacios como “Lugares que hablan” o “Recomiendo Chile”. Esta semana también estrenaron en horario prime el nuevo ciclo de “Los 80”, que cabe bajo el concepto de cultura.

Mientras tanto, programas como Mentiras Verdaderas de La Red, conducido por Jean-Philippe Cretton, han buscado readecuarse para cumplir con la nueva normativa. Desde mediados de septiembre, los lunes tienen un segmento llamado Cultura Verdadera, un formato de conversación enfocado en cultura, historia y educación cívica, siendo uno de los primeros en cumplir con la medida.

Otro equipo que reacomodó un formato ya existente es Mega con Más Vale Tarde, el late emitido en la franja de trasnoche y conducido por Álvaro Escobar, pero que en esta oportunidad irá todos los viernes a las 18:30 horas desde el 3 de octubre. Al igual que su símil de La Red, el programa de Escobar estará centrado en conversaciones, desde una mirada cultural.

En estos casos, el CNTV deberá evaluar si el programa cabe bajo el parámetro de “programación cultural” que establece la nueva normativa, algo que se determinará cuando los equipos se reúnan semanalmente a evaluarlo, defender o acusar algún espacio o canal en particular, de acuerdo a la nueva normativa y según la expertiz de los miembros del equipo.

La nueva Ley de Televisión Digital establece que televisión cultural es aquella “que emana de las identidades multiculturales, así como la formación cívica de las personas, los destinados al fortalecimiento de las identidades nacionales, regionales o locales, como fiestas o celebraciones costumbristas y aquellos destinados a promover el patrimonio universal y, en particular, el patrimonio nacional”.

Un cambio considerable que incluyó la nueva normativa tiene que ver con los montos de las sanciones para que se cumplan las horas de programación cultural en pantalla. En la antigua norma, las multas iban desde la amonestación hasta 200 UTM y 400 UTM en caso de reincidencia. Pero hoy la regla se endureció: es de 1.000 UTM y 2.000 UTM en caso de reincidencia, es decir, casi 90 millones de pesos.

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